Enviado especial a Mar del Plata. Más allá de la necesidad de ir hacia una reforma laboral, los empresarios tienen temas de más urgencia por delante una vez que finalicen las elecciones legislativas. Uno de ellos es definir cuál será la pauta salarial para el año que viene. En los pasillos del Coloquio de IDEA se filtró una propuesta ya consensuada entre los banqueros que rompe los esquemas de por lo menos la última década: negociar una paritaria a dos años, es decir, definir un horizonte salarial hasta fines del 2019.
Ya hubo una serie de conversaciones informales entre las cuatro cámaras del sector, la que agrupa a la banca pública (Abappra), los extranjeros (ABA), los privados nacionales (Adeba) y la banca especializada (ABE). En esas charlas fueron varios los banqueros que plantearon concretamente la inquietud de trabajar con plazos más largos. "Cuantas más herramientas tengamos para planificar a mediano o largo plazo es mejor, no hay ningún motivo para no hacerlo", explicaron a Infobae.
Por el 2018 los banqueros quieren ofrecer un aumento salarial del 10%, en línea con la inflación propuesta del Central, más la cláusula gatillo para ajustar si la inflación supera ese nivel
La paritaria de los bancarios es un caso testigo para el sector privado, porque el acuerdo que se firmó en marzo vence a fin de año. Por lo tanto, la intención es llegar a los primeros días de diciembre con un convenio cerrado para el bienio 2018-2019. El objetivo sería evitar otra transición de fuertes reclamos, paros y acusaciones como lo sucedido en el primer bimestre de este año, cuando hubo fuertes enfrentamientos entre el titular de La Bancaria, Sergio Palazzo, y la banca extranjera.
Pero los banqueros tienen claro que para alcanzar un acuerdo bianual será necesario recurrir inexorablemente a una nueva cláusula gatillo: es decir que si la inflación se ubica por encima de la pauta de aumento fijado para este año, el empleado se verá compensado mes a mes por ese incremento de precios adicional.
Ese convenio se pondrá en marcha seguramente en noviembre, ya que la pauta que se había firmado para el 2017 era de 19,7%. Pero los bancos finalmente deberán compensar a los empleados por la diferencia con el acumulado del año, que estaría en torno al 23%. Así, los salarios no perderían poder adquisitivo.
Para este acuerdo a dos años se pactaría algo similar, es decir, las metas fijadas por el Central ya a partir de enero (sería un incremento salarial directo de 10% sobre el cierre del 2017) y luego ajustarlo en caso de que se supere la meta. "Un bancario gana un sueldo básico de 24.000 pesos. No es necesario que tenga aumentos por encima de la inflación, y en todo caso eso se definirá por la política de sumas variables o bonus según la entidad", explicaban ayer los banqueros.
Entidades ausentes
En este Coloquio hubo menor presencia de banqueros que en otras oportunidades. Sobresalieron los números de los bancos extranjeros, como el titular de ABA, Claudio Cesario, pero además el número uno del Santander Río, Enrique Cristofani, el presidente del HSBC, Gabriel Martino, y el del BBVA Francés, Martín Zarich. También estuvo el presidente del Banco Provincia, Juan Curutchet. Sin embargo, no estuvieron los principales referentes de los bancos privados nacionales (Adeba).
Lo más complicado será, por supuesto, convencer a Palazzo sobre la conveniencia de ir a un acuerdo de estas características. Pero entre los banqueros creen que su figura perdería peso dentro de La Bancaria en caso de una derrota de Cristina Kirchner en la provincia de Buenos Aires, ya que es uno de los pocos sindicalistas que se mostraron más cercanos a la ex presidenta en los últimos tiempos. Y eso podría ayudar a tener una negociación más pacífica que la de este año.
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