“Gattoni volvió a los entrenamientos y tuvimos una charla con él. Pidió disculpas por los tres días que se ausentó. No se quiere ir mal del club. Le dijimos que nuestro deseo es que firme su renovación y el fin de semana tenemos que arreglar esta situación. Se le hizo saber que si no firma, no va a ser tenido en cuenta”. Contundente fue la declaración de Matías Caruzzo, coordinador del Fútbol Profesional de San Lorenzo, sobre Federico Gattoni, en una conferencia de prensa montada en la Ciudad Deportiva de la entidad azulgrana.
Tras estar tres días (lunes, martes y miércoles) en Europa, el defensor regresó el jueves pasado a Buenos Aires y tuvo su primer entrenamiento de la semana. Luego, se reunió con Caruzzo que le dio un ultimátum: no jugará este sábado ante Lanús y si no firma la renovación de su contrato, que vence el 30 de junio, será apartado del plantel profesional. ¿Qué ocurrió para que el marcador central de la cantera del club y que fue pretendido por el Sevilla esté en conflicto con la dirigencia azulgrana?
El gran quiebre de su relación contractual con la institución que lo formó y vio nacer fue el domingo pasado, cuando viajó rumbo a Europa sin el permiso de los dirigentes para terminar de cerrar el trámite de su ciudadanía comunitaria y, de esta manera, no ocupar cupo de extranjero en caso de una posible venta a ese continente. Luego de participar del 1 a 0 sobre Arsenal en el debut del torneo local, el zaguero se comunicó por teléfono con el entrenador Rubén Darío Insua y le avisó de su viaje a Italia. Pero el DT le pidió que hable con los dirigentes para pedirles permiso, algo que no hizo. Acto seguido, el futbolista viajó igual. A raíz de esto, desde el club le mandaron un mensaje al representante Marcelo Lombilla para advertirle de que Gattoni sería sancionado porque cruzó el Atlántico sin aviso, y no será tenido en cuenta para visitar al Granate por la segunda fecha.
El conflicto entre Gattoni y San Lorenzo dista desde agosto de 2022, cuando Caruzzo se comunicó con su representante para empezar a negociar la renovación del contrato que vence en cinco meses. En su momento, Lombilla pidió que la clausula de salida bajara de 15 millones de dólares a 1,5 millones. Desde la dirigencia azulgrana no opusieron resistencia, pero dejaron en claro que no estaban dispuestos a dejarlo ir por menos de su valor real, más allá del riesgo que implica la libertad de acción a partir del 1 de julio. Es así, como hasta el día de hoy todavía no encuentran un punto de encuentro.
Según pudo averiguar Infobae, en pleno conflicto contractual San Lorenzo recibió una propuesta del Sevilla de España por 1, 3 millones de dólares de resarcimiento por el tiempo que resta de contrato. Pero la misma fue rechazada, ya que hubo una diferencia de 200 mil de la moneda estadounidense.
Mas allá de eso, la relación entre Caruzzo y Lombilla no es la mejor, al punto tal de que el directivo azulgrana en su última rueda de prensa manifestó estar muy molesto y caliente por diferentes situaciones, un dardo directo hacía el agente. El primer problema que surgió entre ambas partes fue en el 2018 cuando uno de sus representados, Francisco Bonfiglio, se fue del club por la Patria Potestad al Villarreal de España, sin dejarle dinero en las arcas azulgranas.
A raíz de esto, Caruzzo indicó con un dejo de enojo: “Los clubes son rehenes de los representantes. No vamos a cambiar una coma del contrato, queda en ellos que se firme o no. Hay un desgaste con el agente. No hay nada que negociar. Me llama la atención que no se haya renovado. Llegar hasta acá es porque nos llevó el representante”.
Al mismo tiempo, el coordinador tomó una decisión irreversible: hasta que Gattoni no renueve su contrato, será apartado del plantel de Primera y no será tenido en cuenta para choque frente a Lanús en La Fortaleza, el sábado a las 21.30 por la segunda fecha de la Liga Profesional de Futbol. Además, esta sanción podría alargarse de cara a la tercera jornada cuando reciba a Godoy Cruz en el Nuevo Gasómetro, en caso de que el marcador central siga sin poner el gancho en el contrato.
A partir de ese ida y vuelta, la incertidumbre en el mundo San Lorenzo pasa por si el futbolista decide no extender su vínculo y salir libre a mitad de año sin dejarle un peso a la institución. Por este motivo, se pusieron en contacto con Juan Pablo Pignani, defensor central derecho de 21 años de Platense, pero por una cuestión de tiempos no pudieron inscribirlo sobre el cierre del mercado de pases.
A todo esto, el Gallego Insúa durante la semana fue claro: “Todavía no estoy enojado con Gattoni. Si firma esta semana estará cumpliendo con lo que me prometió, si no, no”, expresó el director técnico que fue una pieza fundamental para que el defensor pueda jugar de titular en el primer encuentro del torneo local, ya que Caruzzo había pedido que no jugase hasta que no firme la extensión del vínculo. El entrenador intercedió entre ambas partes y habló con el zaguero de 23 años, quién le aseguró que iba a estampar su firma en el transcurso de esta semana, hecho que hasta ahora no llevó a cabo.
El marcador central nació el 16 de febrero de 1999 en Capital Federal. Llegó al club de Boedo a los 12 años y debutó en la Primera de San Lorenzo de la mano de Mariano Soso, quien lo mandó a la cancha el 31 de octubre de 2020 frente a Argentinos Jrs en el Diego Armando Maradona. Antes, había logrado la citación a Primera bajo el mando de Claudio Biaggio, pero una lesión lo dejó fuera de las canchas casi un año.
Fue en el 2018 cuando el defensor se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha, tras participar con la selección sub 20 del torneo L’ Alcúdia, coronándose campeón de la mano de Lionel Scaloni. Esa lesión lo apartó de las canchas durante una temporada. Una vez recuperado, volvió a tomar ritmo en la Reserva con la que supo ser campeón en 2019. A partir de ese momento, nunca más se sacó la ropa azulgrana. Desde que debutó en la máxima categoría, acumuló 70 partidos, convirtió seis goles. A partir de su primer encuentro no salió más del equipo, convirtiéndose hasta el día de hoy en el capitán y máximo referente, tras las salidas de Néstor Ortigoza y Sebastián Torrico.