Fue verdulero, una enfermedad casi lo retira y la fe lo salvó: las confesiones de Braian Romero, campeón con Vélez

El goleador del Fortín en la Liga Profesional se reinventó luego de atravesar una delicada situación personal

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El goleador del Vélez campeón sufrió artritis reumatoidea y estuvo al borde de dejar el fútbol

Braian Romero cumplió un nuevo sueño en su vida al consagrarse campeón de la Liga Profesional con Vélez, además de haber sido el goleador del equipo de Gustavo Quinteros. El delantero de 33 años atravesó duros momentos personales y estuvo al borde de abandonar el fútbol por una dura enfermedad, pero salió adelante gracias a la fe en Dios y tuvo su esperada revancha.

“He pasado por varias circunstancias en la vida y el fútbol me ha servido para fortalecerme porque te da golpes que te hacen levantar al día siguiente como lo hace cualquier familia”, expresó el jugador que llegó al Fortín para salvarlo del descenso y no solo lo logró, sino que además terminó dando la vuelta olímpica.

Esos duros golpes a los que Romero se refirió fueron, en primer lugar, a su lucha contra una artritis reumatoidea que le detectaron en 2012 cuando jugaba en Acassuso y que no solo estuvo a punto de dejarlo afuera de las canchas, sino que lo tuvo a maltraer con dolores fortísimos. “Hubo dos días que me aplicaron morfina cuando estuve internado en el hospital de San Isidro y no me hacía efecto, lamentablemente. Estaba paralizado. No podía mover ninguna parte de mi cuerpo, ni siquiera el cuello. Estuve 15 días con la misma sábana en el hospital, no me podían inclinar la cama porque gritaba de los dolores, se me peló toda la espalda, no podía ir al baño. Fue duro vivir eso a mi corta edad”, dijo el 9 del campeón en una entrevista que brindó en el programa Un Buen Momento, de Radio La Red (AM 910).

El goleador de Vélez habló de la motivación del plantel de cara al último partido de la Liga Profesional.

“Con el correr del tiempo, nunca me había dado cuenta de lo que estaba atravesando. Me estaba quedando pelado, con manchones, la cara llena de granos por los medicamentos y el corticoide. La pasé muy mal realmente. Intenté de todo con la medicina pero nunca di en la tecla. Tuve a los mejores médicos gracias a Dios y estoy contento de haberlos conocido, como a Jorge Vega que trabaja con la Selección”, continuó el futbolista que también fue campeón con River Plate, Athletico Paranaense y Defensa y Justicia.

Romero también recordó otros momentos de incertidumbre su futuro: “Un día llegué a mi casa y no tenía fuerzas ni para trabajar con mi papá en la verdulería. Me habían dicho que ya no podía jugar más al fútbol, estaba en pleno proceso de recuperación para poder caminar bien. Con mi señora a veces no teníamos para comer y para no molestar a alguien era tomar mate y a la cama. Esas cosas te marcan, pero te ayudan a crecer el doble”.

Pero su historia tuvo un giro inesperado al volcarse a la religión y a comenzar a descubrir el mundo de la fe. “Un día de esos que estaba derrotado decidí ir a la Iglesia. No creía en Dios ni nada, pero fui. Éramos 20 personas y el pastor estaba predicando acerca de los milagros, hablando de la fe, que esto se trataba de creer o no, es eso: certeza de lo que se espera y convicción de lo que no se ve. En ese momento no veía nada, pero tenía que tener la convicción que me iba a recuperar. Empecé a tomar esa palabra de Dios, me hice fuerte e increíblemente fui mejorando”, siguió Braian.

Braian Romero con la Copa de la Liga Profesional junto a Bizarrap tras conseguir el título (Instagram Braian Romero)
Braian Romero con la Copa de la Liga Profesional junto a Bizarrap tras conseguir el título (Instagram Braian Romero)

El delantero, que llegó a Liniers con el Gallego Méndez como técnico, quiere quedarse a pelear la Copa Libertadores y soñar en grande. “Desde que llegué a Vélez atravesamos una montaña rusa de emociones. Se dio todo, fuimos superiores ante Huracán, no lo dejamos entrar en partido y sabíamos que era una oportunidad única y la supimos aprovechar”, dijo en referencia al título logrado en la Liga Profesional.

Por último, sobre el momento crítico que pasó Vélez al perder la final de la Copa Argentina y a los pocos días tener que disputar el partido por el título ante Huracán, Romero contó cómo se vivió internamente: “Tuvimos una charla después de Central Córdoba y sabíamos que teníamos que cambiar el chip porque nos jugábamos entrar en la historia del club. Estaba el morbo ese de afuera que Vélez pierda el campeonato, pero fuimos el único equipo que se sostuvo tanto tiempo en la punta. Pusimos las energías en las cosas buenas que hicimos el campeonato y que de local nos hicimos fuerte en el torneo. Hemos sido los mejores desde el juego y desde la humildad”, cerró.

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