La increíble historia de Anne, una joven con síndrome de Down que lo da todo por su educación

Sus padres siempre la animaron a que haga lo que quiera y que no se sienta excluida. En el secundario fue porrista, jugó al tenis y ahora apuesta con todo a la universidad

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Anne siempre quiso ir a
Anne siempre quiso ir a la universidad como todos sus hermanos

Anne es una joven con síndrome de Down que asistía al colegio secundario de Indiana. Fue porrista, jugó al tenis e incluso fue seleccionada como princesa del baile de egresados. Su condición nunca le impidió realizar sus sueños. Uno de ellos, quizás el más importante, fue el de poder asistir a una universidad.

Se graduó de la secundaria Zionsville en Indiana en el año 2017. A pesar de siempre tener asumido que asistiría a la universidad, sus padres temían que ninguna de las instituciones esté preparada para recibir a Anne.

"Durante toda su vida la animamos a que haga todo lo que ella quería hacer, probar cosas, divertirse, pero también está en la tarea de padres el saber omitir ciertas cosas por desconocimiento o incluso por miedo a desilusionar", afirmó su madre en una entrevista al Daily Mail.

Anne llegó una mañana del colegio muy triste ya que sus padres nunca le habían mencionado el tema de las universidades, y fue entonces que su padre John, se puso en la búsqueda de las universidades que tenían programas para estudiantes con discapacidades, y así llegó a un listado de 200.

Gracias al apoyo de su
Gracias al apoyo de su familia y colegio, siempre pudo vivir la experiencia completa sin perderse de nada

Anne como toda chica, quería la experiencia completa, si iba finalmente a la universidad, quería vivir en el campus durante los cuatro años de la carrera que eligiera. Se anotó en cinco universidades y fue aceptada en la universidad de Virginia que tiene un programa de cuatro años para estudiantes que tengan discapacidad.

Sus padres no sabían si Anne entraría en la universidad, ya que son muchos los que aplican para este programa, alrededor de 100 personas y solo aceptan a 16 de ellas. Fue una de las cuatro personas en todo el estado en ser aceptada. "Es duro para los padres mandar a los hijos lejos de la casa, pero esta es una experiencia totalmente distinta, no era nuestra plan, es su plan y sentimos que tenemos el trabajo como padres de apoyar este proyecto, tal como lo hicimos con nuestros otros hijos", concluyó.

Anne espera estudiar gastronomía o algo que le permita trabajar con chicos, así aprender a desarrollar sus habilidades y vivir independientemente.

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