La mínima movilidad del tipo de cambio, las altas tasas de interés y la virtual ausencia de cambios en los precios administrados, ratificaron que noviembre, en términos de inflación fue un clásico "mes de paso", que facilitó que por segunda vez consecutiva el Indec midiera una tasa de 1,4%, y en el rango de las mediciones anticipadas por las consultoras privadas y por el Instituto de Estadísticas de la Ciudad de Buenos Aires que arrojó 1,3 por ciento.
Significó la segunda desinflación consecutiva, después de 1,9% que el Indec midió en septiembre; y también representó una baja de dos décimas de puntos porcentuales en comparación con igual mes del año previo.
De ese modo, si bien la tasa acumulada en los primeros 11 meses del año superó con creces la meta techo que se fijó el Banco Central para todo 2017 de 17%, al ubicarse en 21% –y en los pasados doce meses fue de 22,7%–, cierra el ejercicio con una clara desinflación respecto del 40% del año anterior.
La meta techo anual del Banco Central del 17% ya fue superada en cuatro puntos porcentuales, y terminaría con un desvío del orden de siete puntos porcentuales
La desagregación de la inflación Indec de noviembre por categoría arrojó 1,7% para los productos estacionales, 1,5% los regulados y 1,3% la núcleo, esto la no afectada por los componentes anteriores. Respecto del inicio del año esos índices subieron 27,1%, por la política oficial de recortar subsidios y llevar los precios y tarifas de servicios públicos a valores próximos a los costos de producción; 21,1% los cíclicos y 19,1% la núcleo, la más cercana a la meta del Banco Central.
A nivel de regiones la menor tasa de alza de precios al consumidor se anotó en el área del Gran Buenos Aires con 1,2%, con 1,3% en la Ciudad y menos de 1,1% en el resto del distrito; mientras que la más alta el Indec la registró en la zona Pampeana y Cuyo con 1,6 por ciento.
Mientras que por rubro, sobresalió el incremento de 3% del índice Transporte y 1,8% Restaurantes y hoteles. En el extremo opuesto se destacó la estacionalidad baja de Educación que determinó una suba de 0,3%; y 0,7% Comunicación y Recreación y cultura.
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Semejante recorte de la tasa interanual responde, en la óptica de los monetaristas, a la desaceleración que entre junio y noviembre de 2016 acusó la expansión de la circulación de dinero, a un ritmo de 20% a 23% en los pasados doce meses.
La mala noticia es que con esa lógica, y con el agregado de un nuevo repunte esperado en la tasa mensual de inflación de diciembre a un rango de 2,3% a 2,8% por efecto de la suba del 6% en los combustibles y de las tarifas de los servicios públicos de luz 70% y gas 58%, como ajustes promedios, más el componente estacional de las tarifas vinculadas con los servicios turísticos y los gastos por las fiestas de fin de año, la tasa de incremento de la circulación monetaria de más del 30% en los últimos meses proyecta una inquietante aceleración de la inflación entre 8 y 12 meses vista.
En diciembre subieron 6% los combustibles; 70% la luz; 58% el gas, y se agregarán los estacionales de turismo y esparcimiento y los vinculados con las fiestas de fin de año
Si bien bien una tasa superior a 2,6% como se anotó en abril, podría convertir a diciembre en el mes con mayor inflación desde el pico de 3,1% registrado en junio de 2016, por ahora las estimaciones de mercado son cautas en anticipar ese escenario, y se espera que tanto la autoridad monetaria como las de Hacienda decidan reencauzar las variables a su cargo para que la inflación descienda a un rango de 15% a 17%, nuevamente muy superior a la meta objetivo de 10%, más menos dos puntos porcentuales que se fijó el Banco Central de la República Argentina.
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