Los Juegos Olímpicos de Tokio le resultaron incómodos a Diego Schwartzman. Desde que debutó en el singles masculino, el Peque sufrió más de lo que disfrutó. Si bien el tenista argentino logró llegar a la tercera ronda por sus triunfos ante el peruano Juan Pablo Varillas (7-6 y 6-4) y el checo Tomas Machac (6-4 y 7-5), la figura albiceleste nunca consiguió exponer su mejor versión. Y lo mismo le sucedió en su compromiso frente al representante del Comité Olímpico Ruso, Karen Khachanov.
En el primer set quedó demostrado el fastidio del porteño. Un contundente 6-1 a favor del ruso ejemplificó el presente del Peque, quien sólo tuvo una oportunidad de quiebre durante la primera manga.
A diferencia de lo que sucedió en la jornada de ayer, cuando la lluvia interrumpió los partidos en la capital japonesa, el caluroso sol que cayó sobre cemento asiático fue testigo del constante sacrificio al que apeló el Peque para intentar levantar el duelo en el segundo set.
El revés paralelo del ruso fue una herramienta muy compleja para Schwartzman. Sin embargo, las devoluciones veloces del argentino sirvieron para levantar dos puntos de quiebre y extender la serie con las esperanzas intactas. Y el 6-2 a su favor llevó el pleito a un tercer set.
Durante la última escena el Peque tuvo que levantar dos puntos de quiebre para comenzar con el pie derecho. Sin embargo, el potente saque Khachanov emparejó el choque para dejar un final abierto. Como si se tratara de un homenaje a Gastón Gaudio, los gritos de un enojo permanente y una decepción constante completaron el espectáculo que concluyó con victoria rusa por 6-1.
“Es una locura que nos manden a jugar a las 12 del mediodía con más de 40 grados de calor. Estoy muy caliente, porque en el tercer set tuve muchas chances de ganar. Que tres personas que están bajo un aire acondicionado decidan que tenemos que jugar así, es una locura. Están sentados en los sillones y después vienen cuando terminan los partidos con lentes de sol. Fue un partido para ver quién aguantaba más y él con sus saques sacó la ventaja. Parecía The Walking Dead. Mi calentura es porque no pude aprovechar las chances, porque tendría que haberlo hecho mejor, a pesar de las condiciones”, dijo Schwartzman en zona mixta luego de su derrota.
Con la eliminación del Peque, 13 del ranking mundial de la ATP, la delegación argentina pierde una de sus esperanzas más firmes de lograr una medalla en los Juegos japoneses. El tenis argentino acumula cinco medallas en su historial olímpico, dos de ellas ganadas por Juan Martín Del Potro en las pasadas ediciones: Londres 2012 (bronce) y Río de Janeiro 2016 (plata).Las restantes fueron conseguidas por Gabriela Sabatini (plata, Seúl ’88), Javier Frana-Christian Miniussi (bronce, Barcelona ’92) y Paola Suárez-Patricia Tarabini (bronce, Atenas 2004).
Más temprano, el español Pablo Carreño avanzó a los cuartos de final del torneo masculino al vencer al alemán Dominik Koepfer por 7-6 (9/7) y 6-3). El primer set fue muy parejo, con dos protagonistas que no se guardaron nada. El ibérico logró hacer el break en el sexto game, pero en el siguiente no lo pudo confirmar y el parcial tuvo que decidirse en el tie break.
Koepfer acusó la pérdida del primer parcial y en el segundo ofreció mucha menos resistencia, cediendo dos veces su servicio para perder el partido en algo menos de dos horas de juego (1h56). Así, Carreño peleará por meterse en semifinales y luchar por la medalla contra el ruso Daniil Medvedev, quien tuvo un laborioso encuentro contra el italiano Fabio Fognini y se quedó con los boletos hacia la siguiente instancia con un 6-2, 3-6 y 6-2.
Más tarde, en tanto, debutarán en el dobles mixto Nadia Podoroska y Horacio Zeballos, los únicos argentinos que siguen en carrera en el tenis olímpico, con los australianos Ashleigh Barty y John Peers.
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