Emiliano Martínez irrumpió en la escena ante la mirada de soslayo de propios y ajenos. El Dibu, formado en San Isidro de su Mar del Plata natal e Independiente de Avellaneda, partió al Arsenal de Inglaterra con apenas 17 años y le costó hallar continuidad para ser reconocido por los argentinos. Así y todo, jamás perdió sus costumbres: lleva el mate a todos lados y hasta alentó a la Selección en Rusia 2018, donde le juró a su círculo íntimo que iba a estar presente en la siguiente Copa del Mundo.
El Dibu, apodo que le puso un íntimo amigo cuando recién había llegado a la pensión del Rojo por su enorme parecido con una caricatura argentina de principios de los 2000, trabajó en silencio, lejos de los flashes por tener que competir con magníficos arqueros en el club inglés, pero nunca perdió el foco y se mantuvo firme para conseguir el objetivo con el que soñó toda su vida: ser el 1 de la Albiceleste.
Ya había experimentado en las juveniles, cuando Pepé Santoro lo recomendó y tuvo el honor de ser elegido como titular cuando tenía apenas 15 años por el Pato Fillol. Atajó tres penales en la final del Sudamericano 2009 contra Brasil y más tarde sufrió un revés en los octavos del Mundial de Nigeria ese mismo año: Argentina ganaba 2-0 y perdió 3-2 frente a Colombia. Esos oponentes le darían revancha en la Copa América 2021, en la que se consagró en la tanda de semis contra los cafeteros y levantó el ansiado trofeo en la final en el Maracaná frente a los brasileños.
Una persona que marcó su trayectoria fue Arsène Wenger, emblemático entrenador del Arsenal, quien nunca quiso desprenderse de Emiliano a pesar de que estaba tapado por otras figuras. “Terminará siendo uno de los mejores arqueros de la historia”, fue una de las frases con las que lo convenció de no claudicar en sus esfuerzos de permanecer con los Gunners hasta el triunfo que llegó recién en 2020 antes de pasar a Aston Villa. Ese traspaso lo convirtió en el arquero argentino más caro de todos los tiempos.
Con los testimonios de Alberto Martínez (su padre), Pepé Santoro (quien lo descubrió para ficharlo como arquero en Independiente), Alejandro Muñoz (ex compañero en las inferiores del Rojo y amigo desde que compartieron pensión en el club) Jorge Peta (uno de sus primeros entrenadores en Mar del Plata), Joaquín Pucheta (ex compañero en la Selección Sub 17), Verónica Remocini y Vanesa Gago (directivas del CASI de Mar del Plata).
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