La defensa de la política que está llevando a cabo el Banco Central sigue más firme que nunca. Con aval del Gobierno y dudas por parte del mercado, el presidente del organismo, Federico Sturzenegger, sostiene las metas de inflación entre el 12% y el 17% en 2017.
Y en una sola frase, Sturzenegger enfatizó esta defensa: "Cambiar una meta de inflación es no tener meta". Durante una conferencia de prensa en la que se presentó el Informe de Estabilidad Financiera, el presidente de la entidad enfatizó que a partir de mayo "la economía argentina retoma un proceso de desinflación", luego de tres meses difíciles. Y agregó: "La meta del 17% de inflación no se cambia".
"Quizás pecamos de exceso de confianza en diciembre y enero, pero los procesos de desinflación no son lineales", dijo Sturzenegger a modo de autocrítica, luego de una suba de precios del 9,1% que arrojó el Indec en los primeros cuatro meses del año.
El BCRA considera que bajar la inflación es difícil pero factible, y en la actualidad tiene la tarea de coordinar las expectativas de distintos actores de la economía, como empresarios, consumidores y hasta los propios bancos, que en los últimos años vieron incrementadas sus ganancias por la inflación.
"El BCRA tiene que tener reglas, porque si no, te comés una inflación extra. Entonces, se establece un 17% para llegar a un nivel en torno al 20%", habían adelantado esta semana a Infobae desde los pasillos del Palacio de Hacienda, defendiendo así la dura posición del Central.
El "señoraje del impuesto inflacionario"
"Dentro de poco tiempo vamos a estar hablando de una inflación del 10 por ciento. Para mayo, estaremos por debajo del 25% y en julio vamos a estar en niveles de 21% ó 22% interanual. Desde ahí tenemos que intentar llegar al 17% a fin de año", aseguró Sturzenegger, mostrando los objetivos que se puso la entidad a lo largo del año.
En referencia a la inflación, el economista se refirió al sector bancario, pues a medida que la inflación baje, las entidades tendrán menores ganancias por su participación en el "señoreaje del impuesto inflacionario".
Con un sector financiero que calificó de "muy pequeño", agregó que "la liquidez de los bancos es elevada, quizás demasiado. Es un desafío para nosotros que se mantenga tan alta, para que los bancos aumenten sus niveles de préstamos". Y esto se generaría con volumen.
"Cuando la inflación sube, el retorno sobre el patrimonio neto de las entidades financieras sube", e impactará en la rentabilidad de los bancos a medida que baje la inflación.
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