El Banco Central comenzó el año bajando en dos oportunidades la tasa de interés de referencia (a siete días de plazo), luego de que el Gobierno decidiera un aumento de la meta de inflación del 10% al 15% para este año. Pero el proceso de reducción de tasas quedó en suspenso en la última reunión de hace dos semanas, ante el nuevo salto de la inflación. Y todo indica que tardará en reactivarse.
La tasa de Política Monetaria (a siete días de plazo) quedó en 27,25% anual. Pero las próximas reducciones podrían demorarse hasta que no haya evidencias más claras de una disminución en los números de inflación.
En febrero, se estima que el IPC arrojará un valor cercano a 2,5%. El aumento se explica por las fuertes subas registradas en electricidad (18%), naftas (3,5%), prepagas (4%) y transporte (5,1% que es un aumento atenuado por la implementación del sistema multimodal).
La inflación que mira el BCRA
Lo más preocupante es que la inflación núcleo, es decir aquella que excluye la suba de precios regulados o los aumentos estacionales, también habría pegado un nuevo salto. Según un relevamiento efectuado por la consultora Elypsis, en febrero se habría ubicado en 1,9% (en particular por suba de alimentos), lo que deja escaso margen (o nulo) para que Federico Sturzenegger pueda avanzar con una nueva disminución de las tasas.
Más allá de los aumentos de tarifas, los ajustes de precios en alimentos y bebidas se aceleraron en febrero. Y esto complica los planes del BCRA de retomar la baja de tasas.
En la última licitación de Lebac, la tasa a 28 días se ubicó en 26,75%, medio punto menos que en la licitación de un mes atrás. Pero el rendimiento estuvo en línea con la tasa de mercado y no significó en realidad una variación en la política del BCRA.
Por otra parte, mantener las tasas elevadas es un elemento clave para evitar que el dólar continúe con su ritmo ascendente, luego del fuerte salto que dio entre diciembre y enero, cuando pasó de $17,50 a $20. La decisión ahora del equipo económico es estabilizar el tipo de cambio para no generar más inflación y tranquilizar a los inversores.
El sesgo de la política monetaria sigue siendo muy contractivo, es decir que las tasas están muy por encima de la inflación esperada. Según el Relevamiento de Expectativas de Mercado del BCRA, los analistas esperan que en los próximos doce meses el índice de precios crezca un 19,4%, por lo que la tasa de 27,25% sigue estando muy por encima de ese valor. El mercado cree que hay margen para seguir reduciendo la tasa hasta un rango de 24% a 25%. Pero no está claro en qué momento se retomará el sendero bajista.
Mientras tanto, aumentan los reclamos de las cámaras empresarias por el elevado costo del dinero que deben asumir las empresas, especialmente las pymes, para financiarse a través del sector bancario. Sucede que además el Central decidió eliminar de manera gradual a lo largo del año la Línea de Financiamiento Productivo, que obligaba a los bancos a prestar a una tasa del 17%. Desde el Gobierno explican que ese financiamiento barato ahora se puede obtener con nuevas líneas lanzadas por el BICE, un banco público que ahora está más enfocado en darle asistencia a las pequeñas empresas.