¿Es posible reducir el déficit fiscal y el endeudamiento a la vez?

Por Manuel Alvarado Ledesma

El gobierno de Macri afronta una inesperada apreciación cambiaria que resta competitividad.

Mantener un grado razonable de gobernabilidad, con el fin de cambiar viejas estructuras, es muy difícil después de años de populismo y corrupción.

La política económica actual se basa en una elevada restricción monetaria para reducir la tasa de inflación y restablecer, en buena parte, los precios relativos a favor de las tarifas, en el marco de un elevado gasto público que actúa como colchón para los problemas sociales y políticos y como promotor de la obra pública. Obviamente, ello lleva a un déficit fiscal alto que impide disminuir la presión tributaria y, por ello, el Estado opta por recurrir al endeudamiento con el exterior.

El endeudamiento y los importantes resultados del blanqueo fiscal mantienen el dólar planchado lo que, a su vez, afecta la competitividad de la economía. Por la extraordinaria emisión de deuda se produce una apreciación del peso, algo que es insostenible. Paradójicamente, el blanqueo acentúa el problema. Pero es necesario tener claro el cuadro: el problema proviene fundamentalmente del elevado déficit fiscal que hoy es resuelto con endeudamiento.

El resultado del blanqueo representa entre un tercio y la mitad de los dólares y activos no declarados "escapados" en los últimos 30 años.

Con la entrada de los fondos por deuda y por el blanqueo, la economía sufre una suerte de "enfermedad holandesa" de tipo financiera. Pero a diferencia de Holanda, acá no es el gas natural el que trajo este mal sino los flujos financieros.

¿Es tan pesimista la visión sobre el escenario actual? No del todo. Hay señales positivas que contribuirán a mejorar la gobernabilidad hasta las próximas elecciones.

De a poco irá disminuyendo la entrada de divisas al sistema cambiario local. Porque el blanqueo ha terminado.

Los problemas de la economía actual provienen fundamentalmente del elevado déficit fiscal

A su vez, las cuentas públicas mejorarán por el mayor aporte impositivo a resultas de la base imponible ampliada, en especial por la gran cantidad de bienes financieros y físicos declarados. La AFIP aumentará sustancialmente la recaudación de Ganancias y Bienes Personales.

Además todo indica que se ha iniciado un recorrido a la baja en el costo del endeudamiento. Tanto la Comisión de Valores de Estados Unidos, como Morgan Stanley y ahora Standard & Poor's han elevado la calificación de los títulos de la deuda pública.

En suma, es probable que a medida que pase el tiempo, una vez empezado mayo, el dólar en el mercado local vaya gradualmente retomando la senda alcista. Y ello podría ser así puesto que, por el bajo precio internacional de los commodities agrícolas y el dólar planchado, los productores tratarán de demorar las ventas al punto máximo posible. A las pruebas nos remitimos: en lo que va del año, el sector agroexportador habría liquidado cerca USD 4.800 millones, casi un 20% menos que en el mismo lapso del año anterior.

El dinero ingresado tenderá al incremento de las inversiones y del consumo.

Importa ahora que el Gobierno "no se la crea" y opere sobre las causas estructurales del déficit fiscal.

(*) Manuel Alvarado Ledesma es Profesor de la Maestría de Agronegocios de la UCEMA