La drástica decisión fue el producto de un panorama político y económico tambaleante que reconoce un conjunto de antecedentes.
El "efecto Tequila" y las crisis de Rusia y Brasil habían dejado tambaleante a la Convertibilidad, pero Fernando de La Rúa con su promesa de "un peso igual a un dólar" le ganó las elecciones de 1999 a Eduardo Duhalde, que se pronunció a favor de salir de la Convertibilidad.
De la Rúa asumió con un déficit fiscal de unos USD 10 mil millones anuales y su primer ministro de Economía, José Luis Machinea, acordó en diciembre del 2000 con el FMI y bancos internacionales un plan de ayuda denominado "Blindaje" por USD 40 mil millones, que pretendía dar certeza sobre la capacidad de pago de la Argentina. Ese programa no trajo los resultados esperados y la salida de capitales se acentuó durante las semanas subsiguientes.
En marzo de 2001 renunció Machinea, es nombrado ministro Ricardo López Murphy, quien luego de 10 días de "encierro" con sus colaboradores lanza un plan que incluye una serie de recortes en los gastos fiscales. Esto desata la reacción de sectores, especialmente universitarios, y debe dimitir. En ese momento, De la Rúa llama a Domingo Cavallo, con la esperanza de que el creador de la Convertibilidad fuera el único capaz de encarrilarla.
Cavallo intentó una serie de acciones, siendo la creación del factor de convergencia el que más se acercaba a la posibilidad de una salida del "uno a uno", ya que se pasaba de atar el peso al dólar a una canasta que incluía al euro, con la pretensión de hacer más competitiva a la moneda local. La medida tampoco tuvo la eficacia esperada.
En junio de 2001 se lanza el denominado "Megacanje", que involucró un swap de títulos públicos por unos USD 29.500 millones, operación que fue comandada por el entonces secretario de Finanzas, Daniel Marx. En julio se aprueba la "Ley de Déficit Cero" que pretendía equiparar los ingresos con los gastos del Estado y se recorta el 13% a las jubilaciones.
Durante esos meses nacen las cuasimonedas -la primera fue el "Patacón" emitida por el Gobierno de la provincia de Buenos Aires-, para llegar a coexistir 13 submonedas locales.
El 10 de agosto de 2001 el Gobierno nacional lanzó los denominados LECOP (Letra de Cancelación de Obligaciones Provinciales), con los que la Nación cancelaba deuda con las provincias.
El 29 de agosto el Congreso sanciona la Ley de Intangibilidad de los Depósitos, con lo cual se pretendía dar garantías adicionales a los depositantes sobre sus fondos.
La fuga de capitales continuaba y en octubre el FMI niega un nuevo programa de apoyo a la Argentina.
El 2000 había cerrado con una caída del Producto de 0,8% y 2001 proyectaba una baja de 4,4%, agudizándose en los últimos meses de ese período con caídas interanuales de 7,3% en octubre de 8,6% en noviembre y de 15,5% en diciembre.
LA ECONOMÍA AGUDIZABA LA RECESIÓN
Este escenario fue producto del siguiente comportamiento sectorial:
* En noviembre de 2001 la balanza comercial registró un déficit de USD 123 millones, con exportaciones por 2.038 millones e importaciones por 2.161 millones. En diciembre el rojo fue USD 179 millones con exportaciones por USD 2.079 millones e importaciones por USD 2.276 millones.
* En octubre de 2001 la producción industrial bajo 1,7%, con caídas de 25,3% en los materiales para la construcción, 39% en automotores, 15,4% en siderurgia, 24,7% en la industria textil y 1,5% en la alimenticia.
* En noviembre la caída industrial tuvo un desplome de 42,9% en la industria automotriz, 21,5% en materiales de construcción, 18,5% en siderurgia, 36,7% en textiles y 4,1% en alimentos.
* En diciembre de 2001 la industria mostró una debacle de 70% en la fabricación de autos, de 32,5% en materiales, de 21% en la siderurgia, de 51% en textiles y de 11,3% en alimentos.
* En noviembre de 2001 la ventas en los supermercados habían caído 9,8% y en diciembre 15 por ciento. En los shoppings las bajas fueron de 19,4% en forma interanual en noviembre y de 31,5% en diciembre.
* El sector de la construcción durante el último trimestre de 2001 exhibió bajas de 16% en octubre, 20,8 por ciento en noviembre y 35,4 por ciento en diciembre.
* La soja, cuya importancia comenzaba a ser incipiente, tenía un valor de 160 dólares la tonelada (menos de la mitad que hoy), pero al no haber retenciones el Gobierno nacional no obtenía recursos por esa vía.
El desempleo llegó en octubre de 2001 al 18%, y la pobreza, al 38,3%
El 1 de diciembre de 2001, a través del decreto 1570/2001, se lanzó una serie de restricciones a la extracción de dinero en efectivo: sólo se podían retirar 250 pesos por semana en efectivo y se prometía el libre uso del dinero acreditado en las cuentas sólo a través de transferencias bancarias y electrónicas.
A los pocos días, Cavallo anuncia un acuerdo con las empresas que instalan los dispositivos posnet -sistema que permitía los pagos con las tarjetas- para nutrir a los comercios de los aparatos que le permitieran continuar con sus ventas; iniciativa que fracasó.
Luego de la renuncia de De la Rua y Cavallo por las movilizaciones del 19 y 20 de diciembre de 2001, el golpe final a la convertibilidad se la dio la sanción de la Ley de Emergencia Económica que se sancionó el 6 de enero de 2002.
Tras el "corralito" se le sumó "corralón" cuando el presidente Eduardo Duhalde Duhalde con Jorge Remes Lenicov como ministro de Economía, congelaron los depósitos en plazo fijos y cajas de ahorros en pesos y en dólares.
Previamente la devaluación había llevado la cotización del dólar "oficial" de 1 a 1,40 peso, aunque la continuidad de la crisis económica y social llevó a la divisa norteamericana a rozar los 4 pesos a mediados de 2002.