Tal como lo pidió el presidente Mauricio Macri durante el "retiro espiritual" de ministros en Chapadmalal, desde Hacienda decidieron salir a explicar hacia dónde va la economía. El viceministro Sebastián Galiani recibió a Infobae en su despacho del octavo piso y fue enfático a la hora de defender el gradualismo fiscal: "Ninguna de las propuestas que se escuchan para bajar más rápido el gasto son viables ni jurídicamente ni socialmente". "Nosotros -agergó- bajamos el gasto de 42,2% a 38% del PBI en dos años, que es algo que no sucedió nunca en la Argentina".
El funcionario, mano derecha del ministro Nicolás Dujovne, reconoció que la actividad se verá afectada por la sequía, pero que por ahora el impacto es "marginal". "Por el momento vemos un impacto negativo sobre el PBI de no más de 0,3 puntos. Pero hay que esperar al segundo semestre -reconoció- para tenerlo un poco más claro". El año pasado, según se informó ayer, la economía creció 2,8%. Y en Hacienda aseguran que todavía hay chances de que crezca por encima del 3% este año, pese a que la mayoría de los analistas es menos optimista.
Durante la entrevista, Galiani consideró también que el impacto de la suba de tasas en Estados Unidos no será significativo y se mostró muy confiado en una baja fuerte disminución de la inflación sobre todo en el segundo semestre. "Febrero va a ser el peor mes del año, pero luego comenzará un proceso importante de desinflación".
A continuación, los principales pasajes del reportaje:
—¿En qué medida afecta la sequía a la actividad económica de este año?
—Afecta al producto agropecuario, con lo cual puede cambiar la proyección de crecimiento, pero estamos hablando de 0,2 ó 0,3% del PBI. El efecto no será tan grande porque hoy se produce menos soja que antes y fue reemplazada por otros cultivos. No esperamos un impacto con efectos multiplicadores en la industria porque se está vendiendo stock acumulado el año pasado. Y las exportaciones se verá compensado por la suba de precios. Aún así tendremos una medida más concreta del impacto en el segundo trimestre. Además, hay otros aspectos que están jugando a favor, como la recuperación de Brasil.
—¿Y qué pasa con la suba de tasas en Estados Unidos?
—Se tiende a exagerar el impacto. Cuando se encarece el costo de financiamiento no afecta el stock, sino a la nueva deuda que se conoce. De hecho esperamos que la cuenta de intereses vuelva a representar el 2,2% del PBI. Pero más importante es que esperamos que la consolidación fiscal esperamos que baje el riesgo país y compense al menos parcialmente la suba de tasas internacional. Es cierto que en estos meses sucedió lo contrario, pero pensamos que es transitorio.
Cuando culminen este mandato de Mauricio Macri, se verá que la inflación bajó a lo largo de todos los años. En el 2019 el proceso será todavía mucho más marcado.
Qué puede pasar con la inflación
—¿Ven con preocupación el nuevo salto de la inflación?
—Febrero será el peor mes del año, explicado por el cambio de tarifas. A partir de marzo empieza a bajar y la tendencia no se va a detener. En 2019 será mucho más marcado este fenómeno, porque cae más el financiamiento al Tesoro por parte del BCRA y los ajustes tarifarios no superarán la inflación. Si uno la mira como una tendencia, cuando observes lo sucedido durante el gobierno de Mauricio Macri verás una tendencia bajista de la inflación cada año. En mayo ya se debería notar una reducción muy importante. Veo algo más parecido a lo sucedido en 2016, cuando la desaceleración fue muy importante en el segundo semestre.
—Los déficit gemelos, fiscal y de cuenta corriente, son muy grandes. ¿Es sostenible esta situación?
—Creemos que sí y el mercado también lo piensa, si no nos estaría financiando. Pero es importante que ambos déficit son fenómenos relacionados. El rojo de cuenta corriente es el reflejo al menos en parte del déficit fiscal primario. Pero cuando el déficit público baje al 2,2% en 2019 esta situación dejará de generar incertidumbre. Y si entonces el déficit de cuenta corriente no cae será una buena noticia, porque significa que estará aumentando la inversión.
“Los intereses de la deuda aumentaron porque empezamos a pagar la deuda que estaba en default. Pero se mantendrá constante en 2,2% del PBI, así que no representan una preocupación”.
Reflexiones sobre el gradualismo fiscal
—En los últimos tiempos surgieron muchas voces de economistas criticando la baja gradual del déficit fiscal y advirtiendo por el aumento de los intereses de la deuda. ¿Cómo lo ve?
—Los intereses subieron, pero porque empezamos a pagarle a los holdouts, no creo que nadie se oponga a que hayamos salido del default. Este año ese pago de intereses se mantendrá constante en relación al PBI. Y para adelante aumentará menos que la reducción del rojo primario. Como resultado, en el año 2021 la deuda en relación al Producto hace un pico y a partir de ahí empieza a bajar. El programa fiscal ha sido muy responsable. El gasto público real bajó 4 puntos en dos años, desde 42,2% a 38% y seguirá en descenso este año.
—¿Pero no puede ser más rápida la reducción del gasto para bajar el déficit?
—Ningún plan de shock aplicado en la Argentina bajó tanto el gasto como nosotros. Ni siquiera la devaluación del 2002 lo consiguió, porque fue un ahorro transitorio que luego se lo comió la inflación. no hubo un cambio estructural. No se me ocurre ningún ejemplo de un país que haya bajado el gasto en relación al PBI tanto como hicimos nosotros. Sólo Israel en 1985, pero fue porque venía de dos guerra, pero ahí el gasto era más de 80% del Producto. La verdad es que las propuestas para bajar mucho más rápido el gasto, escuché que hablan de 15 puntos del PBI, no son viables desde el punto de vista jurídico ni social.
“No son serias ninguna de las propuestas que se escuchan y que proponen bajar de golpe el gasto 15 puntos del PBI. Ni socialmente ni jurídicamente on opciones viables. Ningún país hizo algo semejante, salvo Israel en 1985 luego de dos guerras.
—¿Les molesta que otra vez haya que explicar por qué es conveniente el gradualismo fiscal, algo que parecía superado luego de la victoria en las elecciones legislativas?
—Estamos para servir y si la sociedad tiene dudas hay que explicar. Tiene mucho que ver con el pasado, porque en general las cosas siempre salieron mal y eso genera impaciencia. Ahora planteamos para hacer las cosas bien hay que sostenerlas 20 años.
—¿Cómo ven el proceso de negociación salarial que ya empezó a nivel público y privado?
—Para que se den las metas fiscales hay que cumplir el Presupuesto. A nivel nacional, pero también provincias y municipios. Y esto significa respetar la ley de responsabilidad fiscal. En el pasado no se cumplieron estos compromisos y nos fue mal. Por eso, hay que ser muy cuidadosos con los aumentos salariales en el sector público. En cuanto a las negociaciones del sector privado, lo único que queremos es que se incorpore la meta de 15% que fijó el Gobierno para este año.