Ese desfase provocó un crecimiento nominal del desequilibrio primario de $5.526 millones, a poco más de $13.700 millones, luego de un cuatrimestre en que los recursos se habían mostrado más expansivos que los egresos.
Al considerar además del pago de intereses de la deuda pública, los ingresos por rentas financieras originadas en las utilidades distribuidas por el BCRA y las producidas por el Fondo de Garantía de Sustentabilidad del ANSeS, el resultado financiero negativo se elevó a $23.993,6 millones, representando un deterioro interanual de $18.693,1 millones.
Después de un cuatrimestre en baja el rojo fiscal se elevó fuerte en mayo
Efecto arrastre positivo
De todas formas, el informe de la repartición que conduce Gustavo Marconato se concentra en el análisis de las finanzas públicas en el acumulado de los primeros cinco meses, porque si bien en valores nominales cerró con un aumento del déficit primario en $3.762 millones, a $76.103,4 millones, apenas creció 5,2% en una economía que en ese período registró una tasa de inflación superior a 30%. De ahí que en términos reales acusó un ahorro de 24,2 por ciento.
Esa mejora real se sustentó en ingresos primarios que se incrementaron en 30,7%, a $135.960 millones, y gastos que aumentaron 27,1%, a $139.722 millones.
En cinco meses el déficit primario cayó 24,2% en términos reales
Sobre esa base, destaca el Ministerio de Hacienda y Finanzas, que encabeza Alfonso Prat-Gay, que "la trayectoria fiscal de enero-mayo 2016 resulta consistente con el objetivo previsto en el programa fiscal 2016 que fue anunciado el 13 de enero del mismo, de pasar de un déficit primario de 5,4% del PBI en 2015 a 4,8% del PBI en 2016, esto es una caída del orden del 12% en términos reales".