Una suba de impuestos a vinos, cervezas y gaseosas podría trasladarse a precios

La suba de las alícuotas a impuestos internos preocupa a economías regionales y suma asperezas con las provincias. Los vehículos de gama media y electrodomésticos bajarían de precio

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Argentina tiene una gran variedad
Argentina tiene una gran variedad de vinos, con diferentes sabores y precios (iStock)

La reforma tributaria no dejó a toda la mesa de empresarios contentos, ni mucho menos tranquilos. Aunque el Gobierno anunció que los cambios implicarán un costo del 1,5% del PBI –ergo, menos presión impositiva- la suba de alícuotas a productos como los vinos, cervezas, espumantes, sidras, bebidas espirituosas como el whisky y las gaseosas generó preocupación en esos sectores.

Por lo tanto, ya se alistan a pedir explicaciones no solo al ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, sino también a los gobernadores de las provincias y regiones donde están instaladas las empresas. Es que muchas creen que si se avanza con el proyecto, deberían trasladar a precios esta suba impositiva, y el consumidor sentiría el impacto.

Las cervezas que pagan una alícuota del 8% pasarían a pagar 17%, el whisky y el coñac (junto a otras bebidas blancas) tendrán una suba del 20 al 29% de la alícuota, los espumosos y champaña tendrán una suba gradual hasta el 17% (hoy no paga nada) y los vinos y sidras, que en la actualidad tampoco pagan, tendrían suba gradual hasta un 10% de alícuota nominal.

El jaque lo tendrán las bebidas con azúcar añadido, con una alícuota que subirá al 17%. A contramano, las gaseosas y otras bebidas sin azúcar no pagarán alícuota, pero hay que considerar que la mayor facturación de las empresas del sector proviene de la primera tanda de gaseosas.

La Cámara Argentina de la Industria de Bebidas sin Alcohol (CADIBSA) rechazó el aumento del impuesto a las bebidas azucaradas, y advierte que ya hoy "el 50% del precio que paga un consumidor de una bebida sin alcohol corresponde a impuestos".

Y agregó: "Un impuesto de estas características resulta distorsivo y discriminatorio, ya que impacta en una categoría en particular". Esta asociación agrupa a empresas como Coca-Cola, Pepsi, Aguas Danone y Eco de los Andes, entre otras.

"Nadie nos alertó sobre el tema. Lo vemos con mucha preocupación, no han entendido que esto va a afectar la demanda de vino y se van a terminar abandonando viñedos. Esto pasa seguro si se aplica un impuesto", aseguró Gastón Pérez Izquierdo, CEO de Catena Zapata.

Hacia delante, el empresario adelantó que las organizaciones del sector comenzarán a juntarse con gobernadores para buscar "eliminar la propuesta", porque tanto "el 2016 y 2017 fueron las peores cosechas de la historia por cuestiones climáticas".

Las bebidas sin alcohol pagan impuestos Internos de distinto tipo. Por ejemplo, las aguas abonan un 4%: esa alícuota se eliminaría, de acuerdo a la propuesta oficial. Y si no tienen azúcar agregado, el mismo camino recorrerían las bebidas que tienen más de 10% de jugo en su composición, que puede ser de limón o las saborizadas con jugo de naranja, manzana o pera. El 8% actual pesa para las gaseosas sin jugo. Si tienen azúcar añadido, subirían al 17 por ciento.

Pablo Fazio, CEO de la marca de cerveza Otro Mundo, destacó en diálogo con Infobae el "carácter regresivo" del impuesto que observan desde el sector, y estima que tendrá un impacto negativo en el consumo y las inversiones. "Somos parte de un fenómeno que no dejará de crecer, pero creemos que esta medida no se justifica desde el punto de vista de la recaudación y el equilibrio fiscal", agregó.

Alícuotas que bajan

No todo va para arriba: hay modificaciones de alícuotas nominales que representarán baja o dejarán de existir para una lista de productos. Los celulares, los televisores y los monitores le dieron una buena noticia a fabricantes y ensambladoras locales: la alícuota bajará del 17% al cero por ciento. Sin embargo, fuentes del sector de retail aseguraron a Infobae que la "alícuota actual" es confusa, ya que en realidad para esos productos se ubica por encima del 20%, y para los que se ensamblan de Tierra del Fuego, está en un 7,5 por ciento.

Los autos entre $380.000 y $800.000 no pagarían más alícuota, y las motos de entre $70.000 y $140.000 tampoco. Actualmente, ambos impuestos internos son del 10% para los vehículos de gama media.

Del otro lado, la alícuota subirá del 10 al 20% para aeronaves, embarcaciones mayores a los $430.000 y motos de gama alta de más de $140.000. La principal duda del sector automotor es si los valores se actualizarán con la inflación, ya que si no, puede provocar que los precios de gama media y alta se pisen entre sí.

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