En una carta datada el último viernes, el ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, les comunicó a todos los actores del mercado de hidrocarburos que "con relación al Acuerdo para la Transición a Precios Internacionales de la Industria Hidrocarburífera Argentina", y en función de la dinámica de las cotizaciones externas, decidió liberar el precio de los combustibles, que "estaba previsto para el transcurso de 2017, mediante un sendero de convergencia que permitiera preservar las fuentes de trabajo y los ingresos de las provincias productoras de petróleo".
A partir de ahí, las empresas petroleras quedarían habilitadas para modificar el precio de venta de sus combustibles para el consumo del mercado automotor, a partir de octubre.
Sin embargo, de cara a las elecciones nacionales del 22 de octubre, el Ministerio de Energía les habría pedido informalmente a las compañías que ese aumento se postergara para noviembre.
Frente a esa "sugerencia", fuentes del sector aseguraron a Infobae que el aumento de precios resultante de la diferencia actual con el precio internacional del 11% a 15%, según la categoría, se diferirá hasta el 1 de enero de 2018, y siempre cuidando de evitar que sean observadas por acciones de cartelización, por la cual serían penadas por la Ley de Defensa del Consumidor.
Según el precio internacional actual del petróleo, el aumento de precios de las naftas sería del 11 al 15 por ciento
Desde los tiempos de la convertibilidad, a comienzos de los 90, el sector pactaba los precios de los carburantes en base a la variación del tipo de cambio de pesos por dólar y la de la cotización del barril criollo, que es el petróleo de producción nacional.
"Un aumento de los precios internacionales permitiría la liberación de los precios internos y de ese punto en adelante mantener la paridad con un funcionamiento pleno de la reglas de mercado", dice una nota del Ministerio de Energía que justifica la liberación anticipada de los precios. "Desde el 13 de septiembre, se ha satisfecho esa condición", informa Energía a las petroleras, abriendo la puerta a la libre competencia.
De todas formas, si durante 10 días, antes del 1 de enero de 2018, el precio internacional del petróleo cae por debajo de los USD 55 el barril, el Ministerio de Energía y Minería, volvería a convocar a las petroleras, para reactivar el acuerdo que ahora se anunció quedará sin efecto desde el 1 de octubre.
Ganadores y perdedores en la transición
Las refinadoras –las que venden nafta, como YPF, Shell, Axion, Oil, Refinor. Petrobras– establecen los precios en función de lo que pagaban por el petróleo crudo que les compraban a las productoras locales (YPF, Pan American Energy, Pluspetrol, Petrobas, principalmente). Pero ahora quedarían liberadas de ese compromiso: podrán importar o comprar en el país, según les resulte más conveniente.
Los precios internacionales de referencia del petróleo (el Brent y el WTI) están por arriba de las variedades locales (Escalante y Medanito).
De ahí que con la liberación del mercado de los hidrocarburos el Ministerio de Energía dispuso el fin de los subsidios a la producción nacional, que actualmente se estima entre 11% y 15%. Sin embargo, con la postergación de la convergencia efectiva, se estima que la grandes perdedoras serás las empresas extractivas porque seguirán recibiendo un precio inferior al del mercado internacional, con el consecuente impacto negativo sobre su rentabilidad.
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Suba del precio del petróleo
Los precios del crudo escalaron en la apertura de la última semana de septiembre más de un 3%, según información de Reuters. El contrato Brent alcanzó su mayor nivel en más de dos años, después de que grandes productores dijeron que el mercado global está en camino al reequilibrio.
Los futuros del crudo Brent para entrega en noviembre treparon 2,16 dólares, o 3,8%, a USD 59,02 por barril, su nivel más alto desde julio de 2015.
El petróleo West Texas Intermediate (WTI) en Estados Unidos para entrega en noviembre ganó USD 1,56, un 3%, a USD 52,22 por barril, máximos desde abril.
"Todo está movido por la idea de que el recorte de producción está empezando a funcionar y que el reequilibrio está en marcha", dijo Gene McGillian, director de análisis de mercados de Tradition Energy en Nueva York.