“El ajedrez es un juego fantástico, pero también puede ser fatal; un error es suficiente para perderlo todo”, contó el ruso y ex campeón mundial Anatoly Karpov, en su última visita a Buenos Aires hace casi una década. Acaso, la sentencia de una de las mayores leyendas de este juego, sirva para comprender el desenlace emocionante que tuvo la consagración del desafiador indio Dommaraju Gukesh, de 18 años, ante el titular de la corona, el chino Ding Liren, de 32, en la última partida del match que se llevó a cabo en Singapur.
Es que después de 13 reñidas partidas y con el marcador igualado en 6,5 puntos (producto de dos victorias por bando y nueve empates), el chino Ding (con piezas blancas) y el indio Gukesh llegaron al salón de juego, en el Hotel Equarius, en el sudeste asiático, para la definición del duelo. En caso de una nueva igualdad obligaría a los organizadores al armado, para el día siguiente, de una batería de partidas rápidas (a 15 y 10 minutos por rival) y blitz (a 3 minutos) hasta determinar un vencedor. Pero no fue necesario.
Aunque para los avezados expertos del juego, la 14ª partida del match se encaminaba hacia un final de tablas, por el escaso material que había sobre la mesa de juego (9 piezas) y la gran variedad de recursos para llegar a la igualdad, de pronto, y de manera imprevista después de casi 4 horas de sesión, el campeón mundial, colapsó. En el movimiento 52 efectuó una jugada con la precisión de un aficionado. Había fallado en el cálculo. Seis jugadas después, extendería su mano en señal de abandono y cedería la soberanía de su corto reinado, de sólo 20 meses. En los últimos segundos, de la última partida, el joven ajedrecista indio, Gukesh, de 18 años, había logrado la victoria y se adjudicaba el match por 7,5 a 6,5.
“Me quedé totalmente en shock cuando me di cuenta de que había cometido un error; lo primero que vi fue la expresión de mi rival que se mostraba feliz y emocionado. Ahí me di cuenta de que me había equivocado”, dijo el ahora ex campeón mundial, el chino Liren, durante la rueda de prensa tras el final de la partida.
“Cuando me di cuenta del error de Ding, probablemente fue el mejor momento de mi vida”, aseguró el nuevo rey, el indio Gukesh. “Ahora estoy viviendo un sueño. Me gustaría dar gracias a Dios, porque este viaje comenzó primero con mi clasificación, luego con el torneo de Candidatos que me permitió llegar hasta aquí ¡Y han sucedidos tantos milagros que sólo ha sido posible, gracias a Dios! También quiero agradecer a todas las personas que han estado a mi lado en este viaje, a todos y cada uno de ellos, pero probablemente debería preparar mi discurso primero para no decir algo estúpido por la emoción que siento en este momento”, contó el joven y flamante campeón con su habitual sonrisa, y la alegría de haber embolsado 1.300.000 dólares de una bolsa de premio que ascendió a dos millones y medio, y que entre sus auspiciantes sobresalió la empresa tecnológica Google.
Una de las primeras felicitaciones al flamante campeón mundial llegó de parte de una de las megaestrellas de este juego: el ruso Garry Kasparov, que en su cuenta en X @Kasparov63 escribió: “Mis felicitaciones a @DGukesh por su victoria; ha llegado a la cima más alta de todas: ¡hacer feliz a su madre!”.
En otras publicaciones, Kasparov completó: “Gukesh estuvo bien preparado, jugó mejor y ganó la partida. Su victoria coronó un año fenomenal para la India. Combinado con el dominio de las Olimpiadas, el ajedrez ha vuelto a su cuna y la era de los ‘hijos de Vishy’ ha llegado. La India es una nación con un talento humano ilimitado, combinado con la libertad de explorarlo y desarrollarlo. El futuro es brillante, no sólo en ajedrez. Se ha alcanzado la cima y ahora el objetivo debe ser elevarla aún más para el próximo ascenso. ¡Felicitaciones de nuevo! ¡Arriba!”.
También la ex campeona mundial femenina, la húngara Susan Polgar, que vive en Estados Unidos, se refirió en la red X al desenlace del duelo: “¡Gana con gracia, pierde con dignidad! ¡Uno ganó con elegancia, el otro perdió con dignidad! ¡Elegancia absoluta por parte de estos dos campeones! ¡Gukesh tiene el potencial de ser el mejor embajador de ajedrez de todos los tiempos! ¡Es profesional, maduro, humilde, elegante, carismático, elocuente y educado!”
Por último, referido al sueño alcanzado por el flamante campeón, Polgar dijo: “¡No hay NADA mejor que poder cumplir el sueño de toda una vida! ¡Es una sensación que dura para siempre! ¡Y poder hacerlo a esta temprana edad es absolutamente increíble! ¡Todo el sacrificio personal, así como el increíble sacrificio de los miembros de la familia, valen la pena! ¡Aprecia esto por siempre! Felicitaciones a Gukesh, familia, equipo y toda la comunidad de ajedrez de India”.
Quién es el nuevo Rey del Ajedrez
Dommaraju Gukesh nació el 29 de mayo de 2006 en Chennai, cuna de varios de los mejores jugadores de la India, entre ellos del pentacampeón mundial Vishy Anand. Su vínculo con el ajedrez nació en la escuela cuando tenía solo 7 años. Y, una década después, alcanzaría el título mundial.
Antes, en 2015 logró el título de maestro FIDE; en 2018, a los 11, fue maestro internacional (el mismo título que el prodigio argentino Faustino Oro logró en 2024, con 10 años, 8 meses y 16 días). Luego, en menos de un año, disputó 30 torneos en 13 países, hasta que en 2019, a los 11 años, 7 meses y 17 días, se convirtió en gran maestro. Estuvo a un paso de la plusmarca que entonces estaba en poder de Karjakin, con 11 años y 7 meses.
En 2022, Gukesh, como integrante del equipo B de India, obtuvo la medalla dorada individual en la Olimpíada en Chennai y una medalla de bronce en la clasificación general por naciones. Un año después, se ubicó entre los 8 mejores jugadores del ranking y superó a Viswanathan Anand, después de 37 años como mejor jugador de la India. También en 2023, Gukesh fue 2° en el Circuito FIDE, y se clasificó al Candidatura.
El torneo se celebró en Toronto, en 2024, y Gukesh ganó el certamen con 9 puntos sobre 14 posibles, convirtiéndose en el aspirante más joven al título mundial de ajedrez. Por último, hace tres meses, llevó a su país a ganar la primera medalla dorada en la competencia por equipos en la Olimpíada en Budapest.
¿El 18° y más joven campeón mundial?
La justa consagración del nuevo Rey indio, por cierto, fue recibida con satisfacción por la mayoría de los aficionados y expertos del milenario juego. Sin embargo, el reconocimiento oficial por parte de la FIDE (según el acrónimo francés de Federación Internacional de Ajedrez) al declararlo como el 18° campeón mundial y más joven del historial (a los 18 años, 6 meses y 14 días), disparó la polémica.
Para la FIDE, Kasparov era el campeón mundial más joven hasta el momento (logró el título a los 22 años, en 1985, en uno de sus duelos con Karpov), y eliminó de un plumazo a otros cuatro campeones.
En el ámbito del ajedrez hay una coincidencia absoluta que hasta 1992, solamente 13 jugadores habían sido reconocidos como campeones mundiales oficiales por la FIDE, aunque durante el reinado de los tres primeros aún no existía el organismo rector de esta actividad. Ellos fueron: Steinitz, Lasker, Capablanca, Alekhine, Euwe, Botvinnik, Smislov, Tal, Petrosian, Spassky, Fischer, Karpov y Kasparov.
Pero entre 1993 y 2006, el ajedrez sufrió un cisma, a Kasparov, por desavenencias con la FIDE, le arrebataron el título; el ruso se marchó y formó un organismo oficioso paralelo. Los ajedrecistas participaban en competencias de la FIDE o de la Asociación de Profesionales de Ajedrez (PCA). Kasparov siguió siendo el mejor del mundo, aunque sin corona oficial, y ganó sus matches por el Mundial de la PCA, primero ante el inglés Short (1993) y después ante Anand (1995). La FIDE, sin reacción organizó competencias que al principio las llamó Copa del Mundo. Dado que no había un campeón a quién desafiar, se organizaba un torneo eliminatorio entre 128 jugadores para determinar al nuevo campeón. Así surgió Jalifman (1999), Anand (2000), Ponomariov (2002), Kasimdzhanov (2004). Para la jerga, todos ellos fueron y son reconocidos como campeones mundiales. Incluso es extraño que Anand, que hoy ocupa la vicepresidencia de la FIDE es presentado como quíntuple campeón mundial (2000, 2007, 2008, 2010 y 2012), en el que se le incluye el título en época del cisma.
En 2005, el Campeonato Mundial se celebró en Argentina, en Potrero de los Funes (San Luis), el gobernador Alberto Rodríguez Saá con una inversión cercana los 13 millones de dólares organizó la competencia que debía adaptarse a todos los requerimientos de la FIDE, incluyendo la transmisión en vivo de las partidas vía Internet. Así fue presentado, y el ganador resultó el búlgaro Veselin Topalov. El 18° que logró el ansiado galardón. Sin embargo, hoy, la FIDE borró con el codo lo escrito con su mano. Y desconoció a los 5 campeones mundiales entre 2000 y 2005.
Desde España, Topalov habló con Infobae: “El campeón absoluto sería alguien que combina ser el uno del ranking y el título. Gukesh tiene mi respeto y se lo merece, también Ding. Ellos son campeones por la esencia del deporte. El que gana es campeón, el resto es política”, dijo el ajedrecista búlgaro que reside desde hace décadas en Salamanca junto a su familia. Y agregó, “el fallo está en el sistema; esto no ha pasado con las mujeres campeonas del mundo, a las que se las reconoce de manera oficial, aunque hayan disputado torneos eliminatorios por el título. Mi caso se lo podría asociar con lo sucedido en 1948 con Botvinnik (ante la muerte del campeón Alekhine, en 1946, la FIDE organizó un match entre 5 jugadores elegidos ‘parcialmente’, para determinar al nuevo rey del ajedrez), con un agregado, dado que yo creo que el campeón debe demostrar su superioridad, en el match que disputé con Kramnik en 2006, yo solicité que, en caso de empate, se definiera con partidas rápidas”.
Por último, Topalov señaló: “A lo largo de la historia hubo varias formas de llegar al título, algunos a través del dinero, Capablanca tuvo que juntar lo solicitado por Lasker para desafiarlo, lo mismo le pasó a Alekhine para jugar con Capablanca, o más tarde a Euwe. Mi título, en 2005, fue similar a Botvinnik (allí se enfrentaron round robin, 8 jugadores), y de la misma forma lo obtuvo Anand, en 2007. Por eso creo que todo depende de la división de conceptos, de cómo quieren verse las cosas. Imaginemos por ejemplo que no se quiera reconocer al campeón de ajedrez de Noruega porque Carlsen no participa de la competencia. La FIDE está dispuesta a reescribir la historia, pero sin criterio, ni lógica”.
Tal vez para eludir mayores enfrentamientos, Topalov midió sus palabras en contra de las autoridades de la FIDE, una organización dominada ideológicamente por un país que no respeta fronteras y al que ingenuamente se le exige que acate la historia. Con un agregado, el más joven ajedrecista que logró el campeonato mundial de ajedrez es Ruslan Ponomariov, en 2002, a los 18 años y 4 meses y 13 días. Pero, claro, es de origen ucraniano.
Como decía el ex campeón mundial Karpov, “el ajedrez es un juego fantástico, pero también puede ser fatal”, tanto como que sus dirigentes quieren borrar su historia. Lamentable.