Cambios en los hábitos de compras de las familias, forzados por la pérdida del poder de compra de los ingresos, en particular en la franja de trabajadores no alcanzados por acuerdos en paritarias, determinaron una recesión en el consumo de las familias en grandes establecimientos de venta minorista.
Por el contrario, estudios privados detectaron aumento de la demanda en centros mayoristas con acceso al público general, y en menor medida en las tiendas de proximidad y ferias barriales donde predomina la oferta de productos de terceras y hasta cuartas marcas, que se ofrecen a precios inferiores a los de las líneas de máxima calidad, tanto en el contenido como en el envase.
En el caso particular de la Encuesta de Supermercados del Indec a un panel de 61 empresas distribuidas en todo el territorio nacional, la facturación agregada de $26.644,0 millones, representó un aumento de 19,9% respecto a igual mes del año anterior, inferior a la variación del promedio de precios de la economía.
Por segundo mes consecutivo el organismo oficial de estadística estimó la contracción real de las ventas en este canal comercial en 2,5%; para abril había medido un receso de uno por ciento.
Las ventas acumuladas en los primeros cinco meses de 2017 registraron un total de $131.408,2 millones, lo cual representó un aumento nominal respecto a igual período del año anterior de 20,2%, muy por debajo de la inflación del período.
Menos concurrencia del público a los centros de compras
La Encuesta de Centros de Compras del Indec a un panel de 37 shopping centros de compras para el total del Gran Buenos Aires sumó un total de ventas por $4.572 millones, apenas 12,3% más que un año antes.
En cantidades el organismo de estadística estimó una contracción de 4,3%, muy inferior al receso de 8,9% que había detectado en abril.
En los primeros cinco meses del año las ventas registraron un total de $21.101,5 millones, un 13,2% superior al de igual período del año anterior, cuando la inflación promedio fue superior al 30 por ciento.
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