El histórico Manchester United atraviesa uno de los momentos más delicados de su historia reciente. Tras una nueva derrota antes de finalizar el 2024, Rubén Amorim, técnico del equipo, fue tajante en su diagnóstico durante una rueda de prensa hablando de un posible descenso: “Eso está muy claro, tenemos que luchar. Es uno de los momentos más difíciles de la historia del club. Tenemos que centrarnos en sobrevivir”. Además, añadió: “Es un poco vergonzoso ser entrenador del Manchester United y perder muchos partidos”.
El club está muy lejos de las expectativas habituales que lo acompañan como uno de los grandes de Inglaterra. Actualmente ocupa el decimocuarto puesto de la Premier League, a siete puntos de la zona de descenso, donde se encuentran Ipswich, Leicester City y Southampton en las posiciones 18, 19 y 20, respectivamente.
Una caída a la segunda división sería, además de humillante, un desastre económico y deportivo para un equipo que nunca ha descendido desde su ascenso en 1975.
La Premier League es una fuente de ingresos clave para los clubes que la integran, y el United no es la excepción. Según datos recientes, durante la temporada 2023/24, el club recibió aproximadamente 256 millones de euros en ingresos por retransmisiones. De esa cifra, el 72,9% provino directamente de los derechos televisivos de la Premier League, mientras que el resto se atribuye a su participación en la Liga de Campeones.
En caso de descenso, estos ingresos se reducirían drásticamente. En su primera temporada en el Championship, el United tendría derecho al 55% de los derechos televisivos de la Premier League, reduciendo esa cifra al 45% en la segunda temporada y al 20% en la tercera si no lograran ascender de inmediato. En concreto, un club descendido suele recibir unos 50 millones de euros (43,6 millones de libras) en su primera campaña en la segunda división, lo que queda muy lejos de los montantes actuales del United.
Pero el problema va más allá de la Premier League. Los ingresos generados en competiciones europeas han sido cruciales para las finanzas del club. En los últimos tres años, el club ingresó cerca de 192 millones de euros relacionados con retransmisiones y días de partido de torneos como la Champions League. Sin embargo, el descenso podría significar una ausencia total en competiciones internacionales, lo que implicaría otro golpe devastador a las finanzas.
Mantener una plantilla élite tiene un coste alto. Actualmente, el United gasta un total de 440 millones de euros al año, lo que equivale a más de un millón de euros diarios. Un dato significativo es que, a diferencia de otros clubes que suelen incluir cláusulas anti-descenso en los contratos de sus jugadores, el United no contempla esta medida.
Esto significa que, aunque el equipo bajara de categoría, futbolistas como Bruno Fernandes, Marcus Rashford o Casemiro seguirían cobrando sus mismos salarios, diseñados para competir en la élite del fútbol europeo. Algunos jugadores, sin embargo, finalizan sus contratos a final de temporada y deberán decidir si continuar o no. Los nombres de Christian Eriksen, Victor Lindelöf, Jonny Evans, Tom Heaton, Harry Maguire y Amad Diallo aparecen en esa lista.
La amenaza del descenso también afecta gravemente los acuerdos comerciales del Manchester United, tradicionalmente uno de los clubes con más ingresos por patrocinios. Según detallaron medios como The Times o The Telegraph, la marca alemana Adidas, que firmó una extensión de contrato de 10 años por un valor de 1.260 millones de euros, tiene la capacidad de reducir sus pagos en un 50% (equivalentes a 54 millones de euros al año) si el equipo no compite en la Premier League. Incluso, tiene la opción de rescindir el acuerdo con un año de preaviso.
Otras alianzas, como el contrato de tres años con Snapdragon, filial de Qualcomm, por un valor de 210 millones de euros (180 millones de libras), tampoco incluyen cláusulas para mitigar el impacto de una mala temporada. Sin embargo, acuerdos para la equipación de entrenamiento y la manga del uniforme expiran en 2025, y un descenso dificultaría seriamente las negociaciones.
A pesar de las dificultades, la historia del Manchester United lo coloca en una posición única para lidiar con la adversidad. Sin embargo, la lucha por la permanencia será crucial no sólo desde el punto de vista deportivo, sino también económico. La última derrota contra el Newcastle por 2-0 marca la urgencia del club de revertir la situación para evitar un escenario que pondría en riesgo su posición como uno de los gigantes del fútbol mundial. Como mencionó Rubén Amorim, “tenemos que centrarnos en sobrevivir”.