Cada Navidad, desde 2013, The Economist elige al "país del año", sobre la base de los logros en el año previo, excluye a las grandes naciones, como los EEUU y China, porque considera que "serían difíciles de vencer". Por tanto, la evaluación se concentra en los Estados, de cualquier tamaño, que haya mejorado notablemente en los últimos 12 meses, o haya hecho algo que fuera mundialmente reconocido.
En su cuarta evaluación apareció ternada la Argentina, junto a Francia y Corea del Sur.
Los periodistas de la prestigiosa revista británica justificaron la mención, en las reformas que encaró en el primer año del Gobierno de Mauricio Macri, "algunas dolorosas", para restaurar la solvencia fiscal después de años de populismo derrochador bajo la gestión de Néstor Kirchner.
Resultaron determinantes “las reformas que encaró en el primer año del Gobierno de Mauricio Macri, ‘algunas dolorosas’, para restaurar la solvencia fiscal después de años de populismo derrochador”
Los cambios fueron sustanciales en 2016, como la eliminación de la mayor parte de las retenciones a las exportaciones; el levantamiento del cepo cambiario y las restricciones sobre exportaciones e importaciones; junto con el comienzo de la recomposición de los cuadros tarifarios de las empresas de servicios públicos; así como fijar metas descendentes de inflación y de déficit fiscal; junto a la vuelta a la participación en grandes foros internacionales en busca de inversiones y de financiamiento para reemplazar el impuesto inflacionario.
Los resultados de las reformas no fueron positivos en 2016; el PBI cayó, la inflación se aceleró; se destruyeron empleos; y se perdió el superávit comercial, además del aumento de la deuda pública. Pero, el cuadro cambió en 2017, con el exitoso blanqueo de activos; la Ley de Reparación Histórica a los Jubilados; y la reactivación de la actividad y el empleo, aunque aún de modo heterogéno.
Más aún, porque en este punto destaca The Economist "en las elecciones de medio término de octubre, Cambiemos y sus aliados salieron fortalecidos, lo que sugiere que la mayoría de los argentinos ya no son engañados por estadísticas falsas y la promesa de dinero gratis. A pesar de las protestas violentas de la última semana", en repudio de unas minorías legislativas, y más aún de la población al cambio del régimen previsional.
Fortalezas de Francia y Corea del Sur
Pero esos logros perdieron peso, cuando los periodistas los compararon con los avances, también relevantes que registraron Corea del Sur y Francia .
El primero porque "tuvo un año extraordinario, soportando las amenazas de su vecino del norte con misiles que alteraron la calma mundial". Esto no es del todo nuevo-Corea del Norte ha prometido inmolar al Sur por décadas-pero las tensiones aumentaron alarmantemente este año, cuando el presidente Donald Trump y Kim Jong Un intercambiaron burlas, llamándose "cohete" y "desquiciando mentalmente a los estadounidenses". Y, además, tuvo capacidad para dar "grandes pasos hacia la limpieza de su política interna a pesar de vivir bajo la constante amenaza del apocalipsis nuclear".
Mientras que el país galo "desafió todas las expectativas". Emmanuel Macron, un joven ex banquero que no tenía respaldo de los partidos tradicionales, ganó la presidencia. Luego, su partido "aplastó a la vieja guardia para ganar la mayoría de los escaños en la Asamblea Nacional". Y dio esperanza a aquellos que piensan que la vieja división izquierda-derecha es menos importante que la abierta y cerrada, e hizo campaña por un país abierto a las personas, los bienes y las ideas del extranjero, y al cambio social en el hogar.
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