Un comunicado oficial del Departamento de Comercio de los Estados Unidos, que comanda Wilbur Ross, confirmará en las próximas horas que las negociaciones para que el biodiésel argentino vuelva a ingresar sin barreras tributarias a la primera economía del mundo fracasaron.
El gobierno de Donald Trump establecerá sanciones definitivas sobre el producto que se exporta a los EEUU, luego del último viaje relámpago de funcionarios argentinos a Washington, durante la semana pasada. Esta confirmación al freno a las ventas argentinas por USD 1.200 millones anuales se iba a conocer el 6 de noviembre, pero en un giro diplomático, quedó postergado hasta que el presidente Mauricio Macri vuelva a territorio argentino desde Nueva York, en un viaje para promocionar el país ante inversores y empresarios.
La decisión de Macri ya es definitiva. Si con una próxima presentación en Washington no logran un acuerdo, el Gobierno presentará una demanda oficial ante la Organización Mundial de Comercio (OMC). El reclamo privado del lobby norteamericano es doble: las investigaciones se iniciaron por dumping y por subsidio. Ambas medidas son hasta hoy transitorias, y establecen fuertes aranceles del 57% en el primer caso, y del 54,36% al 70,05% en el segundo caso.
El Gobierno está convencido de que el conflicto se desató cuando la empresa norteamericana ADM (Archer Daniels Midland), fundada en Minneapolis y que tiene una filial en el país, intentó comprar sin éxito una compañía local. Fuentes de la delegación argentina que acompañó a Macri a Nueva York aseguraron que no pudieron identificar a esta segunda empresa.
Otra demanda a la OMC
Esta demanda ya había sido presentada por el país ante la OMC por un conflicto con la Unión Europea (UE), del cual la Argentina salió airosa. "Pero esa demanda lleva tres o cuatro años para una solución", confiaron fuentes cercanas a empresas argentinas a Infobae.
Una parte de ellas pasaría a terreno definitivo con el próximo comunicado del gobierno de Trump, luego de que las empresas no aceptaran la oferta argentina. La propuesta había sido doble: sobre subsidio, el Gobierno ofreció aplicar una retención del 15% desde 2018: hoy este producto no tiene retenciones. El lobby americano quería retenciones al 27% -como tiene hoy el aceite de soja- pero Macri dijo que no.
Sobre la demanda de dumping, se buscó negociar cupos, es decir, las cantidades de toneladas exportadas a los Estados Unidos.
El Gobierno sostiene que el conflicto se desató cuando la empresa ADM, fundada en Minneapolis, intentó comprar sin éxito una compañía argentina.
"Tampoco el biodiésel es el fin del mundo", dijeron fuentes cercanas al Presidente cuando Infobae preguntó respecto a las diferencias que hay entre la Argentina y los EEUU.
La mirada oficial es que las empresas del sector son modernas, con entre 20 y 30 empleados cada una, y, si no pueden exportar biodiésel a EEUU, podrán exportar aceite de soja. En cambio, la importancia al biodiésel se atribuye a la relación que posee el producto con el precio internacional de la soja.
Si bien las demandas e investigaciones son entre privados, ambos gobiernos abrieron instancias para negociar durante este año. Si la última negociación no avanza en Washington, se terminará de confirmar la preocupación de Macri: que el capítulo comercial con Trump sigue trabado.
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