Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 quedarán en la memoria, para siempre, de Santiago Lange y Cecilia Carranza. Primero porque tuvieron el honor de ser elegidos abanderados de la delegación argentina, uno momento que nunca olvidarán en sus exitosas carreras. Pero también lo será no haber podido llegar al último día de actividad en su disciplina, Nacra 17, con chances de volver a subirse al podio después de coronarse campeones olímpicos hace cinco años en Río 2016.
En la tarde de Tokio, la dupla argentina ganó la Medal Race y terminó en el 7° lugar de la tabla general de la prueba. Pero más allá del triunfo, fue una carrera especial para ambos. Sobre todo para Lange, que dio indicios de que esta pudo haber sido la última regata que compartió junto a su compañera de embarcación.
“Desde ayer estoy con este juego de la mente, de las emociones. Costaba salir a correr esta medalla sabiendo que no teníamos opciones de medalla y uno es muy competitivo, y es jodido correr una regata sabiendo que no te jugás mucho. Y por otro lado, sabía que quizás es, que tenía que valorar que estábamos en una final olímpica, que quizás era mi última regata, la última juntos, la última regata en unos Juegos Olímpicos y había que salir a andar bien. Y no me daba la cabeza. Pero bueno, pensaba que iba a navegar muy mal, pero por suerte le pude ganar a la cabeza, a las emociones y corrimos una buena regata”. confesó el regatista argentino de 59 años en diálogo con TyC Sports.
Por su parte, Carranza también abrió su corazón y expresó todas sus emociones después de completar un torneo que no fue nada fácil para ella. Sobre todo porque sufrió una lesión en la espalda a mitad de la competencia que puso en duda su continuidad en el barco junto a su compañero de equipo y amigo.
“La verdad es que cuesta encontrar la concentración, emociones, la tristeza. Tristeza normal, que hay que aceptarla. Pero desde mi lugar traté de hacer todo lo posible para seguir concentrada estos días, porque también tenía que terminar de recuperar mi espalda para terminar de correr óptima hoy. Haciendo todo el trabajo que tenía que hacer adentro para ser competitiva afuera y. con sinceridad, puedo decirte que costó”, analizó Carranza.
“Pero como decía Santi, estamos yendo a correr una final olímpica. Que si bien vimos por otro resultado, pero que quizás sea el final de nuestro proceso como equipo, pero había que salir a darlo todo, a disfrutarlo. Y por suerte salimos y nos regalamos una hermosa regata, a nosotros, a nuestro equipo y a todos los que nos acompañaron y madrugaron”, agregó la rosarina.
Rápidamente, Lange se sumó al análisis de Cecilia y marcó las diferencias con su coequiper entre risas. “Ceci es prolija, ella hizo todo, siguió con la rutina. Yo no visualicé, no entre en calor, esa es la diferencia. Ella hace todo, pase lo que pase, y yo no soy así. yo hace dos días que no hago nada. Fue una regata mentalente muy difícil, pero por suerte se dio”.
El futuro es incierto. Con el ciclo olímpico reducido a tres años por la postergación de Tokio 2020, ambos deberán tomar una decisión de si continuarán al frente de la embarcación para los Juegos Olímpicos de París 2024.
“Hoy no es el día para tomar decisiones. Tengo que ser sincero. No le dimos lugar a pensar en el futuro. Nuestros compañeros de equipo están acá festejando el oro. Estoy muy contento con el plan que hicimos. Fue un privilegio enorme. De este grupo van a salir dos o tres medallas”, dijo Lange, en relación al trabajo que hicieron los argentinos junto a los equipos de Italia, que finalmente ganaron la competencia, y los británicos, que fueron medalla de plata.
“No hay que sacar conclusiones o hacer balances. Hay que ver qué hicimos bien o mal. El camino siempre vale la pena. Hemos recorrido cinco años de un trabajo incansable de trabajos internos y externos. Tuvimos mucha gente al lado, les quiero dar un agradecimiento eterno. De corazón. Un agradecimiento especial a Mica, mi compañera de estos últimos cinco años. Se la banco sola como una campeona, firme como un soldado, apoyándome. Cuando ayer le dije que estos días me surgió un deseo enorme de seguir, lejos de decirme ‘para, flaca’, nuevamente manifestó su apoyo conmigo. Tenemos un equipo increíble. Pura palabra de agradecimiento de corazón, vivimos este momento increíble de ser abanderados. Estuve siete años al lado de una leyenda, aprendí todo lo necesario para lograr resultados enormes”, dijo Ceci Carranza antes de despedirse.
“Agradecer al COI y Japón, felicitar a nuestros rivales, ahora quiero ver a mis hijos y mi nieto”, sumó Lange en la despedida.
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