La noche del Shooto Brazil 127, celebrado en Río de Janeiro, no fue una velada cualquiera para los amantes de las artes marciales mixtas (MMA). Entre los momentos destacados de las 13 peleas del evento, sobresalió una actuación que quedó grabada en la memoria de los presentes y se volvió viral en las redes sociales: el espectacular nocaut de Marney Maxx, un luchador que, pese a su discapacidad física, logró demostrar que la determinación y el talento no tienen límites.
En la cartelera preliminar, Maxx se enfrentó a Estegerson da Silva en la categoría hasta 74,8 kilos. Desde el primer momento, demostró una combinación letal de precisión y agresividad. Un elegante golpe de pierna alta impactó a su oponente, marcando el inicio de una secuencia brutal.
Da Silva, tambaleante, intentó refugiarse contra la jaula, pero Maxx no le dio tregua. Aprovechó la posición para ejecutar un rodillazo volador seguido de un puñetazo que envió a su rival al suelo. Con una última intervención contundente, Maxx aseguró su victoria por nocaut en el primer asalto.
Este triunfo no solo le valió los aplausos de los espectadores en la arena, sino también el reconocimiento de grandes figuras del deporte. Michael Bisping, exc ampeón de la UFC, expresó su admiración en un mensaje publicado en X (antes conocido como Twitter): “Un ojo, un brazo, no importa. Bien hecho, Marney Maxx”.
Marney Maxx nació con una deformidad congénita que resultó en la amputación de su brazo izquierdo, pero esta condición nunca fue un impedimento para su pasión por las MMA. Desde su debut profesional en 2016, el brasileño ha acumulado un récord de seis victorias y cuatro derrotas, con cuatro de sus triunfos logrados por nocaut. Maxx también es cinturón negro en Jiu-Jitsu y Muay Thai, una prueba de su dedicación y habilidades técnicas.
Sin embargo, el camino hacia el éxito no ha sido fácil. En una entrevista concedida a MMAFighting en 2022, el peleador reveló las dificultades que ha enfrentado para sostener su carrera. “Es una mierda vender gominolas e intentar hacer realidad mi sueño, pero aún así volver a casa cansado y sin dinero. Es muy cansador... He estado luchando por una oportunidad en la sociedad desde que era un niño, y es difícil”, confesó.
El brasileño combina su entrenamiento con la venta de dulces en las calles para costear sus gastos básicos, como alimentación y equipamiento deportivo. A pesar de estas adversidades, Maxx aseguró que su discapacidad ha sido un motor para dejar un legado en el octágono. “A pesar de las dificultades, de la lucha diaria, tratamos de demostrarle a la gente que pueden lograrlo… Sigo diciéndome que soy una persona fuerte y que nadie puede derrotarme. Solo Dios puede, y sé que no quiere hacerlo”, declaró.
La vida de Marney Maxx también ha estado marcada por episodios de ansiedad y depresión. “Tuve una crisis de ansiedad y estaba deprimido. No estaba motivado, pero luego tuve esta oportunidad en una gran promoción. La gente no creía en mí y usé eso como combustible para ir allí y ganar… Cuando pienso en rendirme, Dios me da fuerzas para continuar”, senticaba el luchador.