Una protesta de transportistas de granos en Argentina deja a las compañías agroexportadoras y a los molinos que operan en el país sin mercadería para embarcar y procesar.
Andrés Alcaraz, vocero de de CIARA (Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina) y de CEC (Centro Exportador de Cereales), que representan a los agroexportadores, explicó que "esto es pérdida para el productor y para el acopiador, sin ninguna duda. Entonces estamos ante una situación crítica".
Un grupo de propietarios de camiones reclama un alza en el cuadro tarifario oficial para el transporte de granos y dificulta desde la semana pasada el tránsito de vehículos cargados hacia los principales puertos de Argentina, obligando a las exportadoras a embarcar más mercadería de lo que pueden reponer.
"Se trata de un grupo de camioneros autoconvocados y propietarios de camiones, que se autoescindieron de las organizaciones del sector que los representan, que son las que negocian este cuadro trarifario. Hay un tarifario indicativo referencial en vigencia, pero no es de uso obligatorio en el contrato entre partes, productor y transportista. Este sector pretende, como sucedía en épocas de mayor intervencionismo, que este cuadro tarifario sea obligatorio y no una referencia", explicó Alcaraz a Infobae.
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El vocero de las cámaras del agro indicó que las empresas exportadoras y las industrias de derivados "son el pato de la boda" en este conflicto, porque "no están recibiendo la materia prima tanto para vender el grano sin procesar como para producir aceites y harinas".
Añadió que en el conflicto están interviniendo el Ministerio de Trabajo y el Ministerio de Seguridad de la Nación, por cuanto confía en que se llegue a una solución en las próximas horas. "No somos el objetivo de la medida de fuerza, pero pagamos el pato", subrayó.
"Están actuando con violencia, piquetes, agresiones a los camiones, obligándoles a descargar la carga en la ruta. Pero la pérdida no es de los transportistas, si no de los productores y de la cadena comercial", lamentó Andrés Alcaraz.
Especificó que la falta de granos "impactó en una caída de actividad del 70% en el sector desde el jueves y que ahora alcanza al 90% de la comercialización, con una acumulación de barcos en el puerto e el incumplimiento de contratos internacionales. Todo el mundo el pierde".
El vocero de CIARA-CEC afirmó que de extenderse la medida de fuerza va producir una merma en la liquidación de dólares, en una época de alta demanda por turismo, y con perjuicio para la economía en general y no solo el agro.
Las pérdidas estimadas por los ataques a los camiones con carga son de unas 30 mil toneladas, mientras que por cada día de demora del barco exportador en el puerto se paga una penalización entre 15 mil y 30 mil dólares.
Los manifestantes actúan con violencia, piquetes, atacan a los camiones y obligan a tirar la carga en la ruta
En el complejo portuario de Rosario, donde se embarca el 80% de las exportaciones agrícolas y agroindustriales argentinas, el lunes ingresaron 798 camiones con granos a las terminales, menos de la mitad del flujo habitual en esta época del año.
Por otra parte, señaló Luis Zubizarreta, presidente de la Cámara de Puertos Privados Comerciales (CPPC), repudió enfáticamente una medida de fuerza de un denominado grupo de transportistas auto convocados en todo el país, que impiden desde el jueves 1º que los camiones accedan a las terminales. "El camino para los reclamos no puede ser la violencia ni la extorsión", señaló.
La falta de ingreso de camiones a los puertos impide renovar la mercadería almacenada que permite hoy por hoy cargar buques, por lo que en los exportadores se ven imposibilitados de cumplir sus obligaciones con los compradores extranjeros, lo que trae importantes sobrecostos a la operatoria, más litigiosidad y mala reputación para el país, lo que se denomina "puerto sucio", en la jerga comercial.
"La gravedad de la situación provocará la disminución en el ingreso de divisas para el país, a raíz de la virtual paralización de plantas y terminales agroindustriales, con la posibilidad, si la medida se extendiese, de suspensiones a sus trabajadores por falta de materia prima para poder operar", enfatizó Zubizarreta.
REPUDIO A LA VIOLENCIA
Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y la Bolsa de Cereales de Buenos Aires también se sumaron al repudio contra el reclamo violento.
CRA afirmó que el país asiste "a escenas violatorias del libre tránsito, del derecho de propiedad, del respeto a la ley y con fuerte impronta de desorden social, todo ello vinculado a la producción de granos en Argentina". Consideró que también hay "una Justicia ausente que ve los hechos como si no fuera su obligación repararlos", cuando "tiene el rol de ordenar los reclamos en el marco del derecho".
En tanto, La Bolsa de Cereales expresó su "profunda preocupación ante los hechos de violencia provocados por transportistas denominados 'autoconvocados', en el marco de una inusitada medida de fuerza, que incluye piquetes en las principales rutas del país". También alerto que "una supuesta discusión sobre tarifas esconde un avance sobre la libre contratación, alentando prácticas corporativas ajenas al espíritu democrático".
En el mismo sentido, desde la Cámara Argentina de Biocombustibles (CARBIO) precisó que por el bloqueo se producirán incumplimientos con exportaciones ya pactadas, poniendo en riesgo los mercados del biocombustible. Asimismo, la entidad repudió la "violencia y el procedimiento extorsivo de esa medida de fuerza, que afecta a la exportación de biocombustibles".