El Gobierno buscará destrabar conflictos con las exportaciones durante el G20

Francia con los alimentos, China con el aceite y EEUU con el biodiésel son barreras que el mundo le puso a la Argentina en los últimos años. Cómo se complementa con la OMC

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El canciller Jorge Faurie, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne (Adrián Escandar)
El canciller Jorge Faurie, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne (Adrián Escandar)

El comercio internacional no es el corazón del foro del G20. Pero la Argentina no puede desaprovechar la oportunidad. Y ya dejó claro que no lo va a hacer. En un mundo cada vez más proteccionista, el país ya asumió la presidencia del foro del G20, y durante 366 días, utilizará esa plataforma para instalar un tema global con fuerte efecto en la Argentina.

Mauricio Macri usará la cumbre en Buenos Aires no solo para defender la integración comercial y rechazar el proteccionismo, sino también para lograr beneficios en relaciones diplomáticas y comerciales para el Mercosur, y avanzar en acuerdos con México y Chile.

El mundo está cada vez más cerrado y las exportaciones del país lo sufren. Más allá del déficit comercial de USD 6.000 millones en 2017, hay casos concretos que demuestran las dificultades. Las barreras más recientes fueron las sanciones a la exportación de biodiésel argentino a los Estados Unidos –con la mirada proteccionista de Donald Trump y el America First–, mientras que la entrada de alimentos argentinos choca con las barreras de Francia y el aceite con las de China. Esas grandes economías estarán sentadas en la mesa del G20, y Macri deberá ajustar ese interés nacional en la agenda de los grandes países. Es que ante todo, el sherpa del G20, Pedro Villagra Delgado, lo dejó bien claro: "La presidencia del G20 fija la agenda".

Nicolás Dujovne, ministro de Hacienda, respondió de forma directa ante la consulta de Infobae en la conferencia de prensa tras el lanzamiento oficial del G20. "Desmantelar los esquemas de protección para los productos que exporta la Argentina tiene que ver más con la OMC, pero el G20 es el lugar ideal para seguir reafirmando los beneficios de una mayor integración comercial", dijo el ministro, que recibía las miradas de aprobación del jefe de Gabinete, Marcos Peña, y del canciller Jorge Faurie.

Y sobre todo, Dujovne puso la lupa en los "productos agrícolas", justamente a los que EEUU, China y Francia ponen dificultades para entrar. Faurie adelantó que esa conversación comenzará pronto en la reunión de ministros de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que también se llevará a cabo en Buenos Aires en pocos días. "Hay que afianzar las reglas para que todos los países puedan acceder a los mercados, y reducir subsidios a la agricultura y a la pesca para mejorar el acceso a los productores", agregó.

Con la seguridad alimentaria como uno de los tres temas clave del G20 en Argentina, el país cobra un protagonismo particular al tener la capacidad de producir alimentos para 400 millones de personas. Y según Faurie, esa capacidad se podría ampliar a 200 millones de personas más. 

En América Latina, cuidar la relación con Brasil es para Macri una carta primordial, sobre todo cuando se busca cerrar un acuerdo político Unión Europea-Mercosur antes de que finalice el año. Al mismo tiempo, sabe que no se puede ser "Brasil-dependiente", y es por eso que ya se está trabajando en una relación comercial más profunda con México.

Macri tiene en agenda un viaje a México el año que viene, y el mandatario Enrique Peña Nieto podría volver a la Argentina, antes de las elecciones presidenciales en ese país. ¿El próximo paso? Estructurar cómo juega la Argentina con Chile en la Alianza del Pacífico, para acoplar las necesidades del país fronterizo con los intereses locales. Si bien Chile no forma parte del G20, el Gobierno lo eligió como país invitado en esta cumbre.

Con tantos países y líderes en un solo lugar, si el Gobierno usa la estructura del multilateralismo a su favor tendrá una ventaja competitiva. Si bien los documentos finales de estas cumbres a veces tienen objetivos muy ambiciosos que no se cumplen siempre en los plazos previstos, la idea principales es que empuje a los países de menor fortaleza en las relaciones de poder para generar mayor equilibrio. Y esta vez, la Argentina tiene la palanca.

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