¿Qué otra idea más potente existe que cambiarle la vida para siempre a un niño que necesita una silla de ruedas y no la tiene?
Una silla de ruedas en la vida de un niño con discapacidad sintetiza muchas cosas mínimas y otras muy grandes: le asegura movilidad para encarar una vida libre y plena, y será uno de los pasaportes fundamentales de acceso a una existencia de igualdad social.
Así lo entendió la vicepresidente de la Nación Gabriela Michetti cuando viajó a Israel y conoció de cerca a Pablo Kaplan, un economista argentino allí radicado, inventor y fundador de una iniciativa global conmovedora Wheelchairs of Hope . Michetti enseguida soñó con este proyecto para la Argentina y supo transformar sus deseos en acción. Involucró con política y gestión a la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) para pensar en grande: que niños de entre 5 y 9 años con movilidad reducida puedan acceder a una silla de ruedas innovadora y de diseño, que los ayudará a insertarse con independencia en la sociedad y en la escuela. Y reducir la brecha educativa y la deserción escolar que hoy existe entre los niños con discapacidad . ¿El nexo? otro talento argentino, el incansable emprendedor de profesión Pablo Chami y profesor de la UTN Buenos Aires.
Una silla de ruedas termina siendo un elemento simbólico pero la situación cobra relevancia si se contextualizan algunas cifras. Más de 20 millones de personas en el mundo no tienen acceso a sillas de ruedas. De esa cifra global, 7 millones son niños sin movilidad.
Unicef estima que el 90% de niños con discapacidad en los países en vías de desarrollo no asisten a la escuela. Esto representa en el mundo que, 9 de cada 10 no vaya a la escuela y en el caso argentino la cifra arroja 1 de cada 5 .
Faltaba otro actor que oficiara de veedor junto con la ANDIS y legitimen y amplifiquen el proyecto hacia todo el país. Allí apareció la gigante Fundación Garrahan del Hospital de pediatría Garrahan.
La iniciativa -que impulsa vicepresidencia de la Nación- es conjunta entre la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) y Wheelchairs of Hope y prevé importar 500 sillas desde Israel – la manufactura de las sillas se realiza en China- a través de la Fundación Garrahan. Ayer martes, en el marco conmovedor y estimulante de la Casa Garrahan se oficializó el lanzamiento del proyecto, este "kick off" augura una idea transformadora que ya está marcha.
Gabriela Michetti apuntó a Infobae: "Que no haya trabas en la movilidad y abrir el acceso para que los chicos con discapacidad se inserten adecuadamente en la educación es el espíritu federal que tiene la ANDIS. Se trata de un eje central en la política actual que permitió que la discapacidad sea uno de los 10 temas estratégicos en la agenda pública nacional".
Coincidieron la vicepresidente y la doctora Silvia Kassab, directora ejecutiva de la Fundación Garrahan que lo más importante, "es que cada silla que llegue a la Argentina tenga un nombre y un apellido, que haya un niño que la esté esperando".
El doctor Carlos Kambourian, presidente del Hospital Garrahan acuerda con Michetti y reforzó lo trascendencia de la federalización del acceso a la salud: "Todos estamos detrás de abrir a todo el país el acceso a la salud. En este caso, una silla de ruedas puede cambiar por completo la vida cotidiana de muchos niños".
"El proyecto de telemedicina -Telesalud pediátrica- que estamos implementando desde el Garrahan apunta en el mismo sentido y ya funciona en 20 provincias. Las familias pueden hacer consultas con médicos del Garrahan sin tener que moverse de su pueblo", puntualizó a Infobae el médico.
Kassab agrega que" hay que federalizar también la rehabilitación de los niños y esto es algo que ya emprendimos desde hace tiempo en la Casa Garrahan. Fue parte de su génesis que una mamá o una familia que viven lejos pueda sentirse como en su casa y hacer el tratamiento, sin perder cierta familiaridad y contención".
Sillas de diseño para la inclusión
La silla de ruedas de Wheelchairs of Hope no es cualquier silla; está pensada como un objeto innovador. Están diseñadas para una población específica de niños con discapacidades de entre 5 y 9 años -ahora están trabajando en un modelo para adolescentes- y se necesita que la posición del tronco del niño se mantenga erguida. Pesan 10 kilos, son ultra livianas y de colores vivos.
En diálogo con Infobae Pablo Kaplan explicó: "Hasta ahora nunca una silla de ruedas fue diseñada teniendo en cuenta la autoestima del niño con discapacidad. Que sea linda, colorida y alegre es parte fundamental del mensaje. Y el concepto de accesibilidad también se ubica en que su precio es el mismo alrededor del globo: costará USD 100 dólares".
"Lo primero que me impulsó a crear esta silla junto a un equipo interdisciplinario de personas idóneas en Israel -entre las cuales está Aaron Ciechanover, un biólogo israelí galardonado con el Premio Nobel de Química en el 2004- fue la idea de un niño que necesita una silla de ruedas y no puede acceder a ella. Sin ese objeto o con una movilidad equivocada no puede insertarse en la sociedad adecuadamente y en mucho casos, ni siquiera saldrá de su casa"
Agrega Michetti a Infobae: "Desde la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) estamos haciendo un verdadero cambio cultural. Hoy pensamos la discapacidad desde el paradigma de los derechos humanos. Entendemos a la persona con discapacidad justamente como persona, y es fundamental también que ese cambio venga desde adentro, que la persona con discapacidad se conciba con una mirada trascendente sobre sí misma" .
Dice Michetti: "El acceso a una movilidad adecuada genera un cambio en la existencia del niño. Y cristalizar esto para mí es muy importante. Allí tiene que estar el Estado presente para hacerlo posible. De otra manera no podrá ir a la escuela o no recibirá educación, y eso lo excluye de su propio futuro".
Serán 500 la primera partida de sillas de ruedas que llegará a la Argentina. Y costarán USD 100 dólares como en el resto del mundo.
Chami es director del área de emprendedorismo de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN-BA) y motor del proyecto en la Argentina por la organización Wheelchairs of Hope e inauguró con sus palabras el "kick off" del proyecto en la Argentina. Chami fue quien convenció a un arco de sponsors locales de diversas ramas de la industria de hacer las donaciones.
"Estamos cumpliendo un sueño. Que 7 millones de niños en el mundo no tengan aún acceso a su silla de ruedas, nos moviliza profundamente. Por eso la visión de Wheelchairs of Hope es movilidad, educación e independencia. La idea es trazar un plan conjunto con la ANDIS y llegar de manera sostenida en el tiempo hasta las 30 mil sillas de ruedas para niños con discapacidad en la Argentina", explicó Chami.
¿Qué lo motivó a diseñar una silla de ruedas con estas características?, preguntó Infobae a Kaplan."Esta silla brinda movilidad y libertad a un niño con discapacidad, y sintetiza la idea de democratizar el acceso a su educación. Con esto realmente le cambiás la vida a un niño para siempre"
Refuerza Michetti sobre las palabras de Kaplan: "El estado tiene que mirar y ser el articulador de estos proyectos que circulan en el mundo. No solo para velar por los mismos, sino también para que lleguen al mayor número de personas".
Un encuentro, un sueño cumplido
Allí en la Casa Garrahan, mientras los chiquitos alojados entre tratamiento y consulta almuerzan; otros descansan en las más de 30 habitaciones que reciben a más de 1000 niños por año de todo el país. Kambourian y Kassab custodian satisfechos la tarea cumplida mientras le abren las puertas del lugar a la vicepresidente Michetti, que se encariña y dialoga con una niña de la provincia de Chaco con mielomeningocele que la dejó en silla de ruedas.
Michetti tiene un compromiso cabal con el tema de la discapacidad, no sólo en gestionar de manera eficiente sino que ella va un paso más allá: trabaja para cambiar el esquema cultural de cómo la sociedad mira a la discapacidad y como la persona con discapacidad se mira a sí misma.
"A partir de que somos una Agencia Nacional disponemos de mayor presupuesto – el presupuesto de la ANDIS ronda los 110 mil millones de pesos aproximadamente- e involucramos a cada una de las provincias – a través del Consejo Federal de Discapacidad para tomar decisiones conjuntas".
Kaplan, la vuelta del inventor
Radicado en Israel y acomodado en su profesión de empresario y economista Pablo Kaplan siempre supo que quería devolverle algo a su querido país natal. Llegaría el momento. Ahora, además de la flamante iniciativa con la ANDIS-Garrahan y Wheelchairs of Hope, Kaplan viene seguido al país por otra razón: su madre de 94 años que vive en Córdoba.
"Aunque muchos no puedan creerlo, no me movilizó ninguna historia personal o familiar para crear una silla de ruedas innovadora. Siempre observé que muchos niños con discapacidad no pueden asistir a la escuela porque no pueden acceder a una silla de ruedas. Un niño con una silla de ruedas vieja y pesada o sin silla de ruedas queda excluido y relegado de la sociedad"
Wheelchairs of Hope intenta tener un impacto social, además de identificar a las organizaciones con necesidad de sillas de ruedas, también busca sponsors para dar sustentabilidad a los proyectos en los diferentes países del mundo.
El proyecto en la Argentina para llegar a esta primera etapa -las importación de las 500 sillas- recibió el apoyo económico a través de donaciones de la Familia Resta -Resta sanitarios-; Allianz a través de Julieta Fondeville y Carolina Correa; Beatriz Kunin de la provincia de Corrientes y Osvaldo Hofman de Corfam, entre otros.
Wheelchairs of Hope ya entregó sillas de ruedas en Perú, Sudáfrica, Vietnam, Israel, Palestina, Ucrania, Etiopía , Panamá, Colombia, Chile. Y ahora se suma Argentina. Ya transformó vidas. Un augurio emocionante para un proyecto que se presenta gigante y conmovedor.
Fotos: Guille Llamos
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