La ausencia de Argentina en el próximo Mundial de Básquet que se disputará entre agosto y septiembre en Japón, Indonesia y Filipinas será difícil de digerir. República Dominicana remontó una desventaja de 17 puntos y se impuso por 79 a 75 para clasificar por encima del Alma que careció de ideas en el último cuarto. La principal imagen que quedó de la fatídica noche en el Polideportivo Islas Malvinas fue el efusivo festejo del entrenador Néstor García cuando logró eliminar a sus ex dirigidos.
Para entender el contexto de la desmedida celebración hay que remontarse en agosto de 2022 cuando luego de derrotar a Bahamas por 95-77 en Mar del Plata, el Che quedó desvinculado de la selección. La dirigencia de la Confederación Argentina de Básquet asignó a Pablo Prigioni para que tome las riendas del equipo en la AmeriCup, torneo que terminó ganando en una épica final frente a Brasil que nuevamente posicionó a la Albiceleste en lo más alto del continente.
El integrante de la Generación Dorada tomó a Argentina con seis victorias y dos derrotas (con Venezuela de local y Canadá de visitante) en las Eliminatorias mientras que García rápidamente llegó a un acuerdo con República Dominicana, que se encontraba un récord de 5-3, antes de la siguiente ventana internacional. La primera venganza del Che llegó a las pocas semanas en Santo Domingo al doblegar de manera contundente al Alma por 80 a 69 y así comenzar el épico camino hacia la clasificación al Mundial.
Néstor encadenó cuatro victorias consecutivas, incluyendo la reciente en Mar del Plata, y logró el objetivo de clasificar al máximo evento del año en el básquet. Durante el último cuarto, cada tiempo muerto se podía observar a García dando indicaciones y motivando a sus jugadores de manera intensa. Su metodología funcionó ya que los centroamericanos redondearon el capítulo final con un parcial de 25-11 para tomar la delantera en un partido que parecía perdido al haber llegado a estar en 17 puntos de desventaja.
Una vez que sonó la chicharra, el Che no ocultó sus sentimientos y festejó con mucha energía la épica. Sus dirigidos los alzaron ante un Polideportivo totalmente en silencio que aplaudió de manera tímida al plantel argentino. Una vez que bajó a tierra, el entrenador se retiró a los vestuarios donde continuó la celebración correspondiente y más tarde aparecieron videos en el micro donde también se animó a soltar unos movimientos ante las cámaras.
“El que gana es el que goza”, redactó el ala-pívot Ángel Delgado en su historia de Instagram junto a varias banderas de República Dominicana en el que se ve al entrenador, con una copa de vidrio con una bebida color dorada, bailando ante la mirada de sus dirigidos. El país centroamericano se unión a Brasil, Canadá, Estados Unidos, México, Puerto Rico y Venezuela como los clasificados al Mundial de Japón, Indonesia y Filipinas.
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