Aldo Ducler, el primer arrepentido argentino: cuál fue su relación con el Cartel de Juárez

A fines de los noventa, su financiera Mercado Abierto SA estuvo en medio de uno de los mayores escándalos de lavado de dinero de la Argentina

La historia comienza el 24 de junio de 1999. Uno de los socios de Aldo Ducler en la financiera y casa de cambios Mercado Abierto SA se confesaba frente a un agente de la Aduana de los Estados Unidos. "Stephen Perino, un agente especial del Servicio de Aduanas de los Estados Unidos que había llegado a Buenos Aires siguiendo el rastro de las operaciones del Cartel de Juárez escuchó durante en esa entrevista algo que le llamó mucho la atención", escribía desde Washington la periodista María O'Donnell para un matutino porteño.

Perino era un funcionario de la Reserva Federal y junto al agregado de la Aduana de los Estados Unidos con jurisdicción sobre la Argentina Gerardo Chávez, habían llegado a la sede de Mercado Abierto en la calle Corrientes 415 como resultado de la llamada Operación Casablanca. Por una de esas casualidades inexplicables, Ducler murió el jueves pasado casi al frente de sus oficinas de aquel entonces.

El Servicio de Aduanas de los Estados Unidos descubrió que por lo menos 11 millones de dólares del Cartel de Juárez, dominado por el llamado "Señor de los Cielos", el fallecido Amado Carillo Fuentes, habían viajado a la Argentina, y había llegado a las manos de un agente inmobiliario que estaba al borde de la quiebra.

El agente era Nicolás Di Tulio, que hacía circular el dinero en las cuentas de Mercado Abierto y sus empresas asociadas por medio del Citibank. Di Tulio era un viejo amigo de Ducler que luego cayó preso. Estaba encargado, a través de una inmobiliaria domiciliada en Mar del Plata, de blanquear parte del dinero que entraba a la argentina el Cartel de Juárez.

La entrevista de las autoridades estadounidenses con un directivo de Mercado Abierto, que se hizo con un acuerdo de confidencialidad, fue tomada por el Subcomité Permanente de Investigaciones del Senado que investigó una serie de casos de lavado de dinero como si fuera una sentencia. La grabación fue utilizada, entre otras evidencias, por fiscales norteamericanos que, convencidos de que Aldo Ducler conocía el origen de los fondos que recibía Di Tulio, tramitaron en Los Ángeles una demanda civil que congeló en forma temporaria casi dos millones de dólares de las cuentas que tenían sus empresas en el Citibank. Di Tulio fue imputado en la principal causa argentina por lavado de dinero hasta ese entonces, que fue tramitaba en el juzgado federal a cargo de Rodolfo Canicoba Corral.

En los Estados Unidos, la demanda civil contra Ducler se cerró el 13 de junio del año 2000 con un acuerdo con el fiscal Steven Welk, por el cual los Estados Unidos retuvieron 1.200.000 dólares y le devolvieron 600 mil. Luego de eso, la casa de cambios Mercado Abierto recuperó una parte importante del dinero, y el gobierno de los Estados Unidos admitió que Ducler había aportado pruebas que fueron relevantes para que concluyera la demanda.

El fallecido financista había admitido frente a la Justicia americana que los giros de dinero que recibía Di Tulio eran producto de las actividades del Cartel de Juárez en la Argentina. Luego Ducler quiso utilizar ese acuerdo de confidencialidad como una prueba de su inocencia pero eso no le garantizaba que en el futuro no tuviera más problemas con la Justicia norteamericana. Este informe forma parte de la documentación que recopiló el periodista Andrés Oppenheimer en su investigación para su libro Ojos vendados. Estados Unidos y el negocio de la corrupción en América latina. Ducler colaboró con la Aduana de EEUU y se le cerró el caso por lavado de dólares a Mercado Abierto en la Argentina.

El caso del Cartel de Júarez fue el mayor decomiso de dinero por lavado que se obtuvo en Argentina: fueron 21 millones de dólares entre bienes y cuentas bancarias manejados por una Comisión Mixta que integran la Corte Suprema de Justicia y la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar).

Nicolás Di Tulio es otra parte de esta historia. Luego de la declaración de Ducler ante la Justicia norteamericana, en la Argentina se logró finalizar con las actividades de lavado de dinero como producto de la venta de droga que realizaba el Cartel de Juárez. La estancia El Rincón Grande, utilizada en la década de los 90 por el "Señor de los Cielos" había sido comprada por Di Tulio. "La operatoria del lavado era la siguiente: desde bancos en California, el dinero pasaba al Citibank de Nueva York y luego llegaba a Mercado Abierto en Buenos Aires y su subsidiaria en Islas Cayman", explicaba en ese entonces Canicoba Corral.

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