Gobierno vs sindicatos: las 3 claves de las negociaciones salariales para 2018

La vigencia de la cláusula gatillo, las contribuciones solidarias de los no afiliados y el principio de "ultraactividad" serán los ejes de la discusión paritaria

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Juan Carlos Schmid, Héctor Daer
Juan Carlos Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña de la  CGT

Por lo observado hasta el presente, la ronda de paritarias de este año se encamina a una confrontación entre el Gobierno y los sindicatos opositores. La próxima audiencia en el Ministerio de Trabajo es el 19 de este mes. Dos días antes de la convocatoria de Hugo Moyano a la 9 de Julio, el gremio de los Camioneros que lidera su hijo Pablo deberá comenzar la negociaciones salariales para acordar la suba del 2018 que ya iniciaron otros gremios, como Empleados de Comercio y La Bancaria. En el primer caso ya está casi cerrado un aumento del 15% sin la llamada cláusula gatillo, en tanto que en el segundo los bancarios piden una suma del 15% junto con esa condición.

En estas negociaciones las partes reconocen que hay tres aspectos fundamentales:

Cláusula gatillo

El primer aspecto es la eliminación de la cláusula gatillo, que será difícil de dejar de lado ya que al modificar a fin del año pasado las metas oficiales el Gobierno reconoce que será difícil cerrar este ciclo con una inflación del 15% anual  (número que se maneja como tope en las futuras paritarias).

Por otra parte, el informe del Banco Central de enero elevó del 17,4% al 19,4% la inflación proyectada para el 2018. La combinación de la suba del transporte, los combustibles, la electricidad, el gas, los peajes y el dólar que ocurrió en lo que va del verano dan cuenta que la inflación del primer trimestre del año podría superar el 6 por ciento, una cifra muy similar a las observada en el mismo trimestre del año pasado donde la inflación trepó finalmente al 24,6% anual

Maria Eugenia Vidal
Maria Eugenia Vidal

Por ese motivo, el próximo jueves será clave para el Gobierno. Los ministros de Educación y de Trabajo de la provincia de Buenos Aires comenzarán a negociar con el Frente Gremial Docente la pauta salarial para este año. Se trata del gremio que reúne a la mitad de los empleados públicos de la provincia y el que según el Gobierno marcará el número para el resto de las negociaciones salariales de los trabajadores del Estado y también del sector privado.

Según pudo saber Infobae, los funcionarios de la provincia de Buenos Aires tienen la orden de la gobernadora María Eugenia Vidal de ofrecer un 15% de aumento sin la cláusula gatillo que se utilizó el año pasado. Este es un mecanismo que el Gobierno impulsó el año pasado pero que ha resulto desterrar este año. "Creemos que hasta el 5 de marzo tendremos por lo menos unas 5 reuniones con gremios docentes para poder arreglar definitivamente, pero nuestro tope es el 15%, que es la meta de inflación para este año y así negociamos salarios sobre la inflación futura y no sobre la pasada y la intención es terminar con el 'gatillo' para evitar la indexación de la economía", manifestó a Infobae un funcionario que será parte de las negociaciones.

Por otra parte, desde el Gobierno creen que la figura del jefe del Suteba Roberto Baradel, la cara más visible de los gremios docentes, quedó bastante golpeada por su relación con el detenido ex líder del SOEME Marcelo Balcedo.

(Gentileza: El País)
(Gentileza: El País)

En las últimas semanas, Baradel se sacó una foto participando en el armado que quiere hacer el PJ y otra organizando la marcha del próximo 21 de febrero de Hugo Moyano.  En el gobierno bonaerense están preparados para que las clases arranquen con huelgas, pero sostienen que la gobernadora cuenta con un gran consenso para ganarle la pelea a los gremios docentes.

Contribuciones solidarias

El segundo aspecto que importa en las negaciones tiene que ver con la llamada contribución solidaria de los trabajadores que no están afiliados al sindicato al que se destina esa contribución extra que en algunos casos va del 1 al 2% del salario del trabajador directamente al sindicato. Es probable que la medida que aplicó el Gobierno contra el sindicato de La Bancaria liderado por Sergio Palazzo, uno los opositores al Gobierno, y que benefició a unos 45.000 empleados bancarios, pueda hacerse extensiva a más gremios en los próximos días.

A fines de enero el Gobierno publicó la Resolución 2-E/2018, que les recorta ingresos al sindicato de La Bancaria. El texto señala que "no corresponde continuar reteniendo la cuota de solidaridad del 1 % del salario a los trabajadores no afiliados" a ese sindicato. "Nuestras estimaciones son que por la cuota solidaria que se les retenía a los trabajadores del sector financiero que no están afiliados unos 500 millones de pesos al año, por ese motivo y de acuerdo a la resolución del ministerio de Trabajo desde enero decidimos no retenerles más ese porcentaje y estamos hablando de sueldos brutos en promedio de unos 60.000 pesos mensuales", manifestaron fuentes cercanas a ABA a Infobae.

"Es lógico porque la imposición del pago de un aporte o contribución de solidaridad sindical a los trabajadores no afiliados exige para su validez que el aporte tenga un objeto determinado y no vaya a recursos de manera indefinida, que tenga un monto razonable, que no se equipare con el importe que abonan los afiliados en concepto de cuota sindical y que tenga una limitación en el tiempo, sino implicaría una carga destinada a lograr una compulsiva afiliación", señaló a Infobae un experto abogado laboralista. "Lo que el Gobierno hizo al eliminar el aporte solidario compulsivo de los trabajadores que no están afiliados a La Bancaria lo podría extender a otros gremios en los próximos meses y creo que el concepto de cuota de solidaridad para alimentar la caja de los gremios desaparecerá en el futuro", completó el especialista.

(Prensa 1País)
(Prensa 1País)

Entre algunos de los gremios que retienen la cuota solidaria se encuentran la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina (Fatsa), comandada por Héctor Daer, la Federación Marítima Portuaria y de la Industria Naval de la República Argentina (Fempinra), encabezada por Juan Carlos Schmid; la Federación de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicios, Garages, Playas de Estacionamiento, Lavaderos Automáticos y Gomerías de la República Argentina (Foesgra), liderada por Carlos Acuña. Lo cierto es que los gremios de los tres sindicalistas que conducen la Confederación General del Trabajo (CGT) le descuentan a sus trabajadores la cuota solidaria pero hay muchos más en la lista.

Este descuento compulsivo lleva el sugestivo nombre de "cuota solidaria" y se aplica en casi todas las actividades, homologado por el Ministerio de Trabajo, en base al artículo 9° de la ley 14.250 de 1953. La "cuota solidaria" no se limita a los trabajadores. También hay "contribuciones solidarias" de los empresarios al sindicato. En muchos casos, en un mismo convenio se aprueban aportes "solidarios" de trabajadores y de empresarios a los sindicatos, de los empleadores a las cámaras empresarias o aportes solo de los trabajadores o de ambos a Institutos de Capacitación mixtos, dirigidos por sindicalistas y empresarios. "La mayoría de los empleadores prefieren hacer esos aportes, antes que el sindicato haga campañas de afiliación, entorpeciendo el normal funcionamiento de las empresas pero ahora con este Gobierno la situación parece que puede cambiar", manifestó a Infobae un empresario de una alimenticia.

Ultraactividad

Hasta aquí los dos primeros aspectos citados fijan la posición del Gobierno para negociar. ¿Cuál será la respuesta de los sindicatos? En este caso debemos señalar el tercer aspecto que será también clave en las negociaciones salariales. Ante esta revisión de los acuerdos salariales es probable que la mayoría de los sindicatos disidentes exijan la vigencia permanente de las cláusulas gatillo. "La palabra clave es ultraactividad, que es un término relacionado a la condición que sostiene la vigencia de los convenios colectivos de trabajo incluso después de su vencimiento hasta tanto sean reemplazados por un acuerdo nuevo", explica a Infobae un abogado laboralista y agrega que "la misma está consagrada por las leyes laborales como la 14.250 y la 25.877 y está en el artículo 13 explica que una convención colectiva de trabajo, cuyo término estuviere vencido, mantendrá la plena vigencia de todas sus cláusulas hasta que una nueva convención colectiva la sustituya, excepto que la convención colectiva vencida se hubiese acordado lo contrario".

El experto asegura que "los sindicatos opositores con la mención de este principio de ultraactividad alegarán que las cláusulas gatillo que fueron incorporadas en varias de las negociaciones más importantes del año pasado, como la de los bancarios, empleados de Comercio, los estatales de UPCN y los trabajadores de la UOCRA se mantendrán vigentes este año a pesar de la negativa del Gobierno en la medida que no sean sustituidas por acuerdos renovados".

Roberto Baradel (DyN)
Roberto Baradel (DyN)

En caso de que el sindicato observe que el Gobierno trabe las discusiones que no están en línea con el tope de aumento del 15%, se podría alegar la ultraactividad para poder validar la activación de las cláusulas de 2017 que permitieron compensar eventuales pérdidas por subas inflacionarias, y que deberían reajustar los sueldos de esos convenios cada mes al darse a conocer la suba del costo de vida. En referencia a los empleados bancarios, fuentes del Ministerio de Trabajo han manifestado que la ultraactividad es un concepto que rige para convenios colectivos pero no para acuerdos paritarios como los actuales.

Por el momento la negociación salarial con los gremios opositores es cada vez es más tensa. La eliminación de la cláusula gatillo, la decisión del Gobierno de terminar con la cuota solidaria y el principio de ultraactividad que podrían alegar los sindicatos disidentes serán tres aspectos claves de estas negociaciones.

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