Buenos Aires es una jungla de cemento. Bocinazos, gritos, ruidos, olores. Como toda gran ciudad, presenta sus desafíos. Pero para un individuo en silla de ruedas, la situación es mucho más complicada.
El sábado 17 de marzo se llevó a cabo el Rallydad, una propuesta que invita a ponerse en el lugar del otro y que busca concientizar a los porteños acerca de las dificultades que enfrenta a diario una persona con movilidad reducida en la calle.
Unas 100 personas se acercaron para vivir una experiencia diferente. Se subieron a una silla de ruedas en la intersección de Córdoba y Uriburi para recorrer unas meras cuatro cuadras. Cuatro cuadras, 400 metros, parecen no ser nada, pero, para alguien que se desplaza en silla, proponen una odisea de obstáculos.
La vereda se convirtió, entonces, en un terreno peligroso, con barreras y desafíos a cada centímetro. Los participantes pudieron vivir en carne propia la cotidianidad de muchos.
Baches, pozos, veredas rotas, la puerta de un colegio al que no podían ingresar por falta de rampa. Una escalera se presentaba como el único modo de acceso.
"En la primera maratón éramos diez, en la siguiente cinco y hoy somos 100 personas. Estamos muy contentos con lo logrado", afirmó a Infobae Claudio Waisbord, presidente y fundador de la organización sin fines de lucro Acceso Ya, en la edición número 12 de la maratón.
"Hay cambios que son visibles, pero los invisibles son los más importantes. Hace un tiempo conseguimos que las escuelas sean accesibles y que ningún chico se quede sin ir al colegio", aseguró el fundador acerca de uno de los objetivos más fuertes cumplidos.
El último censo que se llevó a cabo en el año 2010 reveló que el 12,9% de la población en Argentina vive con alguna discapacidad. De los aproximadamente 5 millones de personas, más de 800 mil tienen discapacidad motriz, sin contar las personas con movilidad reducida transitoria.
Lo que persigue la organización este año como objetivo es poder hacer las estaciones de subterráneo accesibles, ya que el 66% no lo son. Una necesidad urgente si se tiene en cuenta que el subte es uno de los medios de transporte más utilizados de la ciudad.
"Hemos tenido un avance con el objetivo que nos propusimos y conseguimos que la semana pasada se diera lugar a la medida cautelar solicitada por nosotros para garantizar las condiciones de accesibilidad a la red pública de subterráneos, un derecho para las personas con movilidad reducida", afirmó Waisbord.
"Con una silla tenés muchas limitaciones. Te ves como mamá con un montón de lugares a los que no podés acceder con una silla, y uno necesita hacer cosas", comentó a Infobae Daniela Bruno, madre de Nadine, una niña de 7 años con movilidad reducida que se enfrenta a diario a un Buenos Aires salvaje, subida a una silla de ruedas. Pero esta vez fue su mamá quien estuvo en su lugar y quien sintió por primera vez las sensaciones de su hija.
Conciencia colectiva
"Yo tengo esperanzas, porque creo que la gente tomó conciencia y veo un cambio de actitud, creo que a la generación que viene a la mayoría le tocó compartir con alguien que tiene algún tipo de discapacidad", afirmó Daniela.
Al finalizar el recorrido, los participantes reflexionaron acerca de las dificultades enfrentadas. Coincidieron en que sí; los logros que se hicieron hasta ahora son varios, pero todavía resta mucho por hacer para que transitar en la ciudad en silla de ruedas no sea una odisea innecesaria.
La asociación promueve cinco claves para hacer una ciudad más accesible:
-No obstruir rampas ni veredas al estacionar.
-Los comercios deben dejar libres las veredas de mesas, carteles y elementos colgantes.
-Si el local tiene escalones, es fundamental la construcción de una rampa.
-Mantener las veredas sanas y construir rampas en cada esquina.
-En los comercios tener información escrita; de esa forma, la gente con discapacidad auditiva se orienta fácilmente.
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Nació con parálisis cerebral, se recibió de psicopedagoga y ayuda a chicos con problemas