La fuga de capitales supera a la deuda externa argentina

El presidente del BCRA, Federico Sturzenegger, dijo que “Argentina es acreedora neta respecto del mundo”, debido a que el sector privado acumula activos externos brutos por USD 226.000 millones frente a una deuda externa total de USD 158.000 millones

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Sturzenegger: “Hay que recrear las
Sturzenegger: “Hay que recrear las condiciones para el ahorro en pesos en el sistema financiero local”

El titular del Banco Central, Federico Sturzenegger, afirmó que el sector privado no financiero acumula activos externos brutos por unos USD 226 mil millones, por encima de la deuda externa, que alcanza los USD 158 mil millones al cierre de 2015, por cuanto "la economía argentina es acreedora neta respecto del resto del mundo, no deudora".

La deuda externa bruta total a fines de diciembre de 2015 se estimó en USD 157.792 millones, de los cuales USD 83.844 millones correspondieron al Sector Público no Financiero y Banco Central; otros USD 69.615 millones, al sector privado no financiero, y USD 4.333 millones al Sector Financiero (sin BCRA).

Sturzenegger disertó en el acto de apertura de presentación del informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), titulado "Ahorrar para desarrollarse: cómo América Latina y el Caribe pueden ahorrar más y mejor", que tuvo lugar en la sede del Banco Central.

Allí alertó que "el ahorro fuera del sistema financiero argentino nos enfrenta casi a una paradoja: la economía argentina es acreedora neta respecto del resto del mundo, no deudora, como podría pensarse a primera vista. Hacia fines de 2014, el sector privado no financiero acumulaba activos externos brutos por USD 225.890 millones, y netos por más de USD 110.000 millones según el INDEC".

"Y lo que en los últimos años muchos analistas llamaban 'salida de capitales', era bien distinta del proceso que normalmente conocemos como tal (donde capitales de corto plazo ingresan al país y luego se retiran en episodios conocidos como sudden stops, también producto de otros reportes como este por parte del BID), siendo ante todo la dolarización de cartera del sector privado argentino", afirmó.

"Esto, como decía, es terriblemente ineficiente (y, en última instancia, inequitativo); pero su aspecto positivo es que el ahorro 'está ahí', lo que enfrentamos no es tanto una falta de ahorro de los argentinos, sino una elección sobre en qué ahorrar y dónde hacerlo" y por eso "es necesario recrear las condiciones para que esos ahorros se vuelquen al sistema financiero local, y en moneda local", completó el titular del BCRA.

Sturzenegger afirmó que en el país es necesario "recrear las condiciones" para que el ahorro de los argentinos se "vuelquen al sistema financiero local, y en moneda local"

"No podemos dejar de hacer suficiente hincapié en la importancia de dar incentivos adecuados al ahorro, por una parte, y en generar las condiciones para una mejor asignación de ese ahorro hacia el crédito productivo y a largo plazo. De la cadena que mencionaba recién, quiero enfocar un primer componente: la decisión del público de ahorrar en moneda extranjera o moneda local, y dentro o fuera del sistema financiero", dijo Sturzenegger.

Enfatizó que ambas decisiones "están muy unidas en el caso de la Argentina, donde la tendencia ha sido a ahorrar en moneda extranjera y fuera del sistema financiero nacional" y que sobre la cuestión "hay quien dice que esta es una característica cultural de la Argentina".

La economía argentina es acreedora neta respecto del resto del mundo

Respecto a esto último, Sturzenegger dijo que "esto es más la consecuencia de una historia de volatilidad macroeconómica en la que los rendimientos de las opciones de ahorro en el sistema financiero en moneda local fueron sistemáticamente inferiores a las de otros activos".

"Tal vez esto haya generado una cultura; pero, en todo caso, es parte de una evolución a la que subyacen elementos económicos muy concretos", agregó.

A modo de ejemplo brindó la siguiente ilustración: "una persona que depositó 100 pesos en el banco en abril de 1981 conservaba solamente un 1,5 pesos en términos de bienes al cabo de 35 años, esto es, en abril de 2016: en términos reales perdió el 98,5% de su inversión. Buena parte de esa pérdida es producto de las hiperinflaciones sufridas por nuestro país en los años 80".

"Podemos también comparar el ahorro en pesos con alternativas de inversión más típicas del ahorrista argentino, como son los inmuebles y el dólar billete. Quien haya invertido en inmuebles en abril de 1981 tiene hoy un 128% del poder adquisitivo original si computamos sólo la variación del precio en dólares de las propiedades y el tipo de cambio nominal, y un 598% si computamos la capitalización en el rubro inmobiliario de los alquileres que haya ido cobrando", agregó.

En base a esto último enfatizó que "la inversión en dólar billete, a diferencia de lo que habitualmente se piensa, ni siquiera permitió conservar el poder adquisitivo: se obtiene únicamente un 77% del valor invertido", mientras que "quien lo había hecho en el sistema financiero recuperaba tan solo un 1,5%".

 
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