Como ya sucedió el año pasado, una misión del FMI encabezada por Roberto Cardarelli, a cargo del departamento de Sudamérica del organismo, visitará la Argentina para evaluar la marcha de las cuentas públicas.
Los resultados de las distintas reuniones que mantengan quedarán reflejadas seguramente hacia fin de año en un reporte dentro del denominado Artículo IV. A través de este paraguas, el FMI audita la situación económica de todos los países miembro. En el caso argentino ese informe no es vinculante ni significa que deba adoptarse alguna de las sugerencias brindadas por el organismo, ya que no hay un programa vigente.
Esta semana habrá varias reuniones de los técnicos con funcionarios del Banco Central y está previsto que al menos en uno de esos encuentros participe el titular de la autoridad monetaria, Federico Sturzenegger. Allí se repasarán las metas de inflación establecidas y los pasos futuros para conseguir una desaceleración de precios en los próximos años hasta llegar a un dígito.
Recién para fines de la otra semana, en principio el jueves 9, está agendado un encuentro con el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. La situación del déficit fiscal y el plan para ir achicando ese rojo a partir del año que viene figurará como uno de los temas principales de esa agenda. También hay un encuentro previsto con el ministro de Finanzas, Luis Caputo.
Es probable que el organismo también solicite encuentros con economistas, empresarios y sindicalistas para contar con distintos puntos de vista sobre la situación del país y los desafíos que hay por delante en materia económica.
En su último reporte, el Fondo vaticinó que la economía argentina crecerá 2,5% este año y una cifra similar el próximo. Así se mostró más cauto que la mayoría de las consultoras y bancos de inversión, que esperan una expansión cercana al 3% y de 3,5% el próximo.
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