Déficit fiscal: se cumple la meta, pero aún retrasa el crecimiento

El Gobierno mantiene su estrategia de reducción gradual del rojo presupuestario, al que financia con deuda, pero también condiciona la recuperación de la actividad en 2017

La reducción gradual del déficit se refleja en el gradualismo del crecimiento del PBI.

El ministro de Hacienda Nicolás Dujovne aseguró la semana pasada que el déficit fiscal primario acumulado a la primera mitad del año fue del 1,5% del PBI, con lo que se sobrecumplió la meta prevista de 2,0% del PBI. En el Presupuesto 2017 el Gobierno estableció para todo el año en 4,2% del PBI el rojo primario –previo al pago de deuda-, con una moderada reducción respecto del desequilibrio del año pasado, del 4,4% del PBI en el resultado primario.

Según los cálculos de Hacienda, el déficit acumulado ascendió en el primer semestre de 2017 a $144.285,6 millones, unos $50.000 millones menos que lo previsto. Desde este punto de vista, el objetivo fiscal parece encuadrar con los resultados. La baja del déficit respecto del PBI también está sustentada por moderado crecimiento de la economía, que en reduce los pasivos en términos relativos. El INDEC informó que la actividad económica creció en mayo un 3,3% frente al mismo mes del año pasado, y consolidó un alza de 1% en el acumulado los primeros cinco meses de 2017.

RESULTADO FISCAL DEL SECTOR PÚBLICO NO FINANCIERO (% DEL PBI)

Sin embargo, los analistas advirtieron que frente a un déficit primario contenido, se disparó el déficit financiero, es decir aquel que adiciona los vencimientos de deuda, pues para equilibrar las cuentas públicas el gobierno de Cambiemos recurrió a un creciente endeudamiento con el exterior.

Entre enero y junio el déficit financiero, que incluye el pago de intereses de la deuda pública, llegó a $255.547 millones, un 43% más que en el mismo período de 2016. "La significativa brecha entre la expansión del déficit primario (+28% interanual) y el rojo financiero (+43% interanual) corresponde al pago de intereses, que subió 70% interanual en el primer semestre del año", puntualizó un análisis de Ecolatina.

"En términos del PBI, el rojo financiero alcanzó 2,6%, empeorando el déficit en 0,2 puntos del producto el déficit. De esta forma, casi la mitad del sobrecumplimiento se perdió en el mayor pago de intereses", agregó.

Ecolatina consideró que "comienzan a evidenciarse los límites que tiene la dinámica de reducir gradualmente el déficit fiscal apelando al endeudamiento, ya que una parte creciente de los ahorros que se logren por la reducción del déficit primario deben destinarse al pago de los servicios de la deuda, que justamente se toma para hacer más gradual la convergencia al equilibrio fiscal".

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"La llave para la verdadera transformación económica y la salida de la decadencia argentina requiere que el gobierno pueda desactivar esta bomba fiscal con mucha prudencia y el timing correcto", indicó un estudio de Invecq Consultora Económica.

Para José María Segura, economista Jefe de PwC Argentina, "la actual estructura de ingresos y gastos corrientes del Sector Público Nacional, que se ha ido configurando con los años, no permite alcanzar el equilibrio fiscal y es para muchos sectores de la economía una pesada carga que le quita competitividad".

Además, el fluido de ingreso de dólares por la colocación de títulos públicos y privados en los mercados internacionales, luego de la regularización de la deuda con el acuerdo con los holdouts, produjo una apreciación del peso frente al dólar que afectó al comercio exterior e incidió en que en el primer semestre se registrara el mayor déficit comercial en 23 años.

FyE Consult advirtió un deterioro en el frente externo, producto del "mix de política económica elegida por el Gobierno de híper-gradualismo fiscal financiado con deuda externa y política monetaria contractiva" que hace que "se aprecie el tipo de cambio real, se reduzca la rentabilidad esperada en dólares, la inversión no crezca de manera significativa y el gasto doméstico se vuelque hacia la compra de bienes producidos en el exterior".

El déficit fiscal obliga a tomar deuda y mantener una presión tributaria que restan competitividad y demoran el crecimiento

La consultora de Hernán Hirsch observó que esta estrategia oficial es posible debido a "la gran disponibilidad de financiamiento externo que le permite al Gobierno financiar su estrategia de política económica de crecimiento económico con desinflación minimizando los costos políticos de la (eventual) 'normalización económica'", pero alertó que el actual es "un financiamiento externo que no se canaliza en inversión".

Es decir que como consecuencia del marcado rojo de las cuentas públicas se encadena un ciclo de endeudamiento en el exterior, atraso cambiario, una enorme carga fiscal difícil de desactivar, y también altas tasas de interés, que desalientan la inversión productiva a favor de la especulación financiera.

José María Segura enfatizó que "la presión fiscal nacional total supera el 30% del PBI, con una estructura tributaria que ha ido siendo 'emparchada' y que no se comporta como un sistema donde cada pieza tiene su razón de ser. En este contexto, además, reducir los niveles de informalidad se vuelve clave para aumentar la base de contribuyentes sin agravar la carga impositiva actual de quienes pagan impuestos".

Por eso, el economista de PwC Argentina abogó por "aliviar cargas fiscales", que atendiendo a mejorar la competitividad sectorial, "permitirá aumentos saludables de los niveles de recaudación vía crecimiento de la actividad".

Como porcentaje del PBI. Fuente: PwC Argentina, en base a Dirección Nacional de Investigaciones y Análisis Fiscal, Ministerio de Hacienda.

Un informe de PwC Argentina concluyó que "dada la estructura de ingresos y gastos corrientes que se ha ido configurando a lo largo de los años, alcanzar un equilibrio de las cuentas fiscales se vuelve una tarea dificultosa. Por el tipo de gastos corrientes establecidos, los grados de libertad para reducirlos en términos del PIB sólo parecerían ser viables mediante un incremento sostenido en el valor del PIB".

Por el lado de los ingresos, PwC apuntó que "el peso de los mismos en términos del PIB (la presión tributaria) también se ha incrementado y, por lo tanto, los grados de libertad para generar mayores ingresos no permitirían aumentar las alícuotas (en términos generales); por lo que en este caso también el aumento de la actividad económica sería una de las maneras de mejorar las cuentas fiscales", en este caso, vía una mayor recaudación".

¿QUÉ PASA CON EL CRECIMIENTO?

Es posible que el PBI argentino crezca un 3% este año, una tasa aceptable que compensará la caída del 2,3% de 2016, aunque para obtener esta expansión también se está recurriendo al incentivo del dólar barato y el apalancamiento en el crédito.

Un informe de coyuntura del Banco Ciudad apuntó que la economía argentina experimentó en el segundo trimestre del año un crecimiento interanual cercano al 4% interanual, que obedeció a una recomposición de la construcción, el mercado inmobiliario y el consumo de bienes durables, todas variables impulsadas por un dólar que aumentó a menor ritmo que la inflación.

"Todos estos sectores están siendo apalancados por un robusto crecimiento del crédito al sector privado, que exhibió un alza del 30% anual en junio, con una aceleración que llegó hasta el 32% en los primeros días de julio", subrayó el análisis.

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En la fuerte demanda de bienes durables cobra protagonismo el sector automotriz, con ventas que crecieron 33,4% en el primer semestre. En este rubro la mayoría de las unidades que se comercializan en el mercado local son importadas, mientras que las fabricadas en el país cuentan con una participación del 70% de piezas e insumos de origen extranjero.

Un informe de Balanz Capital subrayó que "el equilibrio comercial de Argentina con Brasil se deteriora rápidamente, debido a que los coches importados ahora representan el 65% de ventas locales. Brasil se especializa en fabricar vehículos de bajo consumo, ideales para el mercado argentino".

Según el Balance Cambiario del Banco Central el déficit de la balanza comercial del sector automotriz aumentó a USD 4.094 millones en el primer semestre del año, y justifica con creces el rojo comercial de USD 2.613 millones acumulado entre enero y junio.

Fuente: BCRA.

El Banco Ciudad refirió que la performance alcista de la construcción y el consumo de bienes durables "ayuda a compensar a nivel agregado el débil desempeño que aún exhibe el comercio minorista", y puntualizó que el apalancamiento en el crédito se da "pese al endurecimiento de las condiciones monetarias impulsado por el Banco Central en su búsqueda por cumplir con su objetivo inflacionario".

"La actividad económica comienza a mostrar señales más claras de recuperación", afirmó la entidad que conduce Javier Ortiz Batalla, al tiempo que indicó que "junto con el agro, la construcción ha comenzado a cobrar un mayor protagonismo, impulsada tanto por la obra pública como por la privada, que se ve beneficiada por el repunte en la actividad inmobiliaria, con una participación cada vez más notoria del crédito hipotecario".

Para la consultora Economía & Regiones, en cambio, "es muy prematuro descontar para los próximos años un escenario de crecimiento económico. Una cosa es nivel de actividad, y otra cosa muy diferente es crecimiento económico. El nivel de actividad es una foto, mientras que el crecimiento económico es una película".

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