Un entramado de empresas constituidas en Uruguay, Bermuda y Estados Unidos es uno los secretos del acuerdo entre YPF y Chevron para la explotación de Vaca Muerta que la empresa argentina entregará mañana a la justicia. El objetivo de la conformación de esas sociedades, explican ahora los ejecutivos de YPF, era evitar el embargo de los miles de millones de dólares que la compañía extranjera debía invertir.
"Holdings Uruguay" y "Holdings Bermuda" son los nombres que se conocen ahora que figuraban en el acuerdo inicial que en julio de 2013 firmaron YPF y la empresa estadounidense. Esos holdings después se convirtieron en las sociedades off shore a través de las cuales llegaron los dólares para invertir en Vaca Muerta. Sus nombres habían sido tachados cuando la compañía entregó el acuerdo en la justicia, en febrero pasado.
"Fue un contrato armado para blindar el flujo de dólares", explicó Daniel González Casartelli, vicepresidente de Finanzas de YPF, en una conferencia de prensa de la que participó Infobae y en la que por primera vez la compañía dio su versión y mostró el polémico contrato que la Corte Suprema de Justicia de la Nación ordenó en noviembre del año pasado que debía darse a publicidad. Ese, más los contratos con proveedores, los plazos fijados entre YPF y Chevron para cumplir el contrato y cuestiones geológicas, eran las cláusulas confidenciales que la empresa quería mantener en reserva. "Son las cláusulas que se aplican en todos los contratos", señala González Casartelli.
El 13 de julio del 2013 YPF y Chevron firmaron el acuerdo de proyecto de inversión para la explotación de hidrocarburos no convencionales en el yacimiento "Vaca Muerta", en la provincia de Neuquén. El convenio generó polémica por sus alcances y por un antecedente de daño ambiental que Chevron tuvo en Ecuador y que le valió una causa judicial.
El entonces senador nacional por el socialismo y actual diputado de Santa Fe Rubén Giustiniani inició una causa judicial porque YPF se negaba a dar a conocer el acuerdo. La empresa alegaba que el decreto 1172/2003 de acceso a la información pública no la alcanza y que su difusión podría violar acuerdos comerciales que se comprometió a mantener en secreto.
La confidencialidad fue avalada primero por el gobierno de Cristina Kirchner y luego por el de Mauricio Macri. "Hay secretos de tipo comercial, científico y tecnológico que deben ser resguardados para el desarrollo de este tipo de industria", dijo la titular de la Oficina Anticorrupción (OA), Laura Alonso, quien cambió de postura, ya que cuando era diputada de la oposición había criticado duramente la confidencialidad del acuerdo.
El caso llegó hasta la Corte Suprema, que en noviembre pasado ordenó a YPF que debía dar a conocer el acuerdo. La empresa entregó el contrato pero con tachaduras en lo que consideraba las partes más sensibles. Se volvió a discutir el caso y la semana pasada la Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal ratificó que la empresa debe darle a Giustiniani el convenio. Eso hará la compañía mañana ante el juzgado en lo contencioso administrativo federal 7.
Los secretos del acuerdo
Giustiniani ya adelantó que hará público el acuerdo y allí se podrá conocer el entramado de las empresas que constituyeron YPF y Chevron.
"Artículo 7.8 Cambios en la actividad comercial: financiamiento de operaciones. Salvo con el previo consentimiento por escrito de la Prestamista (NdA: Chevron), el Tomador (NdA: YPF) no financiará ni llevará a cabo Operaciones con fondos diferentes de aquellos provenientes del Préstamo, los aportes de capital o los ingresos del Proyecto (y no permitirá que el Subconcesionario ni el Operador lo hagan). Holdings Uruguay no emprenderá ni tomará parte en ningún negocio o actividad que no sea la de ser el titular de Holdings Bermuda. Holdings Bermuda no emprenderá ni tomará parte en ningún negocio o actividad que no sea la de ser el titular del Tomador".
Esa es una de las partes del acuerdo que se mantenía en secreto. La mayoría que hasta ahora no se conocían hacen referencia a Holdings Uruguay y a Holdings Bermuda. La primera se convirtió en "Wokker Investment S.A" y la segunda en "YPF Shale Oil Holding LTD", constituidas en esos países. También se creó en Delaware, Estados Unidos, "YPF Shale Oil Investment S.A.". Por esas compañías llegaron desde 2013 hasta el primer semestre de este año 2.800 millones de dólares de Chevron a "Compañía de Hidrocarburos no convencional S.R.L", creada en Argentina, para la explotación de "Vaca Muerta".
Quienes trabajan en la estrategia legal con Giustiniani señalaron a este medio que uno de los aspectos que observarán en detalle cuando tengan el acuerdo es el de las empresas: "Nos llama la atención el uso de sociedades off shore que se suelen utilizar para eludir impuestos y normas".
González Casartelli, Germán Fernández Lahore, vicepresidente Corporativo Servicios Jurídicos de YPF, y Sebastián Mocorrea, vicepresidente de Comunicación y Relaciones Institucionales de la compañía, explicaron que para julio de 2013 el contexto político y económico tenía tres amenazas: los fondos buitres, Repsol y el juicio de Chevron con Ecuador.
Los fondos buitres buscaban la manera de congelar activos de Argentina en distintos países del mundo por el reclamo de la deuda pública; Repsol estaba en litigio por la expropiación de sus acciones en YPF; y Chevron afrontaba el juicio por daño ambiental. Los ejecutivos sostienen que el entramado de empresas buscaba evitar esos obstáculos.
"Los dólares no pasaron por ningún paraíso fiscal y Uruguay y Bermuda no son paraísos fiscales", dice Fernández Lahore.
Entre YPF y Chevron no hay un solo acuerdo, hay 26: 12 contratos principales y 14 complementarios. En la empresa señalan que para conocer y entender la operatoria por "Vaca Muerta" hay que tener todos, pero aclaran que solo van a presentar el que la justicia les pidió, que es el acuerdo inicial del 13 de julio.
En su negativa, YPF también buscaba mantener la confidencialidad sobre las cancelaciones anticipadas opcionales y las obligatorias, las disposiciones generales aplicables a los pagos y a los préstamos. Muchas de las tachaduras que tiene el convenio que la compañía presentó en la justicia son de plazos que se deben cumplir. "Eso tiene que ver con que no queremos que la competencia sepa nuestros acuerdos", explican.
Los directivos de YPF resaltan que en el convenio no hay ni garantías de costos, ni de volúmenes ni de precios para Chevron y que todavía la compañía estadounidense no cobró un peso ni lo hará por algunos años. "El proyecto hasta ahora es peor de lo que habíamos pensado", sostiene González Casartelli, que también sostuvo que la operación en "Vaca Muerta" está a cargo de YPF.
La empresa entregará mañana el acuerdo y Giustiniani lo hará público. Pero no indica que todo esté cerrado.
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