Chau "herencia": los mercados se pondrán ahora más exigentes con el Gobierno

El temor a un regreso de Cristina Kirchner quedó atrás. La mirada desde hoy estará puesta en la baja del déficit fiscal, de la inflación y en las reformas estructurales

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El ministro de Hacienda, Nicolás
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, tendrá la responsabilidad de impulsar los temas de agenda, principalmente la reforma tributaria (Maximiliano Luna)

La contundente victoria obtenida por el Gobierno en las elecciones legislativas sepulta definitivamente la mirada sobre la famosa "herencia recibida". El respaldo de las urnas obligará a la Casa Rosada a avanzar con rapidez en los grandes desafíos que tiene por delante, pero con la mirada puesta en cumplir con dos objetivos principales: consolidar la incipiente recuperación económica y seguir reduciendo la pobreza.

La economía jugó un rol a lo largo de todo el proceso electoral y claramente favoreció a las aspiraciones del Gobierno. La campaña arrancó en junio, cuando recién comenzaban a vislumbrarse los "brotes verdes". Era el momento en que la oposición hacía hincapié en el ajuste para pedir un voto castigo. Ya a mediados de agosto –cuando se realizaron las PASO- era evidente que había quedado atrás la recesión y que la actividad iba tomando más impulso, incluyendo a sectores más golpeados como la industria.

Pero las legislativas encontraron a la economía en su mejor momento. Es probable incluso que estos niveles de crecimiento interanual superiores al 5% no se repitan en el futuro cercano. Y la expansión del crédito hipotecario –de la mano del ajuste con UVA- resultó un dato inédito que dejó en un segundo plano la preocupación por un consumo masivo que tardó más tiempo en despegar que el resto de las variables macro.

Argentina no fue Venezuela y ayer se alejó más del populismo. Pero los mercados ahora quieren saber si el Gobierno es capaz de consolidar el crecimiento y atraer inversiones productivas

La normalización del Indec; la eliminación del cepo cambiario; la salida del default; y la normalización tarifaria; eran los temas que aparecían en la agenda de Cambiemos ni bien asumió en diciembre de 2015. Ahora los temas que deberán abordarse no serán tan urgentes y posiblemente conlleven menos riesgos. Sin embargo, los mercados exigirán que se avance rápidamente en las reformas necesarias para captar más inversiones y mejorar la competitividad de las empresas.

Principio de anticipación

La baja del riesgo país y la espectacular suba de las acciones a lo largo del 2017 ya venía adelantando desde las PASO el triunfo del oficialismo, que terminó siendo incluso mayor al estimado en la previa. Ahora los inversores van a ir por más.

Ya no es la expectativa de una consolidación de Cambiemos la que impulsará el precio de los activos argentinos. Ni el dólar ni los bonos dejarán de moverse al compás de las encuestas o la posibilidad de un regreso de Cristina Kirchner. Serán los resultados concretos que consiga la política económica los que ayudarán a consolidar el apoyo de los inversores.

Con más cantidad de diputados y senadores, Cambiemos tendrá que discutir con una menor cantidad de bloques legislativos para aprobar leyes claves que están pendientes

Será Nicolás Dujovne quien adquiera un mayor protagonismo dentro del Gabinete hasta fin de año. Y quien será el encargado de dar las señales que los mercados están esperando. El Congreso seguramente tendrá más trabajo hasta fin de año de todo lo que tuvo en estos primeros diez meses del 2017.

El ministro de Hacienda será el elegido para impulsar varios temas de la agenda. Sobre él recae la necesidad de aprobar el proyecto de Presupuesto 2018. Los inversores quieren ver si finalmente el año próximo se cumplirá con la promesa de empezar a bajar el déficit de las cuentas públicas. En forma paralela, también deberá avanzar el proyecto de responsabilidad fiscal para que las provincias también le pongan un límite al aumento del gasto.

Los empresarios le anticiparon al
Los empresarios le anticiparon al Presidente su preocupación por la necesidad de una profunda reforma tributaria (Adrián Escandar)

Una de las señales más fuertes que se intentará dar seguramente antes de fin de mes es la presentación del proyecto final de reforma tributaria. Tal como se reflejó en la encuesta realizada en el Coloquio de IDEA, es el tema que hoy más preocupa a los empresarios. Los cambios serán sin embargo en cámara lenta, pero se hará hincapié en la reducción gradual de impuestos distorsivos, arrancando con Ingresos Brutos.

La gran cantidad de diputados y senadores que sumará Cambiemos también le da un espaldarazo para aprobar las leyes que precisa. Si bien no tendrá mayoría en ninguna de las dos cámaras, tendrá que negociar con menos bloques para conseguir el resultado. Se supone que esa mayor holgura permitirá avanzar con algunos proyectos pendientes, como la ley de mercado de capitales que viene esperando su turno desde fines del año pasado. Algo parecido sucede con los cambios en el mercado laboral, aunque el Gobierno ya explicitó que no lo encarará con un megapaquete legislativo, sino que apostará a las negociaciones por gremio.

Desde ahora, los mercados dejarán de ponderar que la Argentina finalmente se salvó de ser Venezuela. Y querrán saber hasta dónde llegará la consolidación del cambio. La baja del déficit fiscal y de la inflación serán dos pruebas claves para el 2018. Por lo pronto, es casi unánime la visión de que el año que viene la economía crecerá más que en el 2017, entre 3,5% y 4 por ciento.

La llegada de inversiones reales -para energía, real estate o infraestructura- será lo que marcará el verdadero termómetro sobre la confianza que despiertan las decisiones que adopte el Gobierno. Las perspectivas de la reelección de Mauricio Macri en 2019 también amplía el horizonte de aquellos que buscan oportunidades para hacer negocios en la Argentina. A partir de hoy empieza a jugarse un nuevo partido para seducir a esos capitales que por ahora prefirieron concentrarse en apuestas financieras.

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