Mientras que el FC Barcelona lucha por sostenerse en la cima de la tabla de posiciones en La Liga y superar su serie de dieciseisavos de final de la UEFA Europa League ante Manchester United, continúa en plena ebullición el caso que investiga los pagos del club catalán a una empresa de José María Enríquez Negreira, ex árbitro y quien fuera vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA). Y en las últimas horas, se filtró un burofax comprometedor.
El diario El Mundo ha publicado un documento en el que Enríquez Negreira, colegiado de Primera División durante 13 temporadas (1977-1992) y posterior directivo organismo que regula a los árbitros en España, exigía el pago de una deuda que, en su valoración, el Barça tenía con él por impago de unos recibos.
Negreira, a través de su representante legal, le recordaba al club catalán que “mantiene un contrato de prestación de servicios que alcanza hasta el término del actual mandato presidencial” y utiliza dicho documento para comunicarle al club que lo “ha sorprendido notablemente el impago que mantienen las facturas adjuntas al presente relativas a la prestación de servicios de los meses de julio hasta el corriente mes de diciembre, ambos inclusive, y que totalizan una cantidad debida de 267.047 euros (USD 322.750)”.
Este burofax que ha salido a la luz corresponde al 3 de diciembre del 2018 y es previo a un segundo documento en el que amenazaba con desvelar “irregularidades”. El ex vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) expone que el Barça le ha “exigido trabajar en exclusiva de tal forma y modo que no pueda prestar servicios a terceros” y que su labor se desarrollaba de manera “estrecha con Presidencia”, al punto de transgredir “muchas veces las confidencias y favores de lo profesional a lo personal”.
Más adelante, el tono se suavizaba e indica que quería “entender que este impago obedece a algún tipo de error administrativo” y tenía fe en que “se resolviera felizmente en bien de todas las partes”. No obstante, puso un plazo “de 10 días hábiles” para recibir su dinero.
Enríquez Negreira califica esto como un “malentendido” antes de aclarar que “en caso contrario, la actitud del FC Barcelona y en especial la del Sr. Bartomeu será incomprensible, lo que le causaría una profunda decepción después de tantos años de relación, de tantos favores prestados, de tantas confidencias compartidas”.
La revelación de este documento se ha sumado a las declaraciones de Sergi Albert Giménez, ex árbitro y comentarista de televisión, quien asegura que recibió amenazas por parte de Enríquez Negreira. “Me llamó y me dijo: ‘Oye, pollo, ¿tú qué te has creído? Como sigas haciendo estos comentarios, puede pasarte algo. Vete con mucho cuidado’”, comentó en diálogo con El Larguero de la emisora Cadena SER.
Una inspección de Hacienda fue lo que originó que la Fiscalía abriera una investigación por un presunto delito de corrupción por descubrir que hay facturas desde 2003 entre DASNIL 95 SL, una empresa de la que Enríquez Negreira era el único socio, y el propio FC Barcelona. Los medios españoles revelaron que recibió más de 4,7 millones de euros (USD 5 millones) y que, al menos entre 2016 y 2018, más del 95% de la facturación era de sus trabajos con el club bajo el concepto de “asesoramiento técnico”.
Al explotar el escándalo, el Barcelona emitió un comunicado en el que ha asegurado que contrató en el pasado los servicios como proveedor externo de DASNIL 95 SL para disponer de “informes técnicos” relacionados con el arbitraje profesional y con el objeto de “complementar información requerida por el cuerpo técnico del primer equipo y del filial”.
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