Las mascotas sin dudas son los mejores amigos del hombre pero en muchas ocasiones pueden simbolizar mucho más que eso. En Argentina existen más de 3 millones de familias que cuentan entre sus miembros con algún integrante con discapacidad, y la asistencia canina especializada puede ser uno de los factores por el cual dichos individuos encuentren una mejora o bien, un sustento, tanto psicológico como físico de gran ayuda.
Actualmente existen dos clases de perros de terapia: los perros de asistencia, quienes acompañan durante toda su vida a personas con diversas patologías y ayudan a mejorar la autonomía, y los perros de terapia asistida, canes que son entrenados para insertarse en diferentes programas terapéuticos. Trabajan estrechamente en la mejora de su acompañante con un conjunto de profesionales activos.
El rol de estos animales es sin dudas extraordinario; asisten a niños y adultos con discapacidad motriz como también a pequeños que sufren de autismo. En este último caso, las mascotas pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte, ya que su función primordial es el control perimetral de sus amos para evitar fugas y extravíos en la vía pública.
"En el caso de personas con discapacidad motriz, son entrenados para alcanzar objetos, abrir puertas, prender luces, vestir y desvestir, entre otras. Una vez finalizado este entrenamiento común a todos los perros de servicio, se comienzan con las habilidades específicas, que están ligadas a las necesidades exclusivas del usuario asignado a ese perro", aseguró a Infobae Victoria Cineros Millán, instructora de perros de asistencia y Encargada del área de entrenamiento de Bocalan quien conjuntamente con la firma Eukanuba, son los principales responsables de entrega de perros guías a quienes lo necesitan.
"En el caso de niños con autismo, lo más específico de su trabajo es la seguridad vial brindando mayor estabilidad en espacios abiertos y públicos evitando las fugas que son muy comunes en niños dentro del espectro, así como también mejorar los patrones de sueño, entre otras. En ambos casos, el perro constituye no solo una ayuda técnica, sino que se transforma en el mejor y más amoroso amigo del usuario", agregó Millán.
Águeda Fernández de 35 años de edad, licenciada e Administración Hotelera y actual docente, Investigadora y Capacitadora especializada en turismo accesible y seguridad para personas con capacidades restringidas de la Universidad Nacional de Quilmes, sufre de la patología Atrofia Muscular Espinal. Dicha enfermedad se caracteriza por la pérdida de músculo esquelético causada por la progresiva degeneración de las células de la médula espinal, lo que la imposibilita en varios aspectos cotidianos debido a su condición. Águeda cuenta con la asistencia desde los 33 años de Delfina, una perra guía, y asegura que fue el can quien la eligió a ella.
"Siempre menciono que Delfi me eligió, sumado al acoplamiento que los entrenadores de Bocalan realizan entre el usuario y el perro, se genera un binomio inseparable. En la mañana me abre la puerta del cuarto, prende la luz y busca alguna persona para avisar que desperté. Ambas desayunamos, me preparo y vamos a la facultad donde me colabora en la oficina y me acompaña a reuniones o a las aulas, allí también tiene su momento para estar en el parque y jugar. Luego regresamos y mientras yo trabajo en la computadora, ella duerme, pero siempre está atenta por si le pido que me acomode el brazo", subrayó Águeda a Infobae.
Aunque existen razas específicas como labradores y golden retrievers que se vinculan estrechamente con este labor, cualquier perro puede ser entrenado en asistencia. Los entrenadores aseguran que los cachorros son seleccionados a partir de los 30 días de vida. Luego de los 2 meses y medio aproximadamente, comienza lo que se denomina como periodo de socialización. De este intenso labor que dura aproximadamente 10 meses, se empieza a forjar y comprender la personalidad del can lo que determinará su compatibilidad con su nuevo compañero de vida en un futuro.
Sin dudas el rol de estos animales es mucho más que el de una simple compañía, su ayuda colabora con los quehaceres cotidianos de sus dueños a los que le ofrecen una mejor calidad de vida. Su simple presencia colabora en el desarrollo psíquico, cognitivo e intelectual de quienes sufren de algún tipo de discapacidad. Sin dudas estas características aplican para cada miembro de la familia que convive con estos perros héroes quienes, diariamente aportan su grano de arena en relación a humanidad, amor y respeto para quienes escogen como amigo inseparable para toda la vida.
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