Creció en Montecarlo con las carreras, hoy es jefa de uno de los equipos más fuertes del Rally Dakar y ama la argentina: “Es un país fantástico”

(Desde Arabia Saudita) Ganar un Rally Dakar no es algo que se consigue solo en las dos semanas de carrera. No es solo la labor del piloto o el navegante. Es necesario el trabajo de un equipo para que todo esté en condiciones. Dacia, la marca que pertenece al Grupo Renault, ingresó en esta edición como equipo oficial y está bajo las órdenes de Tiphanie Isnard, una francesa apasionada por el automovilismo desde niña y que tiene a cargo el trabajo coordinado de una escudería en la máxima exigencia del deporte motor.

Este viernes es el día de descanso para los competidores, navegantes y tripulaciones en el caso de los camiones. Pero en el campamento de Hail es la jornada de más trabajo para los mecánicos y el resto de los integrantes. Desde el final de la quinta etapa disputada este jueves las tareas son constantes para poder tener todo listo de cara al reinicio de la actividad este sábado.

El sector ocupado por Dacia es uno de los más grandes del predio de 30 hectáreas. En sus carpas, que son como los garajes de boxes en un autódromo, los trabajos son constantes en los tres prototipos de Nasser Al Attiyah, la punta de lanza para conseguir el triunfo; Cristina Gutiérrez, y de Sébastien Loeb, pese a que no pudo seguir por los daños estructurales tras el vuelco en la tercera etapa. Es necesario el trabajo de un equipo para que todo esté en condiciones.

Una vez que los autos ingresan en el parque de asistencia reciben un service general. Se trata de un repaso para chequear que todo esté bien. Primero se sacan los neumáticos para revisar las suspensiones y frenos. Luego se chequea el motor, la electrónica y el resto del coche. Si los vehículos sufrieron algún golpe, se reparan y se deja todo listo para el día siguiente.

Alrededor de las carpas donde se atienden a los coches se ven cuatro camiones, uno como motorhome para los responsables del equipo, otro para herramientas, dos para repuestos, y dos trailers, uno con gomas y un generador, y otro con más herramientas y repuestos. Se suman siete motorhomes más chicos y tres vehículos particulares. Detrás de uno de los camiones se ubican las carpas donde duermen los mecánicos y el sector donde los pilotos reciben los masajes y tienen sus encuentros con sus fisioterapeutas.

Para conocer más detalles este medio conversó con Isnard. Cuenta que su amor por el automovilismo nació desde muy chica. “Crecí cerca de Montecarlo y me enamoré de las carreras”, explica. “De más joven practicaba mucho deporte, pero el automovilismo me atrapó porque hay muchas cosas en juego. Por ejemplo, la participación de empresas que se suman a la competencia”, agrega.

Acerca de cómo se conforma el equipo, describe que “somos sesenta personas en el equipo. Tenemos las personas adecuadas que están en el lugar adecuado.”

“Del total del personal, veinte trabajan en la fábrica y nos ayudan mientras dándonos soportes”, explica la francesa.

El auto de Loeb podría esperar a ser llevado a la fábrica, pero no hay tiempo que perder ya que esta estructura participa en todo el Campeonato Mundial de Rally. El Rally Dakar es la primera fecha y la segunda se llevará a cabo del 21 al 27 de febrero en Abu Dhabi. Por eso son necesarias las tareas en el vehículo del galo, que supo ganar siete Campeonatos Mundiales de Rally.

De la división de la labor de los mecánicos, Tiphanie cuenta que “tenemos seis mecánicos por auto, pero después tenemos algunos especialistas, como los de las cajas de cambios que tienen una tarea diferente. Estamos trabajando para tres coches todo el tiempo”.

Explica que este proyecto “empezó hace un año y medio. Primero nos dedicamos a diseñar el coche y lo construimos en sólo tres meses. Así que fue un gran trabajo para el equipo. En abril de 2024 hicimos el shakedown (NDR prueba que se hace para chequear que esté todo bien). Después fueron seis meses de intensas pruebas. Cada tres semanas estábamos probando y construimos el tercer coche a tiempo. Así que, sí, fue un mes duro entre el nuestro y el primero”.

A la hora del análisis de la labor del equipo en su estreno en la carrera más dura del mundo, indica que “sabíamos que esto es un gran reto en nuestro primer Dakar”.

Y sigue: “Así que el objetivo era adquirir la máxima experiencia y así fue. Por supuesto que nos lamentamos por el abandono de Sébastien (Loeb) y tenemos cosas que corregir. Fue una pena porque estaba haciendo un gran trabajo y estaba para poder conseguir un buen resultado”.

Al Attiyah se ubica cuarto en la clasificación general a 45 minutos de Henk Lategan, de Toyota. Pero el Príncipe qatarí supo ganar cinco veces el Rally Dakar y le sobra oficio para definir la carrera. Tiphanie explica que “está lejos del primer puesto, pero no está tan mal para la posición de salida (de este sábado) y poder ganar posiciones”.

Es su tercera experiencia en el evento y trabajó en el equipo oficial Peugeot, por lo que conoce Argentina y tiene los mejores recuerdos. “Es un país fantástico. Me encantó el público. También trabajé en el Mundial de Rally y el entusiasmo de los aficionados por el automovilismo es genial”. También confiesa: “Me gustó mucho el asado y toda la comida de allá”.

De aquellas visitas en nuestro país recuerda que “la pasamos genial en Año Nuevo y fue cuando estábamos con Carlos Sainz (padre) en Buenos Aires”. También tengo buenos recuerdos con Pablo Eli (responsable de armar el recorrido). Es un tipo fantástico y todo el grupo de argentinos que trabaja. Supongo que el campeonato mundial podría volver en 2026 y espero que sea así. Presionaré para estar también en Argentina”.

EL EQUIPO DACIA DESDE ADENTRO: