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El país quedó conmovido por una noticia que durante meses impactó a los argentinos: el 15 de noviembre de 2017 el buque ARA San Juan desapareció en el mar argentino con 44 personas a bordo.
Según trascendió entonces, la Armada Argentina perdió contacto con la embarcación cuando se trasladaba desde Ushuaia, Tierra del Fuego, hacia la ciudad de Mar del Plata, en la provincia de Buenos Aires, a la altura del golfo San Jorge.
Cuando se conoció la noticia de la desaparición del ARA San Juan las hipótesis sobre lo ocurrido se multiplicaron.
Fue recién dos semanas después de que se perdiera contacto con el buque que se supo de un último mensaje enviado por la tripulación el 15 de noviembre de 2017, justamente el día en que se perdió el rastro del navío, que llevaba a bordo a 44 tripulantes.
El reporte de la tripulación dio cuenta de un “cortocircuito y principio de incendio en el balcón de barra de baterías” debido al “ingreso de agua de mar por el sistema de ventilación”.
EL HALLAZGO
Un día después de cumplirse un año de su desaparición, el submarino fue hallado por la empresa norteamericana Ocean Infinity a 907 metros de profundidad, a unas 250 millas náuticas (460 kilómetros de distancia) del golfo chubutense de San Jorge, a la altura de ciudad de Comodoro Rivadavia, donde se había montado el centro de operaciones durante la búsqueda.
Los trabajos de búsqueda en el océano, de los que participaron diversos países, se delimitaron a un área de 430 kilómetros de la costa, en torno a una zona donde varias agencias internacionales habían señalado que se había detectado una explosión horas después del último contacto del submarino.
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