Un viaje relámpago de tres funcionarios del Gobierno a Washington para destrabar las sanciones al biodiésel confirmó lo que ya sabían: las empresas norteamericanas siguen exigiendo que el país le aplique fuertes retenciones al producto nacional a cambio de levantar dos sumarios internos que frenan esas exportaciones a EEUU por USD 1.200 millones.
El secretario de Comercio, Miguel Braun, mantuvo su postura en una reunión con su par norteamericano Wilbur Ross: dijo que eso no estaba sobre la mesa de negociación, en ninguna circunstancia, según confirmaron altas fuentes oficiales a Infobae. Es que la National Biodiesel Board (NBB) reclamó que la Argentina le aplique retenciones al biodiésel del 27% –como al aceite de soja– para archivar sus dos reclamos respecto a subsidios y dumping, que fueron aceptados sin discusión por el gobierno de Trump.
Aunque el conflicto es entre privados, los dos gobiernos hablan por teléfono y se reúnen con frecuencia con el objetivo de desactivarlo. El gobierno de Cambiemos buscó con este viaje un "acuerdo de suspensión" para que el conflicto no estalle nuevamente el 6 de noviembre, cuando el presidente Mauricio Macri llegue a los EEUU en un viaje para promocionar al país ante los grandes líderes financieros y empresarios en Nueva York.
Esa fecha habrá otra definición sobre el biodiésel argentino que publicará oficialmente la secretaría de Ross, para saber si algunas sanciones pasan de transitorias a definitivas. Y precisamente, los enviados a Washington no quieren que esa noticia tiña la gira que Macri hará por 72 horas en Manhattan para rectificar que la Argentina es un país confiable.
Braun viajó a Washington junto a Horacio Reyser, secretario de Relaciones Económicas Internacionales, y Shunko Rojas, subsecretario de Comercio Exterior, quienes además mantuvieron reuniones en la Oficina del Representante de Comercio de los Estados Unidos (USTR).
Luego del fuerte lobby de privados norteamericanos, el Departamento de Comercio hizo una investigación paralela y estableció derechos por un promedio del 57%, con el argumento de que las exportaciones argentinas estaban subsidiadas. Eso fue a fines de agosto. La segunda sanción se aplicó el 23 de octubre con aranceles antidumping preliminares que van del 54,36% al 70,05 por ciento.
Retenciones en la lupa
Luis Zubizarrieta, presidente de la Cámara Argentina de Biocombustibles (CARBIO), se encuentra también en los EEUU para estar al tanto de las negociaciones y defender las exportaciones por USD 1.200 millones, que hasta la llegada de Trump a la Casa Blanca se mantenían a un ritmo constante.
Zubizarrieta sabe que será difícil cambiarle la posición a Trump y espera conseguir una posición intermedia que no impacte en las exportaciones de su sector.
Si bien el Gobierno rechazó elevar las retenciones del cero al 27% para el biodiésel, no descarta aplicarle derechos de exportación de en torno al 15% a partir del año que viene, que es lo que está pagando ahora la exportación de soja. Si el Gobierno toma eta decisión, será a partir del 1 de enero de 2018, cuando se produce un cambio en la estructura arancelaria.
Con todo, desde el sector aceitero explicaban en el foro de empresarios del G20 en la ciudad de Rosario que si finalmente los EEUU imponen sus sanciones, la solución para los exportadores de biodiésel será trasladar sus volúmenes al mercado europeo, donde la Argentina no tiene ningún tipo de límites de cantidad.