La justicia francesa dictó una sentencia que estremeció a la opinión pública: Jean-Michel Moulun, ex boxeador de 54 años con un récord profesional de 17 victorias y 19 derrotas en 36 combates, fue condenado a cadena perpetua por el brutal asesinato de Evelyne K., una profesora jubilada de 77 años, en octubre de 2021 en la ciudad de Agde. La sentencia fue pronunciada este miércoles por el tribunal de Montpellier, tras un juicio que sacó a la luz detalles espeluznantes del crimen.
El caso se había iniciado con un velo de misterio, ya que Moulun negó los hechos durante tres años. Sin embargo, en un giro inesperado, el ex deportista confesó durante el juicio que había decapitado a su víctima con un cuchillo de pan. Si bien se declaró culpable del hecho, aseguró que no recordaba exactamente el momento del asesinato.
Aquella noche de octubre, cuando la policía ingresó a la propiedad, encontró la cabeza de la víctima sobre la mesa de mármol de la cocina y su cuerpo en el piso, según los macabros detalles del trágico episodio.
El móvil del crimen, sin embargo, sigue sin estar claro. Evelyne K. había sido la última empleadora de Coralie, la esposa de Moulun, a quien había contratado como ama de llaves en su villa de Agde. En 2020, la profesora jubilada había despedido a Coralie tras descubrir un presunto robo de dinero y joyas. “El asesinato no fue premeditado”, afirmó la defensa de Moulun, aunque las circunstancias del crimen han dejado más preguntas que respuestas.
La salud mental del ex boxeador también fue tema de discusión durante el juicio. Su abogado, Anthony Caniez, alegó que Moulun podría estar afectado por encefalopatía traumática crónica (CTE), un trastorno neurológico común entre los boxeadores y otros atletas de deportes de contacto. “Mi cliente esperaba, al abrir la puerta (con su confesión) de manera espontánea y sincera, un poco de clemencia. Está noqueado de pie…”, declaró Caniez. “La culpa es clara. La premeditación no lo es tanto. Estoy convencido de que está afectado. Tiene todos los síntomas descriptos en la literatura médica. Tiene las consecuencias”.
El lunes, en el primer día del juicio, Jean-Michel Moulun rompió el silencio y enfrentó a los familiares de la víctima. Según detalló el periódico L’Equipe, por primera vez, miró a los ojos a los nietos de Evelyne K. y dijo: “Una defensa es complicada... Estoy obligado a pedir perdón... Mil disculpas... He recibido bofetadas toda mi vida. Fue demasiado una bofetada en la cara. Disculpen”.
Este acto de arrepentimiento, sin embargo, no fue suficiente para mitigar la gravedad del crimen ni para influir en el veredicto. Los jurados deliberaron durante apenas una hora y media antes de emitir la condena a cadena perpetua. La defensa dispone de diez días para presentar un recurso de apelación, un paso que, según Caniez, deberían considerar seriamente.
Tras escuchar la sentencia, Moulun regresó a la prisión de Béziers, donde cumple su condena. Según informó el periódico francés, el ex boxeador ha comenzado a escribir un libro y su esposa Coralie lo visita semanalmente, manteniendo un vínculo que parece inquebrantable pese a las circunstancias.