Max Verstappen es el dominador de la Fórmula 1 siendo el vigente tetracampeón de la disciplina con coronaciones seguidas entre 2021 y 2024. El piloto de Red Bull encaró duras batallas con sus colegas de Mercedes y McLaren (Lewis Hamilton y Lando Norris) por el título, pero la personalidad del joven se forjó desde su infancia a partir de la cruda relación que mantenía con su padre, Jos, y que lo hizo más fuerte frente a los embates rivales.
El ex compañero de Michael Schumacher en Benetton se negó a comprarle un karting a su hijo, cuando tenía cuatro años. Sin embargo, el pequeño se metió de lleno al automovilismo por el apoyo de su madre, la ex piloto de karting Sophie Kumpen. Ella lo apoyó en sus inicios y Jos lo acompañó con el paso de los años. El tirante vínculo con su padre quedó a la vista con diversos episodios, uno de ellos cuando lo habría dejado solo en una gasolinería en 2012.
En la segunda vuelta de la final del Mundial de Karting, el primogénito quedó afuera tras chocar con otro competidor por querer superarlo antes de tiempo. Bajo las palabras del heredero en una charla con la escudería de la bebida energizante, Jos “estaba realmente enfadado y decepcionado”. Y continuó: “Nos sentamos en la furgoneta de regreso a casa. Quería hablar con mi padre sobre lo que pasó, mi opinión sobre el incidente, pero mi papá no quería hablar conmigo. Seguí intentándolo y en un momento dado se detuvo en una estación de servicio y dijo: ‘Fuera, no quiero hablar más contigo’”.
Sin embargo, la historia contada por el piloto en actividad no sería fidedigna al ciento por ciento, ya que Jos Verstappen contó su versión en un diálogo reciente con F1 Insider: “Creo que es hora de aclarar esta historia. La verdad es que no lo abandoné. Solo no hablé con él durante una semana″. A continuación, fue consultado sobre si ese comportamiento fue demasiado duro con el joven de ese entonces: “Según Max, no. Sintió que mi enfoque lo preparó mejor para la Fórmula 1″.
De hecho, anteriormente detalló cómo fue su primera conversación después de ese suceso: “Le expliqué cómo me sentía. No se sintió cómodo con toda la situación, pero quería que entendiera qué tenía que pensar. La temporada siguiente lo ganamos todo. Ganamos dos campeonatos de Europa, el Mundial, ganamos todas las carreras. Estaba tan concentrado y creo que debido a lo que sucedió en aquella carrera (la que abandonó tras un toque) se convirtió en un mejor piloto”.
Ya de vuelta en el presente, Jos contó con F1 Insider un detalle de los comienzos de Max Verstappen en la disciplina junto a Mick Schumacher, hijo de Michael: “A menudo íbamos al karting con nuestros hijos, Mick y Max. Michael no distinguía entre Max y Mick. Si tenía algo que decir, se lo decía a los dos. Es muy posible que Max también se beneficiara de estas experiencias”. Y sentenció: “Max tiene mucho en común con Michael: intransigente en la pista, pero dulce, sensible y cariñoso como persona privada”.
Por otro lado, no aseguró la continuidad de su hijo en Red Bull: “Todo es posible. Puede quedarse en Red Bull si le apetece. Su objetivo sigue siendo ganar carreras. Si siente que eso ya no es posible en Red Bull, no se puede descartar un cambio (a otro equipo)”.
En ese sentido, metió presión al interior de la escudería: “Necesita construir un coche que sea más fácil de predecir en todas las condiciones. Si miras a la segunda mitad de 2024, no puedes ser optimista. Red Bull simplemente no consiguió que el coche fuera consistentemente rápido. ¿Por qué iba a ser así este año?”.
Y manifestó que la salida del ingeniero Adrian Newey repercutió en los intentos de perfeccionar al monoplaza: “El hecho es que el coche no mejoró cuando dejó el equipo. En concreto, las actualizaciones dejaron de funcionar como deseaba. Ya he hablado bastante de las razones por las que el equipo corre peligro de desmoronarse. Dejémoslo ahí. Una cosa es cierta: Red Bull tiene un gran reto por delante en 2025”.