Boca hizo pata ancha en Rosario y se llevó tres puntos vitales ante Newell’s que lo dejaron a un paso de la clasificación a la Libertadores 2025, el objetivo primordial que se había planteado Fernando Gago al llegar al club. Con algunos chispazos de fútbol, pero todavía sin brillo, al Xeneize le bastó con poco para imponerse a uno de los peores equipos del campeonato, que no levanta cabeza incluso con la conducción de Mariano Soso, su sexto entrenador en lo que va del año.
Si bien el elenco de Pintita venía de ganar en casa ante Gimnasia, varios jugadores debían rendir examen fuera de la Bombonera. Luis Advíncula reapareció tras la roja infantil ante Vélez por Copa Argentina, Lautaro Di Lollo gozó de otra titularidad por la suspensión de Marcos Rojo, Frank Fabra tuvo minutos nuevamente desde el inicio y el doble nueve conformado por Milton Giménez y Edinson Cavani afrontó otra prueba de fuego. Sin embargo, hubo un futbolista que estaba siendo seguido con lupa no solamente por el cuerpo técnico sino también por el Consejo de Fútbol: Kevin Zenón.
Al ex Unión, el Coloso Marcelo Bielsa le sienta bien: convirtió un tanto en los últimos cuatro encuentros que disputó allí (dos con el Tatengue y dos con el Xeneize). Lo concreto es que al talentoso zurdo de 23 años no lo notaban a tope desde lo futbolístico, físico y actitudinal. Según pudo saber Infobae, puertas adentro del Boca Predio Zenón estaba apuntado por no estar mostrando todo el potencial que tenía.
Lo percibían algo liviano y no tan comprometido como algunos otros de sus compañeros. Este gol le sirvió como redención, para recobrar la confianza con la que había vuelto ante Sarmiento en Junín tras una lesión (ese día también convirtió) y para sumar crédito en vísperas de un mercado de pases en el que sabe que volverán a la carga por él.
Gago hizo un análisis después de la victoria en el Parque Independencia: “El partido de hoy era importante desde el resultado. Sabíamos que teníamos que ganar para llegar a clasificar. El equipo, por momentos, me gustó porque jugamos el partido que queríamos jugar, aunque estuvo un poco impreciso. Nos faltó ese último pase, que lo encontramos en tres jugadas seguidas”. El DT admitió haberse ido contento por el tanteador y la alegría de sus dirigidos, aunque durante los 90 minutos padeció bastante de la acción.
Al igual que en los últimos encuentros, uno de los jugadores que más indicaciones recibió hasta que fue reemplazado fue Ignacio Miramón. El cuerpo técnico entendió que era un peligro que el volante permaneciera en cancha el segundo tiempo estando amonestado y acertó en preservarlo para darle minutos al juvenil Milton Delgado. Tal como describió, los instantes que más disfrutó fueron los primeros del complemento, hasta que Zenón convirtió a los 10′ y su equipo se tiró exageradamente atrás a la espera de un contragolpe que no llegó a hilvanar.
Pintita fue un manojo de nervios ante la pérdida de la posesión del balón y el retroceso en vano de los suyos, quizás más entendible frente a un rival de mayor jerarquía como el líder Vélez pero no contra un Newell’s que ganó apenas un partido de los últimos ueve y cayó en seis de ese total de presentaciones. La situación llevó a Gago a gesticular aún más de lo habitual, con charlas permanentes con sus ayudantes Fabricio Coloccini y Diego Cogliandro, acompañando cada movimiento e indicación para sus dirigidos con sus ya clásicos ademanes que son furor en las redes sociales.
Pícaro, pese a ser defensor a ultranza de la parte sana del fútbol y quejarse sistemáticamente en cada conferencia de prensa en la que Boca no triunfó, permitió que sus talentos consumieran algunos segundos para tomar oxígeno cuando el score ya estaba a su favor. Ocurrió con Leandro Brey en varios saques, Pol Fernández, el Changuito Zeballos y los lesionados Cavani y Fabra, que recurrieron al auxilio médico y generaron que el tiempo de adición se extendiera hasta 7 minutos por orden de Rey Hilfer.
Fernando, que había sido autocrítico tras la derrota y eliminación agónica ante Vélez por Copa Argentina, aprendió la lección y no mandó mensajes al equipo con cambios defensivos para “cerrar” el partido. Fue puesto por puesto: Brian Aguirre y Miguel Merentiel por Giménez y Cavani (delanteros por delanteros); Jabes Saralegui por Zenón (volante por volante); y Lautaro Blanco por Fabra (lateral izquierdo por lateral izquierdo). El fatídico doble cambio de Di Lollo y Milton Delgado por Cavani y Zeballos ante el Fortín cuando Boca estaba 3-2 y pasó a perderlo 4-3 será solo un mal recuerdo.
El clima en Rosario estuvo áspero (en la previa apedrearon al micro boquense) y Cavani fue uno de los más abucheados. El uruguayo, que tuvo un buen desempeño y estuvo cerca de convertir en un par de ocasiones (además de habilitar a Milton Giménez en una de las más claras del partido), pidió el cambio al minuto 83 y se retiró exhausto. El Matador hizo entrar al carrito de la camilla y, cuando llegó al sector donde estaba tendido, se reincorporó y salió por sus propios medios, aunque con muecas de dolor. Mientras tanto, los fanáticos leprosos lo insultaban y arrojaban cosas.
Desde la última lesión que lo marginó del duelo revancha ante Cruzeiro por Copa Sudamericana y que lo obligó a volver disminuido en el Superclásico contra River, Cavani no faltó a ninguna cita con la 10 azul y oro: disputó los últimos 14 encuentros al hilo. Esto seguramente empezó a hacer mella en su físico, teniendo en cuenta que se acerca el final de la temporada. A sus 37 años (cumplirá 38 en febrero), goza de un físico privilegiado pero sabe que no tiene que tirar más de la soga.
Luego del match, se dirigió hacia la manga que conecta el túnel visitante con hielo en su gemelo izquierdo, una imagen que preocupó a más de uno. De yapa, Panchito González le dio un patadón en un tobillo que seguramente también lo haya dejado averiado. A la espera de la confirmación del día y horario del último cotejo del año ante Independiente en la Bombonera, Gago se volvió de Rosario sabiendo que tendrá que tener entre algodones al uruguayo para dicho compromiso. Eso sí, el DT encolumnará al plantel detrás de la figura de Edinson de cara al 2025.