Diego Simeone y Carla Pereyra revelaron los secretos de la pareja: la contención, intimidad y cómo reaccionarían ante la infidelidad

Diego Simeone y Carla Pereyra llevan 11 años juntos y son padre de dos niñas, Francesca (8) y Valentina (5). Se casaron en 2019 y la pareja se muestra cada día más consolidada. A corazón abierto hablaron de todo y revelaron detalles de su intimidad, cómo se complementan y ayudan ante los problemas, y hasta cómo abordarían una infidelidad.

El Cholo le lleva 16 años a la empresaria que también es argentina y reside en Madrid desde hace mucho tiempo. Además, antes de haberlo conocido al DT ya era hincha del Atlético Madrid, donde Simeone está a cargo desde 2011.

En una entrevista conjunta en Podium Podcast, Carla contó cómo fue el día que planteó un tema clave en la relación: “Y yo le dije. Yo estaba sentada como en la mesa y le dije ‘Mirá, yo sé que vos tenés hijos y sé y estamos muy bien y tal, pero yo quiero una familia. O sea, yo, yo en mi vida quiero construir una familia y entiendo perfectamente que vos en un momento igual no querés porque ya tenés tus hijos y porque tu camino es ese. Pero yo sí quiero esto y yo lo voy a buscar en mi vida. Y me gustaría que esto sea claro entre los dos para que yo pueda avanzar por un lado y para que vos también puedas tomar tu decisión’. Y me dijo ‘Dame tiempo’ (risas)”. Diego reconoció que “me acuerdo clarísimo, le dije ‘las cosas se va a dar, se van a dar naturalmente. Porque entendía que esa frase envolvía un poco la realidad de lo que nos había tocado estar hasta ese momento y lo que venía por delante. Pero bueno, me marcó directamente cuál era el camino”.

Sobre cómo lo ayudó el ser entrenador en el trato diario con su familia, Simeone afirmó que “yo digo que todo va relacionado. No digo que no, la gente va a haber. ¿Cómo entiendo yo la vida y el la vida, eh? Digo, no es que vos te comportas de una manera en tu casa y después te comportas de otra manera. En el trabajo vos te comportas casi siempre parecido. Los patrones son los mismos. ¿Y si vos te gusta la familia, te gusta el equipo? Porque la familia es un equipo. Entonces trabajamos en consecuencia de. De tener a todos unidos y bueno, y en el equipo ni qué hablar. Igual es más difícil porque hay más egoísmo, porque es un juego. Es un juego individual, porque todos no tienen los mismos contratos y todos cobran diferente. Pero todos, todos tendrían que tratar de pensar de la manera igualada, porque al final lo que nos une es ganar y a la familia lo que nos une es ser feliz".

El Cholo ya era padre de Giovani, Giuliano y Gianluca, los tres futbolistas. Logró unir a todos en su nueva familia y explicó que “con las chicas, con mis hijos siempre relacionamos esa situación de equipo. De trabajar en equipo y ser nada. El momento que te vas a pelear, que vas a discutir, que no vas a estar de acuerdo. Como no estoy de acuerdo muchas veces con algún futbolista, con algún futbolista, conmigo. Pero bueno, es parte de del proceso donde hace, eh, engrandecer a la palabra de equipo cuando las cosas en realidad se trata de la frontalidad, no de yo digo de. De hablar directo. De hablar de lo que sentís cada uno con su tiempo. Por ahí en la familia son otros tiempos al trabajo, porque el trabajo es mucho más directo, más necesario resolverlo ya. La familia por ahí necesita más tiempo. ¿Eh? ¿Pero no tengo ninguna duda que el hablar directo y ser que el otro te sienta noble, eh? ¿Ya sea en la familia, como un futbolista, eh? Te voy a respetar".

También, el estratega de 54 años contó cómo su pareja y familia son claves para levantarse de un golpe en lo deportivo. “Tú traes una energía más baja a tu casa, pero ves a tus hijas reírte, ves a tu mujer que te hace una sonrisa y enseguida esa, ese enojo va variando. No sé si se va matizando. Nosotros, por ejemplo, tenemos siempre, la experiencia de cuando perdimos la segunda final de Champions, que esa fue muy dura, porque yo siempre digo que para ganar la Champions vos tenés que jugar 90 minutos, 120 o penales. Bueno, nosotros jugamos 120 y perdimos y penales y perdimos. O sea, más, más. O sea, no hay más cerca de poder haberla ganado. Sí, pero fue dura. La segunda fue muy, muy dura y estaba muy triste porque me preguntaba si iba a tener la fuerza de poder seguir conduciendo a un grupo hasta un lugar donde es muy difícil llegar y convencerlos otra vez de que se podía ganar. Y bueno, obviamente ahí enseguida la señora me llevó, me agarró, me llevó para todos lados, para distraer un poco mi mente y obviamente volver a nada a a reinventarme para volver otra vez a empezar, porque se trata de eso, el el no estar bien y estar bien, no estar bien en un momento. Pero esto del fútbol es muy cambiante. Vos ganás un partido y sos el mejor".

La charla también propició las confesiones de ambos de cómo reaccionarían ante una supuesta infidelidad. “Yo te pregunto: ‘Si viene un ladrón y te roba, ¿cómo reaccionarías? No sabés. Podés correr, podés pelear, pero no sabés qué harías’”.

En tanto que Carla respondió “depende del contexto. El momento. Porque también puedes tener un mal momento en la pareja y tal vez yo estoy pasando un momento malo y él no o no se ha enterado. De repente eso también tira por la borda tantos años de construcción. Volvemos a lo mismo, empatizar con el otro, el diálogo, el entendimiento. Y por ahí es un momento donde se han separado tanto los caminos que la otra persona también se ha sentido sola. ¿Entonces, qué he hecho yo también para provocar esto? Claro. Entonces, al final volvemos a lo mismo es trabajarse también uno y entender en qué momento sucede y por qué. Pero bueno, hay que estar en esos zapatos y en ese momento".

Diego, amplió al respecto y concluyó: “Lo más fácil es decir ‘no la perdonaría’. Pero evidentemente las cosas cuando pasan en el momento, cada uno es cada uno y puede ser”.