El INDEC divulgará este miércoles el índice de inflación minorista de febrero, que se habría ubicado en un nivel cercano al 2,5 por ciento, lo que representa un salto desde el 1,8% de enero. La "núcleo", que no tiene en cuenta los aumentos de tarifas ni los aumentos de precios estacionales, también habría subido hasta valores cercanos al 2%. Pero en el Gobierno aseguran que lo peor ya pasó, es decir que en los próximos meses los valores irán descendiendo gradualmente.
El Banco Central fue optimista ayer luego de la reunión de Política Monetaria, en la que dejó la tasa de interés de referencia sin cambios, a 27,25% anual. Por un lado, la entidad que preside Federico Sturzenegger reconoció que "la inflación de febrero mostrará un alza respecto a enero, principalmente como producto de un aumento de los precios regulados y del precio de algunos bienes transables".
Para el BCRA, la aceleración de precios está explicada por el aumento de tarifas y el salto del dólar. Superado estos episodios, se retomará el sendero de desinflación.
Pero enseguida, la autoridad monetaria definió la aceleración de precios como "temporaria", indicando que "completada buena parte de las correcciones tarifarias y apaciguada la dinámica cambiaria local, la inflación consolidará su tendencia a la baja". Incluso justificó la intervención en el mercado cambiario por la necesidad de ponerle límite al incremento de la divisa y el peligro de que ese salto cambiario genere un impacto adicional sobre los precios, haciendo peligrar el proceso de desinflación.
Otros dos meses complicados
Marzo y especialmente abril también vienen con presión inflacionaria, aunque los valores serían menores que el del mes pasado. Esto se debe a que aún hay ajustes de tarifas por delante, en especial el mes próximo y se espera por otro lado que la suba del dólar provoque un impacto adicional en los precios, especialmente de los productos importadores.
La expectativa del equipo económico sobre una baja más importante de la inflación se centra desde junio para adelante. Se espera que desde entonces la inflación se ubique por debajo del 1,5% mensual y que incluso en algunos meses con baja estacionalidad, como septiembre, dé más cerca del 1%.
Será casi imposible, no obstante, cumplir con la meta del 15% que definió el Gobierno para este año. Los analistas esperan que el valor anual esté más cerca del 20%, pero en el equipo económico consideran que son pronósticos exagerados y que se subestima la desaceleración inflacionaria que ocurrirá en la segunda parte del año.
El BCRA también recordó que en las últimas semanas se conoció el resultado del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM). La inflación esperada para 2018 aumentó de 19,4% a 19,9% para el nivel general y de 16,9% a 17,1% para el componente núcleo. En tanto, la expectativa de inflación creció de 13,5% a 14% para 2019 y de 9,1% a 9,7% para 2020. La inflación esperada para los próximos doce meses disminuyó de 18,6% a 17,6%.
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