Ezequiel Chimy Ávila es sinónimo de redención a sus 29 años. El delantero rosarino se convirtió en un referente del Osasuna después de volver a la competencia tras sufrir dos roturas de ligamentos en ambas piernas en menos de un año. Un 2020 que quedará marcado en la memoria del futbolista no sólo por sus problemas físicos sino también por un asesinato familiar.
En diálogo con la revista Panenka, el futbolista abrió su corazón y destapó uno de los costados más íntimos de su vida al hablar de lo que fue el asesinato de su cuñado, su pareja y su hija, así como también de la dura realidad que se vive en su barrio natal, Empalme Graneros, al noroeste de Rosario. “Cinco días después de la primera operación de rodilla (enero 2020), estaba con los pies en el sillón y nos llamaron para darnos la noticia de que habían matado a mi cuñadito, de 20 años, a su mujer y a la nena de un año. A los tres, con una metralleta, desde una moto. En el barrio“, relató el goleador del Osasuna.
En tiempos en donde el coronavirus se propagaba con fuerza alrededor del mundo, Ávila contó que le tocó despedirlos por una videollamada: “La única que pudo viajar fue mi mujer, que tuvo que vestir a la sobrina de un año dentro del ataúd y a su hermano, claro. Eso a nosotros nos pegó muy duro. Nos ha cambiado la vida totalmente, porque era como nuestro hijo”.
Ávila nació y se crio en un barrio en donde reinaban el conflicto, las malas juntas y las muertes diarias, sin embargo, con respecto a eso, reconoció que no le da miedo regresar. “Pero mi familia siempre me dice: ‘Quizás un día volves y con el que te pegaste en un boliche hace diez años, ahora está loco de la cabeza, drogado y te pega un tiro’. Por más que seas famoso o lo que sea’”.
En esa línea, el atacante que estuvo en la órbita del Barcelona en varias oportunidades, aseguró que en su barrio “no hay códigos ni leyes”. “Te pegan un tiro delante de tu hija y ya está. Es feo, porque qué más quisiera yo que mis hijas puedan jugar en el potrero donde yo jugaba un día de lluvia”.
“¿Barrios peligrosos? Peligroso era el mío, en el que no perdonan ni a una nena de un año”, afirmó y agregó: “Veo a muchos jugadores que se van a sus casas y están con sus amigos de la infancia. Yo no puedo ir porque no sabés si en cualquier momento te van a matar”.
A su vez, el ex jugador de San Lorenzo se mostró molesto con sus críticos: “A mi me duele mucho cuando la gente te juzga sin saber lo que viviste. Algunos dicen: ‘El jugador gana millones’. Sí, pero yo te regalo los millones que tengo y vos dame de vuelta a mi cuñadito. Porque cada día yo veo a mi mujer llorando”.
Al mismo tiempo, recordó su pasado y reflexionó: “La gente está confundida porque piensa que tener un arma en la mano es el mejor camino a tomar. Yo he llevado armas en la cintura y pensás que sos un superhéroe y no, no lo sos”.
“Tampoco sos el dueño de la vida del otro. No podes ir por ahí quitando vidas o diciendo: ‘Tengo plata y voy a estar pagando siempre para matar a alguien’. ¿Por qué? No lo sé, pero es la realidad”, añadió. En ese sentido, también se refirió a los famosos “ajustes de cuentas” y cómo la venganza es una cuestión de nunca acabar: “La realidad es esa. ‘Vos pagaste para que mataran a mi hermano y yo voy a pagar más para que maten a tu padre’. Así siempre. Es un ciclo de nunca acabar. Porque encima las nuevas generaciones crecen sabiendo todo lo que ocurrió. ‘Este mató al papá de mi papá y ahora yo crecí y me voy a vengar’. Y así continuamente”.
Pese a no poder hacer nada para cambiar aquel trágico episodio que sucedió en 2020, en lo que respecta a lo deportivo consiguió revertir la situación tras padecer una de las lesiones más duras para los futbolistas. Hoy, Ávila es el goleador de su equipo y acumula siete tantos en 18 partidos. Su próxima presentación será nada más ni nada menos que ante el Real Madrid el sábado 18 de febrero en El Sadar.
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