La caótica victoria del París Saint Germain frente al Lille por 4-3 con un agónico gol de Lionel Messi a pocos segundos del final tuvo condimentos tanto dentro como fuera del campo de juego. Cuando la visita dio vuelta el resultado en el Parque de los Príncipes, se desató la locura en el estadio y las cámaras enfocaron la inesperada decisión que tomó el director deportivo Luis Campos: bajó al banco de suplentes y se ubicó en el área técnica junto al entrenador Christophe Galtier para comenzar a dar indicaciones.
El dirigente portugués ya estuvo en el centro de las críticas cuando se metió en el vestuario en el duelo contra el Mónaco y discutir con dos figuras del plantel. Esta vez, su accionar fue a la vista de todos los espectadores y los medios franceses condenaron de manera rotunda dicho accionar. “El partido es sólo de los jugadores, entrenadores y árbitros, eso es todo. Nadie más debe interferir. La situación es extremadamente grave”, opinaron en el canal RMC Sport sobre la actitud de Campos.
“Me duele por Galtier. ¡Ya nadie hace lo que debe hacer en este club! Es espantoso. ¿Pronto será el Príncipe Al Thani quien presione al árbitro?”, cuestionó Europe 1 al revivir las imágenes que recorren el mundo. Por el lado de L’Equipe, buscó una definición más sutil: “En París es la república de los jugadores o la monarquía de los directores deportivos. En ambos casos, la influencia del entrenador es limitada”.
* Messi estampó el 4-3 y Galtier fue a festejar con los jugadores
Lejos de alimentar aún más la polémica, Christophe Galtier decidió defender al dirigente con quien se abrazó segundos después del pitazo final. “No existió interferencia alguna. En Mónaco tampoco hubo interferencia. Luis es apasionado, un competidor con sed de victoria y nosotros tenemos objetivos muy altos. En Mónaco no hubo interferencia en absoluto. Hubo enfado, pero no interferencia. En cuanto a hoy, yo estuve parado delante de él por lo que no pude ver lo que sucedió”, detalló el entrenador en conferencia de prensa.
Y agregó al respecto: “Luis es un apasionado, un competidor. Y eso demuestra unas ganas muy grandes de triunfar colectivamente. Luis es parte de la dirección técnica y deportiva, no tengo ningún problema con eso. No hubo intervención técnico-táctica. Hay pasión. Pasión”.
Una pregunta que surgió en las últimas horas fue si el director podía meterse en el sector donde fue enfocado. “Las listas de nombres (apellidos, nombre, rango) de las personas en el banquillo así como de los dirigentes de los clubes locales y visitantes deberán ser sometidas a la aprobación de los servicios de la LFP. Estas personas deberán estar todas acreditadas”, indica el artículo 552.1 del reglamento oficial de la Ligue 1. Según confirmó el portal, Luis estaba acreditado y no se labró ningún reporte sobre su accionar después del partido.
Hubo dos casos similares en la historia reciente del fútbol francés en el que dirigentes bajaron al campo de juego a intervenir en las decisiones del entrenador sin acreditación. El primero fue Sylvain Armand, coordinador deportivo del Lille, por intervenir en el encuentro frente al Nantes en marzo del año pasado y fue suspendido hasta el final de la temporada. El segundo en cuestión fue Olivier Létang, presidente del mismo club, por realizar el mismo movimiento y recibió un castigo de dos encuentros.
El próximo domingo habrá una nueva edición del clásico francés entre el PSG y el Olympique de Marsella por la jornada 25 de la Ligue 1. El cuadro de la capital lidera el certamen con 57 puntos y lo persigue dicho rival con 52, por lo que el encuentro del próximo domingo 26 de febrero tendrá un papel trascendental en el transcurso del torneo. Más adelante en el calendario, aparece el choque con el Nantes el sábado 4 de marzo y luego la vuelta frente al Bayern Múnich en Alemania, el 8.
Seguir leyendo: