El polémico “método Briatore” que hizo resurgir a Alpine en la Fórmula 1 y ahora quiere quedarse con Colapinto

El italiano es el asesor ejecutivo del equipo francés e impuso su forma de trabajo. Bajo su ala, el team logró saltar del noveno al sexto puesto en el Campeonato Mundial de Constructores

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Flavio Briatore volvió en junio
Flavio Briatore volvió en junio a la F1 luego de casi 15 años y le cambió la cara a Alpine (REUTERS/Hamad I Mohammed)

Después de casi cuatro décadas, Flavio Briatore y el actual equipo Alpine de Fórmula 1 siguen vinculados. Fue en 1985 cuando convenció a su amigo, Luciano Benetton, para que comprara Toleman, esa escudería en la que un año antes había debutado Ayrton Senna. El italiano, actual asesor ejecutivo, conoce cada pasillo, oficina, sala de trabajo y los secretos tanto en Enstone, Inglaterra, donde está la base del equipo, como en Viry Chatillon, la legendaria fábrica de motores en Francia.

Briatore, de 74 años, fue y vino en dos ocasiones. Esta vez, desde junio pasado, agarró un fierro caliente bajo el rótulo de “asesor ejecutivo”, cuyo nombre es una mera formalidad, porque en lo fáctico es el responsable de tomar las decisiones más importantes. Volvió al gran circo y el ambiente sonríe con él, como olvidando que es el autor intelectual del Crashgate, el mayor escándalo en la historia del automovilismo.

Quien catapultó a Michael Schumacher y fue el mánager de Fernando Alonso tuvo su regreso gracias a su amistad con Luca de Meo, el director general del grupo Renault. “Tuve un gran sentimiento con Luca. Creo que es un genio. Lo único que le falta es la Fórmula 1. Creo que soy un genio en este deporte. Nos encontramos bien”, afirmó en testimonios publicados por L’Equipe.

Sin saberlo, el exjefe de Benetton (1989-1997 y luego 2000-2001) y Renault (2002-2009), acaba de entregar las claves del guion de un reality documental dedicado al jefe de Renault, que se emitirá en Prime Video del 13 de diciembre: “Anatomía de un regreso”.

Con Stefano Domenicali, el CEO
Con Stefano Domenicali, el CEO de la F1 (@briatoreflavio)

En cuatro episodios de cuarenta minutos, los productores, en modo “Drive to Survive”, filmaron en inmersión la resurrección de la empresa, que perdió 40 millones de euros diarios en 2020 y que hoy se encuentra en una ola de éxito comercial, financiero e imagen. Excepto en la Fórmula 1...

Cuando De Meo, progenitor de Cupra en España, llegó a la cabeza del grupo en 2020, el equipo francés, todavía con el nombre de Renault, ocupaba la quinta plaza en el Campeonato Mundial de Constructores. Ahora vestido de azul y rosa, y llamado Alpine desde 2021, acaba de terminar sexto esta temporada.

“Fracasar no es una opción”, sentenció De Meo y para darle un impacto a su equipo convocó a Briatore. Alpine remontó desde el noveno puesto y en la segunda mitad de la temporada se vio la mano del italiano, el mismo que fue suspendido de por vida en 2009 por hacer trampa en Singapur en 2008, al pedirle a Nelson Piquet Jr que estrellara su Renault para favorecer la victoria de Fernando Alonso. Indultado en 2010 por la justicia civil, Flavio navegaba más a menudo frente a las costas de Cerdeña que en los circuitos de F1.

El gran sueño francés en el automovilismo, los vestigios de la antigua escudería Renault, esa que hace 45 años le dio el primer triunfo a un auto con motor turbo y que en 2005 y 2006 de la mano de Fernando Alonso batió a Michael Schumacher y Ferrari, comenzó a desmembrarse. Fue ahí cuando Briatore hizo lo suyo.

El encuentro entre Colapinto y
El encuentro entre Colapinto y Flavio Briatore en Qatar

De Meo le dio en junio a Briatore una tarjeta rosa y azul (los colores del equipo). La presión fue total, ya que si fracasaba, era el fin de Alpine en la F1, y los rumores de venta sonaron fuerte en el verano europeo. El italiano hizo una auditoría que se vio facilitada por las primeras decisiones impulsadas por Bruno Famin, el jefe de Alpine Sports, quien dejó afuera a Matt Harmann, Bob Bell, Dirk de Beer y Rob White, los principales líderes pensantes de Enstone.

Briatore impuso su método de trabajo y, pese a dichas dimisiones, le aseguró a De Meo: “Yo hago la limpieza”. Sus amigos de la infancia, que lo apodaron “Tribüla”, que en dialecto piamontés significa “persona necesitada que acaba obteniendo lo que busca”, no se sorprenden. Cuando Flavio quiere, Flavio toma.

Sabiendo que desde 2026 ya no contarán con los impulsores de Viry Chatillon, rápido, Briatore envió emisarios a visitar las instalaciones de Mercedes en Brixworth (Inglaterra), donde se diseñaron los motores. Si bien Alpine perderá el romanticismo de sus “fierros”, un motor Mercedes les costaría 17 millones de dólares por temporada, en lugar de desarrollar una unidad de potencia propia invirtiendo entre 200 y 250 millones.

También metió la mano con los pilotos: Jack Doohan (21 años) está a cargo de Mathieu Michel, estrechamente vinculado comercialmente a Briatore, quien lo hizo debutar como titular el pasado domingo en Abu Dhabi. Sin embargo, el paddock sigue convencido de que si el italiano encuentra algo mejor que Doohan, no dudará en rescindir su contrato. Así es su relación con la F1. Por eso quiere al argentino Franco Colapinto, que suena para reemplazar al australiano desde el año próximo.

Junto a sus pilotos, Pierre
Junto a sus pilotos, Pierre Gasly y Jack Doohan, cuyo lugar suena para ser ocupado por Franco Colapinto (@briatoreflavio)

Briatore ejerce el poder y, en seis meses, colocó a sus relevos en puestos clave. Fue él quien desenterró a Oliver Oakes (36 años), director y fundador del equipo Hitech de Fórmula 2, donde corrió el estonio Paul Aron (20 años), al que reclutó como piloto reserva. “Ollie es entusiasta y ambicioso”, afirmó Briatore. “Esto es lo que necesitamos en el equipo. Para dar un giro a Alpina, necesitamos gente joven, gente con carácter, tenacidad en su trabajo y que entienda rápidamente quiénes son los buenos y los malos, ya sea en carreras o en la fábrica”, agregó.

En tanto, a Briatore no le tembló el pulso para bajar a Esteban Ocon de su auto a una fecha del final. Aunque el corredor galo ya había llegado a un acuerdo con Haas, donde correrá en 2025, con un acuerdo verbal para sumarse al equipo estadounidense el mismo lunes después de la última carrera. “Si quieres ser liberado rápidamente, debes ceder tu volante en Abu Dhabi a Jack Doohan”, le dijo al oriundo de Normandía. “No estamos aquí para ser amables, sino para correr. Al final, Esteban conducirá para otro equipo. Me preocupa Alpine. Y, sin ser mezquino, últimamente su aporte al equipo fue limitado. Sumó pocos puntos y fue eliminado a menudo en la Q1. Tampoco debemos olvidar que en 2025 competirá con el equipo con el que luchamos por el sexto puesto en el Campeonato de Constructores. Así que es mejor que no quede ninguna duda”.

Pero Briatore no la tiene fácil y sabe que todo esto es recién el comienzo para reivindicar a una escudería que atraviesa “el amargo final del sueño francés”, como tituló Le Parisien, en un análisis sobre la temporada en la que reconoce que el sexto puesto final en el Campeonato de Constructores fue de milagro. Cabe recordar que en Brasil sumaron más que en todo el año con el segundo puesto de Ocon y el tercero de Gasly.

Aunque el puñal es dejar de tener los “fierros” de Viry Chatillon a partir de 2026, cuando se empiecen a utilizar los combustibles sintéticos y cambien los autos, que serán más chicos y sin tantos aditamentos aerodinámicos.

Pero el resurgimiento recién empieza. Hoy Alpine está valuado en unos 1.300 millones de dólares. “Con la nueva normativa, en 2026 valdrá entre 3.000 y 5.000 millones”, anticipó De Meo, que celebra la vuelta y la “mano” de Flavio Briatore para cambiar la historia en un semestre.

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