Parece que fue hace mucho tiempo, pero no. Luego de casi una década de falseamiento de las estadísticas públicas, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) declaró la emergencia estadística a fines de 2015 con un objetivo claro: tomarse el tiempo necesario para recuperar datos oficiales creíbles y que no haya duda de su veracidad.
El índice de precios (IPC) se ubicó en el ojo de la tormenta tras la intervención del ex secretario de Comercio, Guillermo Moreno. Tras seis meses sin datos, se publicó el IPC GBA en mayo de 2016, con la novedad de que se volvían a publicar precios de la canasta básica. Poco más de un año después, llegó el turno del IPC nacional, que arrojó un 1,2% para junio tras relevar 320.000 precios en 39 jurisdicciones, una muestra "sin precedentes" para tener la cobertura más amplia a nivel país.
Pero el organismo presidido por Jorge Todesca busca ir más allá. ¿Cuál es el próximo paso? El equipo técnico detrás del índice de precios, a cargo de Alejandra Clemente, buscará hacia delante abrir aún más los datos del índice, para saber a fondo qué hay dentro de cada dimensión. "Todavía no sabemos cuándo lo activaremos, porque una vez que lo publicamos, hay que darle continuidad. Una vez que se publica así, se debe publicar así todos los meses", aseguró Clemente en un diálogo con periodistas del que participó Infobae tras la conferencia de prensa del índice nacional.
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Ver cómo está compuesta cada dimensión -y qué impacto tiene cada mes- es clave para entender qué es lo que varió en ese período. Después del nivel general, el Indec informa los aumentos en divisiones como "Alimentos y Bebidas no Alcohólicas", "Bebidas alcohólicas y tabaco", "Prendas de vestir y calzado" y "Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles", entre otros.
Un ejemplo para entender cómo se pueden abrir los datos. La división "Comunicación" -en este caso según el IPC GBA- aumentó un 1,9% en junio, un 20,4% en los últimos seis meses y un 43,3% desde junio del año pasado hasta hoy. La suba del último año de esta división casi duplica a la suba del 21,9% del nivel general.
Para abrir más la información, uno de los modelos que sigue de cerca el Indec es la publicación del Departamento de Estadísticas Laborales de los Estados Unidos
Si bien Clemente explicó que la división "es chica dentro del total", abrir los datos significaría saber la variación cada mes dentro del rubro Comunicación: si fue el servicio postal, la telefonía fija, la telefonía móvil o los equipos de telefonía, como los celulares. "En junio la suba se vio explicada por un aumento en los equipos", ejemplificó la titular del índice de precios.
Dentro de la categoría de vivienda entran en juego muchas subdivisiones, como las tarifas de agua, electricidad y gas, que durante 2016 llegaron con aumentos de hasta tres dígitos a los consumidores. "Si se abre la información, ahí se puede ver cómo subió cada una", continuó Clemente, quien destacó que también es importante tener en cuenta la ponderación, ya que no todas las subdivisiones pesan igual.
Con la promesa de abrir más la información al público hacia delante, uno de los modelos que sigue de cerca el Indec es la publicación del Departamento de Estadísticas Laborales de los Estados Unidos. Por ejemplo, dentro de energía el índice desagrega las subas (o caídas) en la nafta, el gas natural y la electricidad. Dentro de alimentos, se divide el peso de las bebidas, de las frutas y verduras y los productos de cereales y horneados.
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