WASHINGTON.- La expectativa de un resultado electoral favorable al Gobierno venía apuntalando el interés de los inversores norteamericanos ya desde antes de las PASO, celebradas en agosto pasado. Pero faltaba que a la Casa Rosada se le despejara el horizonte político para que la Argentina apareciera con más nitidez en ese radar ultra sensible a riesgos y amenazas. Más aún, faltaba que la Casa Rosada mostrara las cartas con que jugará en la etapa que se abre ahora para la gestión de Mauricio Macri. Las incógnitas dejaron de serlo en la última semana.
Aunque persisten dudas y resquemores por la lógica pendular de los procesos políticos en la Argentina, inversores, consultores y diplomáticos argentinos y norteamericanos creen que el país está ante una oportunidad histórica. Confían en general en el rumbo de las reformas que encara el Gobierno y se ilusionan con que, tras una década de políticas erráticas, hay por fin terreno fértil para los negocios. Nadie quiere perderse ese tren.
"El resultado de las elecciones les dio un mayor grado de seguridad a los inversores. La posibilidad de una reelección es ahora más alta y la continuidad de las políticas es lo que ellos buscan¨, comentó a Infobae Benjamin Gedan, director del recién lanzado Argentina Project, una iniciativa del Wilson Center de Washington que es en sí misma un indicio del renovado interés en el país. Para Gedan, en el cálculo empresario apareció el mediano plazo. Y quizá también el largo plazo, una novedad en el clima de negocios.
Macri viajará en los próximos días a Nueva York precisamente con el propósito de "vender" ante inversores de este país, principal economía mundial, el paquete de medidas fiscales, laborales y previsionales que buscará implementar en la segunda parte de su mandato. Quiere aprovechar el impulso del resultado electoral. Aunque Estados Unidos es ya el primer inversor en la Argentina, con casi 22.000 millones de dólares, en el Gobierno entienden que el potencial es enorme y que muchos hombres de negocios tienen los ojos puestos en el país.
"Es un momento ideal para acercarse a los inversores", afirmó a Infobae Pablo Rodríguez Brizuela, a cargo de la Sección Económica y Comercial de la embajada argentina en esta capital. La sede diplomática de la avenida New Hampshire es un lugar de encuentro para los hombres de negocios y sus consultas sirven de termómetro. "Estaban esperando a ver cómo seguía el programa de gobierno y cuánto apoyo obtenía este programa en las urnas", evaluó el diplomático. Octubre puede haber marcado un punto de inflexión.
Sectores como energía renovable y convencional, infraestructura, agua, transporte e industria automotriz figuran al tope del interés de los inversores norteamericanos. Pero también las cadenas estadounidenses de venta mayorista quieren elevar su perfil en el país y otro tanto las empresas de tecnología de la información (IT). El crecimiento del consumo es un dato que consideran alentador, así como las oportunidades en agronegocios y las que el mayor acceso al crédito abre en el rubro de los desarrollos inmobiliarios. Las consultas más frecuentes en esta capital se orientan en esas direcciones.
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"Como he dicho durante los últimos dos años, la Argentina está levantando cabeza y surgen muchas oportunidades de inversión. Hace dos semanas GM anunció una inversión de US$ 500 millones, y esta semana United Airlines inauguró un nuevo vuelo sin escalas a Nueva York", dijo a Infobae Noah Mamet, el ex embajador de Estados Unidos en la Argentina, ahora volcado a los negocios y el asesoramiento en inversiones. "Todas las semanas hay nuevos anuncios de empresas estadounidenses, soy muy optimista en cuanto a la estabilidad de largo plazo, sobre todo luego de las elecciones, en que las reformas pro mercado de Macri recibieron un fuerte respaldo", se entusiasmó el ex diplomático.
"El clima de negocios cambió y eso se nota en los eventos y misiones comerciales, en las consultas de potenciales inversores, en la convocatoria que tienen las visitas de funcionarios", coincidió Emilio Bunge, consultor de Washington en el desarrollo de negocios en mercados emergentes. En En este sentido, el especialista sostuvo que ese mejor clima también tiene que ver con los procesos licitatorios más transparentes. "En ferrocarriles, los valores de las obras bajaron un 40%", ejemplificó.
Según Gedan, lo que más mira el inversor estadounidense son los consensos políticos. Es decir, que exista en el país "un programa de ideas aceptado por los grandes partidos". O al menos por Cambiemos y una parte importante del peronismo.
Ahí es donde algunos todavía ven nubarrones. "Más allá de las buenas noticias electorales que tuvo el Gobierno, el futuro sigue siendo incierto en Argentina: la oposición que representa Cristina Kirchner tiene una visión totalmente distinta y un nuevo cambio de rumbo, con un retorno del populismo, seguirá siendo una posibilidad mientras no haya un consenso general", sostuvo el director del Argentina Project.
"El sector privado internacional confía en Macri y en sus propuestas, pero no confía en el sistema político argentino", sintetizó Gedan. Las razones son históricas. Bunge suscribió esta visión: "Estamos en el primer punto en la larga línea de crear previsibilidad".