La Confederación Sudamericana de Fútbol impuso severas sanciones a varios protagonistas de la reciente Copa Libertadores. El brasileño Deyverson, conocido por su carismático estilo de juego, se encuentra en el centro del huracán tras las semifinales contra River Plate. Los gestos provocativos del futbolista hacia los aficionados del equipo argentino en el Monumental no pasaron inadvertidos para la autoridad disciplinaria. El atacante del Atlético Mineiro atrajo todas las miradas cuando, al ser sustituido, se dirigió a la hinchada en una actitud que resultó castigada. La Conmebol, en su resolución, impuso al delantero una multa de 25 mil dólares, calificando sus acciones como “actos indisciplinados”.
El cuadro brasileño Botafogo, que logró su primer título en la Copa Libertadores, quedó inmerso en desafíos disciplinarios posteriores a la competición. Fue multado con un acumulado de 33 mil dólares por diversas infracciones a los códigos y manuales de Conmebol, enfocándose en fallas reglamentarias tanto administrativas como operativas. Además de las multas económicas, se emitió una formal advertencia al club sobre las posibles consecuencias de futuras infracciones. Cualquier repetición del comportamiento podría acarrear penas más severas.
Por otro lado, Gabriel Milito, entrenador del Atlético Mineiro, no quedó exento. Los retrasos durante los segundos tiempos de los partidos de ida y vuelta en la semifinal le costaron una multa de 100 mil dólares. La institución también enfrentó una dura penalidad, siendo multada por un total de 165 mil dólares debido a diversas infracciones al reglamento, sumado a la imposición de jugar dos partidos a puertas cerradas. Esta decisión no solo afecta la imagen del club, sino que también significa una sustancial reducción en sus ingresos al deducirse las multas del dinero que Conmebol debía abonar por derechos televisivos y patrocinios.
A pesar del panorama monetario complejo que enfrentan, los clubes sancionados, incluido Botafogo, cuentan con una ventana de oportunidad para presentar apelaciones. Tienen un plazo de siete días desde la notificación de la sanción para hacerlo ante la Comisión de Apelaciones de la Conmebol. Este proceso requiere el cumplimiento de las estipulaciones formales y el pago de una tarifa de apelación de 3 mil dólares, lo cual asegura un procedimiento justo y equitativo para revisar las decisiones.
En tanto, la Confederación también sancionó a River debido al uso de bengalas y pirotecnia por parte de sus hinchas ante Mineiro en el escenario mundialista de Núñez. El castigo incluye un partido sin público en la próxima edición del certamen continental, a disputarse en 2025, y una multa de 100.000 dólares, que será descontada de los premios acumulados por el club en la presente temporada.